Capitulo 1

Kenji:

Corría desesperadamente, no quería que me descubrieran que había visto lo que le habían hecho a mi compañera de clase…

Mi respiración estaba acelerada, el miedo estaba apoderándose de mi cuerpo… Miraba de un lado y del otro. Nina había caído en manos de ese hombre malo, tenía tanto miedo, no quería que me pasara lo mismo que a ella le estaban haciendo…

Mis lagrimas caían por mis mejillas sintiendo como mi cuerpo temblaba del miedo que esos hombres me encontraran.

Me resguardé detrás de un mueble… Miraba por todo alrededor de este lugar, tenía mal olor y parecía como si hubiera pasado algo aquí dejando evidencia de lo sucedido.

La luz que estaba por el lugar la habían encendido. Me llevé mi mano hacia mis labios ocultando mis sollozos de miedo.

Hombre: ¿Dónde te has metido niña del mal?

Miré hacia el espacio entre la puerta y el piso viendo la sombra del hombre que estaba cerca. Tragué saliva.

Hombre 2: ¿No puede estar lejos? Es una retardada.

Hombre: Calma, ella no dirá ni una sola palabra.

Hombre 2: Pero Nina puede expresar algo.

Hombre: ¿Quién les puede creer a unas niñas de causas perdidas?

La puerta se abrió, trataba de pegarme más hacia la pared lo más que podía, en mi mente solo estaban hasta los rezos y oraciones que en mi vida hubiera dicho. Junté mis dos manos rogando e implorando a Dios en no ser descubierta.

Yo misma podía sentir mis sollozos, el terror estaba en todo mi cuerpo. Me asomé un poco donde la mirada de ese hombre la tenía fija hacia donde estaba. Negué con la cabeza una y otra vez, su sonrisa llena de maldad, no podía con eso, no quería que se me acercara.

Sus pasos eran rápidos, se detuvo cuando sentí un tremendo jalón de cabello con tanta saña, me llevé mis manos hacia las manos del hombre tratando de apartarlas de mi cabello.

Kenji: AAAAH, AHHHH…

Hombre: ¿Creíste que podías hacerte la heroína? Maldita miserable, ahora vas a ver.

Mis lagrimas caían sin poder contenerlas, era algo que padecía día y noche en este lugar. Mi cuerpo era arrastrado por todo el piso, mis pies trataban de patear al mismo aire si era posible, uno caminaba detrás de nosotros riendo lleno de tanta maldad, mientras que él otro solo estaba jalándome del cabello con toda su fuerza.

Kenji: AAAAH… AHHH… AAAAHHH…

Abrió la puerta jalándome con tanta maldad hacia adentro, la luz tan intensa me lastimaba, no podía ni respirar en este momento.

Me soltó del cabello teniendo un fuerte dolor de cabeza, como podía me iba levantando… solo saber que estaba frente al otro hombre que era peor que estos, mi cuerpo temblaba, me tomó de los brazos levantándome con tanta fuerza.

Mi corazón estaba apunto de salirse de mi pecho. Levanté mi mirada encontrándome con ese hombre que no apartaba su mirada de mi. Levantó su mano soltándome tremenda cachetada haciendo que cayera de nuevo al piso.

Kenji: AAAHHH…

Mi llanto no lo podía controlar, me dolía demasiado mi mejilla donde ese hombre me había golpeado. LA puerta se abrió donde entró la mujer mala también, esbozó una sonrisa trayendo a Nina del cabello. La miraba negando con la cabeza como la arrastraba del cabello… Ella estaba con los ojos cerrados, negaba una y otra vez… ¿Qué le habían hecho? Su rostro prácticamente desfigurado con tanta sangre en su cuerpo y rostro.

Me sentía morir sabiendo que ellos nos tenían en su poder. Nadie hacia nada para detener esto.

Hombre Malo: DEJENOS SOLOS, YA SE PUEDEN RETIRAR.

La mujer arrojó a Nina de muy mala gana en un lado del cuarto, la miraba corriendo hacia ella, la sacudía en su cuerpo, ella no se movía. Los hombres con la mujer salieron del cuarto.

Quería que Nina abriera los ojos, saber que no la habían asesinado, o que le hayan hecho algo sin su consentimiento, negué con la cabeza mientras mis lagrimas seguían cayendo por mi rostro.

Hombre Malo: MUY BIEN KENJI, YA SABES LO QUE LES PASA A LAS NIÑAS DESOBEDIENTES QUE SE PORTAN MAL Y NO CUMPLEN CON SUS DEBERES ¿CIERTO?

No quería apartar mi mirada de Nina, si tan solo ella abriera los ojos sabría que estaba bien…

El hombre me dio un terrible jalón del cabello haciendo que lo mirara.

Hombre Malo: MIRAME CUENDO TE HABLO.

Negué con la cabeza tratando de soltarme de su agarre, empecé a golpearlo tan fuerte como podía, logré darle en sus partes, donde él cayó de una rodilla en el piso, me levanté rápidamente, corrí hacia la puerta pero no había manera que se abriera la puerta, golpeaba desesperada la puerta, pero nadie iba acudir a mi llamado. Miraba por todos los lados viendo que el hombre malo se había puesto de pie, corrió desesperado tomando mi cuerpo entre sus manos.

