Capitulo 2

Renata:

Abrí mis ojos lentamente viendo ese rostro tan perfecto, acerqué mi dedito meñique cerca de su nariz, empecé a moverlo alrededor de su fosa nasal. Abrió esos encantadores ojos verdes que me transportaban a otro mundo cuando los miraba.

Bastian: Esa belleza de mujer que esta a mí lado sin dejar que su hombre tan guapo siga durmiendo.

Renata: Es una que la trajo de un super restaurante elegante para hacerle el amor…

Su mano atrajo mi cuerpo rodeando mi cintura. Sus labios se juntaron con los míos, cerré mis ojos disfrutando ese beso que compartía su aliento entre cigarrillo y su vino que habíamos consumido en la noche.

La puerta se abrió de un fuerte golpe, rodé los ojos escuchando esos pequeños pasos de un lado al otro. Sentí como unos cuerpecitos se subían metiéndose entre Bastian y yo.

Bastian la abrazó con tanta fuerza levantándola hacia el aire.

Gianna: Papá… papá me vas a tirar.

Otro se puso encima de mi pasando su manita por mi cuello, un pequeño beso tan delicado quedaba en mi mejilla.

Roxana: Mami, Gianna no me dejá jugar su móvil.

Solté un gran respiro dando media vuelta hacia Roxana mi pequeña de 8 años… Pasé mi mano por su cabello.

Renata: Les he dicho que el móvil no es para jugar, es solo cuando papi o mami les hable de alguna emergencia.

Bastian se levantó con Gianna en brazos. La soltó hacia la cama haciendo que rebotara su cuerpo, las risas entre Gianna y Bastian era la música idean de un magnifico despertar.

Bastian: Andando niñas. Su mami Sharon y su papi Roberto les esperan para un encantador paseo.

Gianna: ¿Vendrán?

Miré hacia Bastian cuando él solo le sonrió de manera de complicidad.

Bastian: Mamá y Papá necesitan esta noche. Así que ustedes disfruten de estas vacaciones que Sharon les tiene para ustedes.

Negué con la cabeza. Me quedé sentada en la cama cuando los dedos de Bastian se enredaron en mi cabello atrayéndome de nuevo hacia sus labios. Enrollé mis manos hacia su cuello haciendo que cayera en la cama. Esa sonrisa que me cautivaba haciendo que mis deseos seas con tanto placer…

Bastian: Esta noche, desbordaremos tanto amor, que espero no te puedas sentar en una semana.

Renata: Pues espero que así sea.

Gianna: Papá… Vamos… Mamá el desayuno.

Renata: Vamos.. Vamos.. Vamos..

Solté un gran respiro apartando la sabana de mi cuerpo, me puse de pie bajando un poco la pijama que Bastian bien había aprovechado en removerla como siempre.

Entré al baño para darme la ducha y estar un poco más fresca, tenía que hacer las maletas de las niñas para entregarlas a tiempo como habíamos quedado.

Me metí bajo la regadera sintiendo como el agua tibia recorría todo mi cuerpo, trataba de despejar mi mente en la presencia de Bastian siempre caigo rendida a sus pies. Nada como un esposo tan consentidor y que mejor que saber que me entregaba a él como si fuera la primera vez, abrí mis ojos viendo que la puerta se abrió poco a poco… Levantó una ceja juguetona, entró cerrando la puerta, le puso seguro apartándose el pants…

Mordí mi labio inferior al ver como mi hombre se apresuraba a venir junto a mi para tomar juntos la ducha. Se metió pasando sus manos por su rostro, empuchó un poco de agua, sacándola de nuevo a un lado.

Su cuerpo estaba frente al mío, su sonrisa de lujuria lo decía todo.

Renata: ¿Las has dejado solas?

Bastian: No están con su tía Elena y su primo. Así que tenemos unos cuantos minutos para aprovechar.

Lo miré coquetamente, su cuerpo se juntó al mío pudiendo sentirlo en su totalidad, me dio la media vuelta abriendo mis piernas, cerré mis ojos con fuerza mordiendo mi labio inferior, al sentir como entraba de una estocada, su mano apretaba un poco mi cuello, dejé caer mi cabeza hacia atrás pegando con su pecho, sus labios tan deliciosos se deslizaban mientras nuestro beso nos alentaba a ser más, sus movimientos como siempre para disfrutarlo sin la necesidad que se terminara.

Los dos estábamos un poco alteros aun con el efecto que nos había causado las pastillas que Bastian me entregaba, era la combinación perfecta en este momento. Así que lo aprovechábamos mientras estuvieran ocupadas las niñas.

Bastian apretó más mi cuerpo sintiendo como se libera dentro de mi, levanté uno de mis pies rozando con su pantorrilla.

Bastian: Ese jueguecito tan sensual…

Renata: Sabes que mi deseo aumenta cada vez más.

Se apartó lentamente dándome una pequeña nalgada, me dila media vuelta mirándolo fijamente, me ayudó a ponerme un poco del shampoo en mi cabello masajeando un poco mientras lo ayudaba a jabonarse.

Renata: AAAyyy… Mi ojo.

Bastian se acercó abriendo un poco mi ojo. Lo soplo con algo de fuerza.

