Era mi amiga

Yuki entro a la habitación de Amaris.

- Feliz cumpleaños, dijo y le entregó una caja que contenía una hermosa pulsera.

- Muchas gracias Yuki, dijo Amarís emocionada al verla, se la coloco.

Las chicas que peinaban Amaris miraban a Yuki de una forma que me incomodo.

Tu regalo está en tu cama, dijo Yuki en mi mente por telepatía.

Gracias, sonreí.

Cuando se marchó, las chicas comenzaron a hacer comentarios sobre yuki.

Una de ellas decía que ella estuvo en una de sus fiestas y que el es un hombre muy guapo y que muchas mujeres lo desean, salí de la habitación, mi corazón me dolía. Es difícil ser una niña y escuchar que tu mate es deseado por muchas, el podría ser feliz con muchas, pensaba. Entre a mi habitación y el estaba colocando la caja de mi regalo.

- ¿qué sucede, bonita?, se acercó a mi.

- Los celos, son un sentimiento incontrolable.

- No tienes por qué estar celosa, tu tienes mi corazón, el tomó mi regalo y lo abrió era un hermoso collar, una piedra azul en forma de corazón.

- Es hermoso, dije al mirarlo.

- Es mi corazón azul, quiero que solo tú lo tengas.

El me lo coloco, yo acaricié el dije con mi mano.

- No lo maltrates, dijo Yuki dándome un beso en la mejilla.

- Nunca, dije sonriendo.

- Tengo que irme, recuerda llevar la daga, si tienes que usar la daga, úsala.

- si blue.

Regrese a la habitación de Amarís, ella ya estaba lista, miró mi collar

- es hermoso.

- Si, Yuki me lo regaló, por qué me debía mi regalo de cumpleaños, dije sonriendo.

- Creo que sabe lo que nos gusta.

Ella mostraba su pulsera, tenía piedras rosas, el vestido de Amaris era rosado, ella amaba el rosa.

Las chicas nos miraban molestas de que recibimos regalos de yuki. Pero el no solo es mi familia, es mi mate, pensaba.

Amaris y yo bajamos al jardín, las mujeres que decoraban las fiestas, estaban terminando todo se miraba hermoso, Amaris estaba emocionada no dejaba de saltar.

Elías, recibía a sus amigos, los amigos de Amarís comenzaron a llegar, el lugar se llenó en un segundo de jóvenes.

Mi padre y Serena recibían a los padres de los chicos, Amarís gritaba cada que una de sus amigas se acercaba, para ellas era emocionante estar en una fiesta, yo no podía decir lo mismo, tenía mucho miedo, sabía que Yuki estaba en el bosque, protegiendo el territorio y que la bestia podía llegar en cualquier momento.

Nos sentamos en una mesa larga, las chicas no dejaban de hablar de su vestido, de sus joyas, ella le presumía la pulsera que Yuki le había regalado.

Yo estaba mirando a todos lados.

Después las amigas de Amaris se levantaron a bailar, yo me quedé sentada, prefería estar alerta.

Elin se encontraba con yuki, ellos tenían un gran armamento para atacar, la bestia siempre escapaba, por qué sus movimientos eran rápidos y nunca se encontraba en un mismo lugar.

De pronto mire a la chica que llevo al hospital a Yuki, ella caminaba directo hacia mi, no le di importancia.

Después colocó sus manos en la mesa, el aroma azufre me entró por mis fosas nasales. Algo no estaba bien la última vez esa chica tenía aroma a humana.

Creíste que podías esconderte de mi niña, no tienes idea con quién te metiste, podrán tener la tecnología, pero jamás me vencerán. No sé cómo hiciste para llegar a mi hogar, vas a morir, dijo sonriendo. Sus dientes eran negros y sus manos se transformaba en garras.

Mientras ella hablo yo tomé la daga y ataque su rostro, ella comenzó a gritar horrible que todos se taparon los oídos.

Yuki ven, fue lo único que pensaba.

Ella iba atacarme con sus garras y yo me tiré al suelo y rasgue su pierna.

Se convirtió en águila y se marchó volando.

