Pequeña

Mi hermano tocó la puerta de mi habitación.

- Suly estás bien me dijo Amarís que un lobo quiso atacarlas, ¿dime qué no te enfrentaste a el?.

Cerré mi diario y lo escondí.

- No me enfrente a el, abrí la puerta. Cuando miró que Amaris gritaba salió corriendo.

Me miró molesto.

- Lo juro.

- ¿Cómo era?, dice Amarís que era negro.

- si era negro, trate de preguntarle que quería pero se marchó.

No iba a decirle a Elin que era gris con ojos azules, que tal si lo manda a golpear o peor aún lo mata, solo de pensar en eso sentía dolor, este es el dolor, pensé.

Era un dolor leve, pero creo que es por qué aún no me marca, hay sentimientos, pero no tan desarrollados como cuando tu mate te marca.

- Muy bien te creo, se marchó y yo me quedé más tranquila, me quite mi traje y me puse un vestido, miraba por la ventana, quería verlo de nuevo, pero no era momento mire a los hombres de mi padre correr al bosque.

Baje a la cocina y tome un poco de agua.

Mi papá se acercó.

- Suly, ¡tienes prohibido salir al bosque, quedó claro!, me gritó.

Lo sabía, Amarís alarmó a todos, ahora estarán como locos buscando al lobo negro.

- Si papá.

- Creo que vamos a suspender tu fiesta.

- No papá por favor, solo es un lobo que nos vio y se fue, tal vez era de la manada de Serena que vigilaba la zona.

Serena entró y me miró.

- ¿Estás bien?

- Perfecta, dile a mi papá que no suspenda mi fiesta Serena, solo era un lobo que nos miró y se fue.

- no le pasó nada Isaac, no crees que estás exagerando.

- Amarís dijo que quería atacarlas.

- Solo quería asustarnos papá.

Abrace a mi papá.

- Papi por favor es mi cumpleaños y quiero tener una fiesta, todo el tiempo me la paso encerrada en Argentina y no tengo amigos, no quiero estar todo el tiempo así, quiero hacer amigos, quiero tener una vida normal.

- No eres una niña normal Suly, eres la próxima alfa de mi manada.

- Y si no soy Alfa y si me toca ser beta como mi tía Diana, yo solo quiero tener amigos, Amarís me dijo que invitó a los de su salón a mi fiesta y también a otros de la edad de Elías, vamos papá.

- ok, pero aumentaremos la vigilancia.

- Gracias papá, le di un beso enorme en la mejilla y abrace a Serena.

Salí feliz de la cocina y Amarís estaba llorando en los brazos de mi tía irina.

- Vamos Amaris no fue nada solo nos gruñó.

- Era enorme, era la reencarnación de Lycaon, decía llorando.

No pude evitar carcajearme.

- Lycaon, por favor el mide la mitad de esta mansion, la abuela Amarís contaba que en su hocico entraban tres humanos, el lobo que estaba en el jardín era pequeño.

- ¿Pequeño?, sonó en mi mente.

Me quedé helada, era la voz de mi mate.

- ¡Pero no era pequeño!, grito Amarís.

Me senté y miré a todos lados no había nadie más.

- Eres pequeño, regrese el mensaje con un tono de arrogancia.

- Tu eres la pequeña, me contestó.

Yo sonreí.

- Mi padre y toda mi familia quiere matarte, le contesté.

- Si es lo que escuche, pequeña.

- ¿Eres muy grande?, le pregunté.

- Algo, contesto.

- No voy a decir nada sobre ti, no te preocupes, guardaré el secreto, no quiero que mi familia te dañe.

- Gracias, pequeña. Nos vemos después.

Mi tía Irina me miró extraña.

Estás hablando con alguien, Suly.

- si, con mi loba, dice que Amarís exagera y que pudimos vencerlo, me levanté rápido, olvide que mi tía Irina es una experta en mirar tu rostro y saber casi que piensas, oler aromas de otros en ti.

Que bueno que me cambié de ropa.

Subí a mi habitación y me encerré.

Abrí mi diario.

Eres mayor que yo, me imagino que odiaste ver a una niña dominando a tu lobo, cuánto va durar este secreto, tengo miedo mi familia se va volver loca cuando descubra que ya encontré a mi mate y que el me habla por telepatía. Será un hombre de mi papá o de Serena, por qué escucho todo lo que dije de el.

Tengo miedo y al mismo tiempo mi corazón late tan rápido, por qué no puedo ser marcada hasta los 18. Si el es alguien mayor, tendrá que esperarme siete años, será que pueda.

Aunque a muchas las marcan a los 16, pero mi padre me va matar y si me toca ser alfa; Hay no tan joven, yo quiero divertirme como lo hizo Elin, conocer el mundo.

Quiero viajar, conocer otros idiomas, pero podría hacerlo con el, será una persona divertida o aburrida, que dilema.

Cerré mi diario y mire hacia el techo.

Soy una niña tonta, para un lobo muy grande, pensé.

Me imagino que el ya conoce el mundo, tal vez conoció a más mujeres y yo solo soy una niña tonta.

Cenamos todos en familia, las cosas ya estaban más relajadas, yo estaba en la luna callada no dejaba de pensar en sus ojos de mi lobo, en que el es mayor.

- ¿Estás bien?, cariño, dijo mi madre.

- Si estoy bien, un poco nerviosa por mi fiesta.

- Todo va ser perfecto, decía Serena.

Sonreí.

- Si lo se, gracias por todo Serena.

- Eres la pequeña de la familia.

Al escuchar la palabra pequeña, sentía tristeza.

- Puedo retirarme, me siento cansada.

- Si cariño, dijo mi papá preocupado.

Me levanté y caminé triste a mi habitación. Me acerqué a la ventana y miré a la luna.

Por qué luna, hay muchos chicos de mi edad, incluso Alfonso está bien para mí, pero ahora tengo miedo, si para Serena soy pequeña y el me dijo pequeña quiere decir que es mucho mayor que yo. Cómo puedo hacer feliz a alguien así.

Solté unas lágrimas, me sentía triste, porque la diosa de la luna juega tan feo con nuestros destinos.

Me quedé dormida, tuve un sueño, el aroma a océano se hizo presente, la mirada de mi mate me miraba.

Yo corría hacia el y el se alejaba de mi.

Me levanté sudando y abrace mi almohada.

Mi cuarto tenía el aroma a océano, la ventana había quedado abierta me asusté y la cerré rápido.

Él estuvo aquí, pensé.

- ¿Por qué no me hablaste?, le mandé un mensaje, pero no me contestó.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***