Hombre malo: Me las vas a pagar maldita fenómeno.

Kenji: AAAAHHHHHHH….

Removía mi cuerpo, intentaba morderlo pero él me propinó un golpe a puño cerrado. Haciendo que me mareara por completo. Me recostó en su escritorio, sacudía mi cuerpo de un lado y del otro.. él empezaba a desabrocharse el pantalón. Negué con la cabeza, le clavé mis dedos en sus ojos tan fuerte como podía, enredó sus dedos en mi cabello alanzado mi cabeza con gran fuerza golpeándola en el escritorio, lo hacía una y otra vez donde el escritorio de cristal se cuarteó por completo haciendo que los dos cayéramos al piso.

Abrí y cerré mis ojos tan rápido como me era posible, tratando de removerme, mi mano buscaba algo, cualquier cosa que pudiera defenderme, el trató de quitarme la blusa, tomé un abre cartas… CLAVANDOSELO EN EL CUELLO.

Hombre Malo: AAAJJJ… AJJJJ…

Él quedó de rodillas llevando su mano a su cuello donde la sangre empezaba a manchar su ropa y la mía mientras me caía, me removí apresurándome a llegar hacia la pared, él me mirada directamente a los ojos, mientras que me sostenía mi rostro con mis manos negando con la cabeza.

Se fue hacia atrás extendiendo su mano se removía llegando poco a poco hasta mí. Me levanté rápidamente, no quería que se me acercara… Me pegué a la pared caminando junto a ella lo más que podía, todo el lugar estaba cubierto de sangre y cristales, empecé a caminar de un lado del cuerpo del hombre malo.

Miré que tenía un adorno de una pirámide que tenía una punta perfecta. Corrí desesperada tomándolo entre mis manos, él por donde me movía me seguía con la mirada. Me acerqué a él con mucho cuidado, me sostuvo del pie con fuerza haciendo que de nuevo me cayera al piso.

Mis lagrimas cubrían mis mejillas, sentía un dolor en pensar que Nina no iba a seguir viva. Levanté el objeto empezando a darle en la cabeza con la punta de la pirámide, no me detenía, no lo iba hacer por nada del mundo. Quería que este hombre pagara con creces todo lo que nos había hecho a mí y a varias de las niñas de este instituto.

La sangre que salía de su cabeza era demasiada, me pringaba por todos lados. La fuerza que tenía en este momento tenía que hacerla salir contra este hombre malo, hombre muy malo.

Le di un último golpe viendo como todo el lugar incluyendo las cortinas y las paredes estaban cubiertas de la sangre de este hombre que no se merecía seguir con vida.

Miré lo que había hecho arrojando el objeto… Pasé mi mirada hacia donde estaba Nina. La puerta no se iba abrir por nada del mundo, tenía que ocultarnos no podía estar cuando los demás regresaran.

Corrí hacia el cuerpo de Nina tomándolas de las manos, miré hacia debajo de la rendija viendo sombras.

Kenji: AAAAHHHHHHHHHH….

Ellos al escucharme sabrían que estaba siendo sometida por el hombre malo, tenía que hacer algo pero de ya. No podía quedarme en este lugar.

Miré que las sombras se alejaban. Corrí desesperada hacia los cajones que había en este lugar donde guardaban nuestros documentos para ingresar en el instituto, miré unas cintas las tome, mi desesperación era por que alguien fuera a entrar y descubrir lo que había hecho, empecé a poner cinta en la ventana, enroñé la cortina en mi mano, soltando un golpe, era un tras otro hasta que el cristal se rompiera…

Sonreí al ver que se había rojo, lo empujé con mis manos con tanta fuerza asechando un poco viendo que estaba demasiado alto para saltar… Necesitaba avisar a alguien que me ayudara, que se enteraran lo que este hombre malo había hecho a mí y a Nina.

Ví que ya estaba amaneciendo, así que no faltaba mucho para que llegaran todos a las instalaciones. Miré una estantería, viendo que tenía varios libros, me metí en el lugar, me acomodaba tratando de cerrar las puertas, pero no podía lograr hacerlo, tampoco podía dejarla entre abierta ni sacar los libros, ellos sabían donde encontrarme.

Mis lagrimas seguían cayendo, estaba tan desesperada que por jalarla tan fuerte me majé dos de mis dedos quedándose prensados… no podía de tanto dolor, mordí mi ropa. Jale con tanta fuerza sintiendo como se habían caído mis dedos hacia fuera.

Mis sollozos de dolor eran demasiado fuertes, tenía que controlarme, ellos podían venir hacía mi, podían descubrirme e irme peor.

Me sentía tan mareada que no sabía cuanto tiempo ya llevaba a aquí, mis ojos empezaban a pesarme, todo estaba oscuro, así que no podía ver nada, solo sentía que hasta el aire me faltaba. Sentí como las fuerzas se me iban yendo poco a poco. Mis ojos se fueron cerrando sin poder ya controlarlo. Ya no siento nada, me he desangrado. Mi vida se me estaba yendo poco a poco y nadie estuvo a mi lado en el peor momento de mi vida.

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