Sin barba

Cuando llegamos a casa, Serena nos miró, los quiero alejados, por favor tu padre acaba de llegar a casa no quiero que se moleste, tenemos una fiesta que celebrar mañana y atrapar a una bruja.

- Si Serena, contesté.

Baje primero y cuando abrí la puerta de la mansión, mi padre estaba hablando con Amaris.

- ¡Papi!, grite

Corrí hacia el y me cargo.

- Mi hermosa princesa, ¿estás bien?

- si papá, estoy bien. El me bajo y abrazo a Serena, ellos se besaron, yo mire a Yuki y el a mi.

Elin me abrazo por detrás.

- No has tenido otro sueño.

- No.

- Te compre algo, es un juego de lápices para que dibujes y un nuevo libro en blanco.

- Gracias, hermano.

- De nada, Suly.

Yuki se marchó a su habitación.

- Voy a ayudar al viejo, dijo Elin.

Yo me quedé mirando con Amarís mis lápices.

- Que vas a dibujar, dijo Amarís mientras subía a mi habitación con mi regalo.

- No tengo idea.

Saque un lápiz y comencé a dibujar un hombre y una niña en la luna.

- Eres tú con tu hermano Elin, dijo Amarís.

- Si, contesté pero la verdad es que era yo y Yuki.

En la noche todos nos sentamos en la mesa para cenar.

Yuki se sentó a mi lado, yo lo miré.

- ¿Estás mejor?

- Si, dormí mucho, sonrió.

- Siempre duermes mucho, dijo mi padre enojado.

Yo me puse nerviosa porque mi papá estaba celoso de yuki.

Y eso que aún, no le confieso que el es mi mate.

Serena, besaba a mi padre y le decía que se relajara un poco.

Elin le sirvió agua a Yuki y le entrego unas pastillas, esto te va a ayudar pá.

Yuki tomó las pastillas y mi papá miró molesto a Elin.

- El es importante para mí Isaac, dijo Elin a mi padre.

- Elin, no quiero que tu padre me odie, oye Isaac no soy tu enemigo, Elin te ama amigo

Mi papá le pidió disculpas a Yuki.

- Lo siento, es que yo soy el alfa aquí. Y tú entrenas a Elías, fuiste un padre para Elin, siento que de pronto todos te admiran.

- Yo te admiro a ti papi, le dije abrazándolo.

El sonrió.

- Mi princesa nunca me va a cambiar.

si supiera que me amas, me mata, dijo Yuki en mi mente.

Si te mata, le contesté mientras comía mi pasta.

Terminé de cenar y le di las buenas noches a todos, abrace a mi padre.

Le di un beso en la mejilla a Serena, abrace a mi hermano y abrace a Yuki.

El se quedó inmóvil.

Me subí como si no me afectará abrazar a Yuki.

Cuando todo estába en silencio, el me mandó un mensaje por telepatía.

- ¿Estás bien?

- Si, estoy bien, solo dormía.

- Lo siento no quería despertarte es que, deberíamos dejar los abrazos pendientes.

- ¿Por qué?

- Por qué, todos me miraban extraño después de que te marchaste de la mesa. Y tu papá me miró enojado, sometió a mi lobo y es muy doloroso.

- Lo siento, no va a volver a suceder.

- Puedes abrazarme a solas.

- Si entiendo.

- Mañana, ten mucho cuidado, por qué no voy a estar en la fiesta voy a dirigir a las guerreras de Serena, pero si necesitas de mi puedes llamarme, lleva la daga contigo.

- Si la tengo bajo mi almohada.

- Recuerda tener los ojos abiertos y estar alerta.

- Si Yuki, sé cuidarme, tu también cuídate no quiero que vuelvan a lastimarte.

Por cierto, esa mujer dijo que la salvaste, pensé que la bruja solo cazaba lobos.

Ella estaba en el bosque con su hermana pequeña, el lobo negro las tenía acorralada y yo las ayudé.

- Serena dijo, ¿Que te volvías loco por ella?

- pensé que ese tema había quedado claro.

- Solo tenía curiosidad.

- Descansa Suly.

- Descansa blue.

Al día siguiente Blue estaba parado frente a mi puerta.

- Yo pensé que íbamos a disimular, dije en su mente.

- Si, es solo que ya todos bajaron a desayunar y tú no estabas, me preocupe y tenía que saber si estás bien.

- ¿Mi papá?

- Están en el comedor, yo le dije a Elin que bajaba en un momento porque tenía que curar mi pierna.

Lo abrace con fuerza.

- Buen día blue.

- Buen día mi luna. Baja a desayunar, tu papá está preguntando por ti.

Baje rápido y cuando llegue a la cocina mi papá se volvió a sentar.

- Pensé que estabas enferma, por qué no bajabas.

- No estoy enferma, solo que en Argentina desayuno tarde

- Pues no debería ser así, voy a tener que hablar con tu madre.

- Si papá, dije molesta.

Amarís me miró esperando que la felicitara.

La abrace.

- Feliz cumpleaños hermana.

- Gracias, dijo sonriendo.

¿Se te olvido?, dijo Yuki por telepatía al entrar con una taza de café.

tú haces que se me olviden las cosas, dije molesta.

El se estaba atorando con el café, de que intento no reírse.

- ¿Estás bien tío?, dijo Elías

- Si es que está muy caliente.

Se sentó a mi lado.

- ¡Te quitaste la barba!, dijo asombrada Serena.

Ya lo había notado cuando estaba parado frente a mi puerta, creo que si me gustaba su barba, pero no quise hacerlo sentir incómodo, yo le dije que no me gustaba la barba. Así que decidí ignorar lo de su barba.

- Si, creo que necesitaba quitármela.

- Te miras más joven, dijo Amarís.

- gracias Amarís, creo que te mereces un regalo por el cumplido.

Sabía que lo decía por qué yo había ignorado el hecho de su barba.

Amarís aplaudía.

- Si quiero regalos.

Todos nos reímos de la reacción de Amarís.

- Pensé que tu barba era especial, dijo Elin.

- Bueno a veces es bueno cambiar.

- Pero siempre decías que a las mujeres les encanta tu barba, decía Elías.

- Si es verdad, dijo Serena.

- ¡Si sé que decía eso!, pero puedo cambiar, dijo Yuki enojado.