Yo me quedé asustada tirada en el suelo, mirando como gritaba y arrojaba bolas de fuego de su pico.

Las flechas salían del bosque, ella se marchó.

Yuki corrió a recogerme, mi padre y Serena, estaban alejados de nosotros.

- ¿Estás bien?, dijo revisando mi cuerpo.

- Ella mato a Rosy, dije llorando y abrazando a Yuki.

- Tranquila, vamos a atraparla.

El me cargó y me llevo adentro de la mansión, yo me aferraba a el.

Me sento en el sillón y pedía un vaso de agua a los sirvientes.

- ¿Qué pasó?, dijo secando mis lágrimas.

- Ella tenía el cuerpo de Rosy, su aroma era de azufre, me dijo que la tecnología que tenemos jamás la va a detener, que no debí meterme en su hogar, quiere matarme, dije llorando.

- Ya bonita, yo no voy a dejar que nada te pase.

Mi papá entró como loco, yuki se levantó rápido del sillón, mi papá se sentó y me abrazo.

Yuki hablaba con Serena en secreto y se marchó.

- Vamos a matarla te lo juro, dijo mi papá

Yo abrace a mi papá.

Amaris lloraba por qué su fiesta se había arruinado la gente corría nerviosa a sus hogares,

Mi papá, miró a Serena enojado.

- Te dije que no hicieras una fiesta, ¡pero eres tan necia!, le gritó.

Serena no dijo nada, ella se sentía culpable

- No es tu culpa Serena, ahora ya sabemos que ella puede poseer el cuerpo de los humanos, ella mato a Rosy.

- ¿Estás segura?

- Su cuerpo tenía aroma azufre, sus uñas eran moradas, como cuando la sangre deja de fluir. Sus dientes eran negros, cuando transformó sus manos en garras, la piel humana caía de sus manos como si fuera un traje.

Serena camino a la puerta y se sentó en uno de los escalones de la entrada, puso sus manos en su rostro y lloraba con mucho dolor.

Creo que Rosy era una persona muy importante para ella.

Mi papá se quedó sin palabras, me dejó y se acercó a su mate, se sentó en el suelo y abrazo a su mate.

Se que para yuki también fue difícil escuchar que Rosy está muerta, sentí su corazón roto cuando pronuncie las palabras. Creo que el se sentía peor pues la última vez que la miró le gritó.

Después de varias horas, sentía a mi mate regresar a la mansión, el fue directo a su habitación, Serena y mi padre estaban en una junta con otros alfas, konor y mi madre no habían podido llegar a tiempo, ellos venían en camino.

Elin estaba en la clínica ayudando a lobos que fueron atacados por la bestia, mientras la bruja me amenazó la bestia atacaba a los lobos en el bosque.

Amarís y Elías estaban en sus habitaciones encerrados.

Salí sin hacer ruido y entre a la habitación de yuki, el se asusto cuando me miró entrar, no había puesto seguro a la puerta y estaba sentando llorando. Me acerque rápido a el y lo abrace con fuerza, el lloro en mi hombro.

Era mi amiga, susurro.

- Lo se, Blue.

- Yo no quería gritar, pero como iba a contarle que mi mate es una niña que se supone que es mi sobrina, no iba a entenderlo.

- No, era humana.

No quiero perderte Suly, si te pasa algo yo voy a morir, cuando me llamaste por telepatía, sentí que me quedaba sin fuerzas, corría tan rápido como podía, rogaba a la luna que no te pasará nada.

- Me sirvió mucho mirarte con Elías entrenando, mire sus ojos y sabía dónde iba a apuntar.

- Estoy orgulloso de ti, dijo mirándome con sus ojos con lágrimas, seque sus lágrimas con mis pequeñas manos, él sonrió.

- Mi luna, mi mate, dijo cerrando sus ojos.

- Mi mate, mi blue, dije sonriendo.

Voy a regresar a mi habitación, no quiero que mi padre me encuentre aquí.

- si, descansa bonita.

- Descansa, blue

Sali de su habitación rápido y entre corriendo a la mía.

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