Renata: ¿Qué haces?

Bastian: Quitando el shampoo en tus ojos.

Renata: ¿Cómo va ayudar eso?

Los dos empezamos a reinos cuando escuchamos nuestros móviles sonar, pero realmente era nuestro momento así que no le daríamos tanta importancia a la llamada, claro, esperamos a terminar la ducha para ir y saber de lo que se tratara.

Los dos nos divertíamos mientras terminábamos la ducha. De nuevo empezaban a sonar los móviles.

Escuché que la puerta se abrió, rodé los ojos esperando a saber quien se trataba.

Elena: Bueno tortolitos, espero no interrumpir, pero Morgan solicita nuestra presencia en el despacho.

Bastian: Estas interrumpiendo que le haga el amor a mi esposa.

Elena: Si ya sé, no hay día que no los descubra haciandolo, por suerte mi bella Renata decidió operarse si no como coneja estaría pariendo bebés.

Bastian y yo nos miramos negando con la cabeza, Elena no cambiaba, siempre nos mataba de la risa, cada ocurrencia cada forma de ver las cosas y de decirlas.

Me hubiera gustado un bebé más pero por nuestra profesión el tiempo que podíamos tener con nuestras hijas era muy poco, aunque siempre estábamos tratando de llevar la mejor relación posible con ellas que apenas son una niñas Gianna de 10 años y Roxana de 8 años, las dos se querían y se respetaban, así como ella comprendían la responsabilidad que teníamos en nuestros trabajos. Cada una tenía una personalidad muy diferente. Gianna es más extrovertida, más rebelde en el aspecto que no se deja de nadie, se sabe defender y con guante blanco da los golpes bajos, en cambio Roxana es más sensible y siempre ha estado muy apegada a su padre… Entrecerré los ojos viendo a Bastian tomar la toalla, en ese momento en mi mente estaba que Roxana prefería también a su papá. Claro él es típico papá consentidor, que claro, cuando lo hacen enojar es cuando existe mamá.

Sonreí un poco al ver las características de las niñas, siempre queriendo ver quien ocupa el primer lugar en nuestro corazón… a las dos enseñándolas que se deben cuidar y proteger entre ellas, que jamás pueden poner a otras personas que no sean ellas mías.

Bastian me entregó la toalla ayudándome a cubrir mi cuerpo. Me dejó un beso en mi hombro saliendo del baño. Tomé otra de las toallas palpando suavemente mi cabello, me miré en el espejo viendo un pequeño grano en mi frente… rodé mis ojos sabiendo que estaba por tener la menstruación rogando que no sea en esta noche donde tengo todas mis ilusiones en la mejor noche de mi vida.

Salí del baño caminando hacia el armario, Bastian ya tenía puesto su ropa, se abrochaba los botones de las manos, me acerqué tomando la manga, la estiré bien abrochando los botones.

Bastian me miró sonriendo.

Bastian: ¿Qué haría sin ti?

Renata: Muy fácil, nada.

Me soltó una nalgada haciendo que lo mirara por encima de mi hombro le sonreí humedeciendo mis labios.

Bastian: Me estas provocando.

Renata: De eso se trata amor mío.

Él negó con la cabeza sonriendo. Bajó un vestido en color piel. Me lo entregó mirándome, su mirada ardía, el rose de su cuerpo me quemaba del deseo eterno.

Bastian: Te veo en el comedor.

Miré cuando él salió del armario escuchando la puerta cerrar. Me apresuré a vestirme, las veces que Morgan nos llamaba era para ver algún caso sumamente importante, aunque ya había cedido la batuta a Bastian, Morgan ahora estaba al lado del canciller, él estaba por dejar todo lo relativo a la fiscalía. Bastian en conjunto con Lucio habían tomado el mando de la Fiscalía, ellos eran los que procesaban si tomaban el caso y a que despacho se asignaba, así que esta llamada de Morgan hacia Bastian hablaba de que algo había sucedido. Por suerte las niñas tendrían sus vacaciones con su abuela.

Me miré en el espejo, me gustaba como me marcaba este vestido, me dejaba más joven de lo que parecía. Sonreí como una completa tonta. Tomé mis cosas, las iba metiendo a mi bolso, miré mi móvil, empecé a revisar las llamadas que había tenido.

Me sorprendí al ver las llamadas tan insistentes de la detective Olivia, ella siempre me llama cuando tenemos victimas de agresión sexual. Tragué saliva, solté un gran respiro, había hecho una especialidad para tener esos casos en conjunto con Elena, esa área nos correspondía. Sabía que tenía que ponerme en contacto con ella cuando antes.

Bajé más viendo que eran más de 14 llamadas. Negué con la cabeza. ¿Quién llama tantas veces?

Salí de la habitación, sonreí escuchando pequeñas vocesitas… Bajé los escalones mirando a Elena ya sentada junto con Alexander en la mesa junto a Bastian.

Renata: ¿No te han dejado solo hoy?

Alexander: Hola Renata, tengo que ir a la comisaría, le dije a Bastian de un caso que me indicó Gerard que va a llegar a la comisaría.

Dejé mis cosas en una de las mesitas mirando a Alexandro, Gianna y Roxana que jugaban. Me acerqué tomando asiento.

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