Los años continúan avanzando de manera rítmica, para Samuel todo se había convertido en una rutina agotadora, trabajo, viaje por trabajo y llegar a casa de sus padres, sentía cierta satisfacción al ver que la empresa estaba dando buenos frutos, sin embargo, sentía un vacío en su corazón, pero aun así no permitía que ninguna mujer se acercara de manera romántica.
Su hermana Gabriela, había regresado a la ciudad, estaba ejerciendo como cirujana en uno de los grandes hospitales, había formalizado su relación con Cristian, muy a pesar de que este se oponía, mil veces le lanzó amenazas al pobre hombre, de hacerlo pagar en caso de que hiciera sufrir a su pequeña hermana.
Otras veces en cambio, sentía que llegaba un rayito de esperanza para creer en el amor, ver a su hermana feliz, incluso sus amigos alrededor se casaban y formaban su familia. Por supuesto el gran ejemplo lo daban sus padres, ya con varios años de casados mantenían el romanticismo.
En todo este tiempo que se mantuvo soltero, Samuel, buscaba una que otra chica para pasar el tiempo, pero solo lo hacía en las ciudades a donde viajaba por negocios, ya que no quería involucrarse con ninguna de ellas, ni mucho menos que lo estuviesen buscando por interés, ya que en su mente solo había quedado que las mujeres se acercarían por dinero y el estatus que el pudiese darles, así que por supuesto nunca revelaba su verdadera identidad o su cargo en la empresa, se hacía pasar por un simple turista.
Sus amigos más cercanos, incluso sus padres y su hermana Gabriela, vivían persuadiéndolo de que se diera la oportunidad de conocer a alguna chica que pudiese curar su corazón herido, que le hiciese olvidar el mal momento que lo hizo cambiar de opinión sobre el amor.
- Hermano, quiero una cuñada. – Le dice Gabriela haciendo morritos.
- Dile a Cristian que busque una hermana. – Le dice este en forma de sarcasmo.
- Vamos Sam, no te quedaras soltero toda la vida. –
- Aunque con ese genio que traes, creo que si. – se burla su hermana.
- Si, búrlate, prefiero estar así, antes que con la persona equivocada. – Levanta una de sus cejas
- Como sabrás si no es correcta, sin darle una oportunidad. – Gabriela Insiste en convencerlo.
- Jum, instinto. – Lo dice levantando ambos hombros.
- Instinto de cavernícola, jajaja. – Sigue riéndose su hermana y este le da una mirada de molesto.
Muy a pesar de las bromas de Gabriela o de sus amigos, el pensaba en su futuro, aunque se lo guardaba para lo más profundo de su corazón, soñó una vez en tener familia, incluyendo pequeños niños corriendo por casa para consentirlos y llenarlos de amor.
Así que de un momento a otro pensó en adoptar, buscar un vientre materno y darles nietos a sus padres, pero tendría que planificarlo muy bien, no quería que nadie se enterara de esa idea que estaba atravesando por su cabeza, podría sonar como una locura, pero le evitaría tener que casarse sin estar enamorado.
- Puede sonar muy loco, no mejor me olvido de esto. – Se decía hablando solo
- ¿Qué tal si no? –
- Es una locura, acéptalo Samuel. – Seguía con su monólogo frente a su escritorio, pasaba sus manos por la cabeza, jugando con sus dedos.
- ¿Hablando solo? Ya sabía que te faltaba algún tornillo – Entra Frank a la oficina de su amigo, haciendo saltar por la sorpresiva entrada.
- Ey amigo, no, loco no, estoy muy cuerdo. – Le responde este al momento de saludarlo estrechando su mano.
- Vamos a tomar un trago esta noche. – Le invita Frank
- Me parece bien, tiempo que no salimos. – Acepta Samuel con una sonrisa tranquila y relajada.
Esa noche los amigos quedaron de acuerdo en salir, apenas dieron las 6:00 pm salieron de su lugar de trabajo, primero fueron a comer a un restaurante cercano y luego a un bar que Frank había escuchado era un buen ambiente.
En el bar Samuel mira de manera extraña, porque el lugar parecía totalmente diferente
- ¿A dónde me has traído? – Mira a su amigo con ganas de matarlo.
- Un bar, de ambiente. – Le dice con una sonrisa de malicia, Samuel lo mira molesto.
- Ok, ok, tal vez consigas a tu verdadero amor aquí. – Intenta defenderse Frank
- Amigo, a ti te respeto, Pero me encantan las mujeres. – Le dice con firmeza Samuel
- Jumm, eso no parece. – Se burla su amigo y Samuel solo rueda los ojos.
Luego de tanto llegan a la barra piden unos tragos y disfrutan de la música y de la charla, Frank buscaba encontrarle una pareja, cada chico que pasaba en frente de ellos, lo saludaba, solo para hacer enojar a su amigo, el afortunado fue Frank quien acepto bailar con un chico.
Mientras tanto Samuel solo se dedico a tomar su trago, aunque por un momento ve a una chica, sola en la barra, ambos cruzan miradas intentando comunicarse, pero Samuel no estaba seguro de acercársele, la chica se acercó luego de varias miradas, mientras más cerca, Samuel podía ver su belleza, quedo impactado, pelirroja, de ojos negros como el azabache, con un brillo inigualable, labios carnosos, cuerpo escultural.
- Hola guapo, ¿Por qué tan solo? – Le habla la hermosa chica
- Vengo con un amigo. – Le dice este de manera algo distante, intentando no ilusionarse.
- Oh, claro entiendo, te gustan los chicos. – Le dice esta indiscretamente.
- ¿Qué? – La mira extrañado Samuel, sin entenderla.
- Es obvio no, mira el lugar en el que estamos. – Se ríe la chica, este queda perdido en la sonrisa, hasta que reacciona.
- No, me llamo Samuel, un gusto y me encantan las mujeres. – Extiende su mano para presentarse.
- Ay no me digas, que aún no sales del closet. –
- ¿Cuál closet? – Samuel solo parpadea del asombro.
- Espera, creo que hay una confusión, soy hetero, no te vayas a ofender. Solo acompañe a un amigo. – Intenta aclarar, pero siente vergüenza por la chica tan bella frente a él.
- ¿De verdad? Qué bueno, porque eres muy lindo. – Dice ella muy alegre y hace que Samuel se ruborice, nunca antes le habían dicho “lindo”.
- Tú también estás muy linda. – Le responde este luego de recuperarse.
Sus miradas conectan con una fuerza de atracción, ambos se sonríen tímidamente y comienzan a charlar, Samuel le invita un trago. Luego de un rato hablando, la invita a bailar, sus cuerpos moviéndose al ritmo de la música, sentían chispas con solo rozarse.
Regresaron a la barra algo enérgicos y sedientos, Samuel estaba embelesado por esta chica, aún sin saber de donde había salido, le gusto la forma de ser, muy alegre y espontánea, se sintió atraído por ella, pero intentaba mantenerse cuerdo para no caer bajo sus influencias, sin embargo, por esa noche dejo que todo fluyera, su corazón latía con una fuerza inexplicable, al finalizar la noche solo se despidieron dejando al destino que hiciese su trabajo.
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Updated 50 Episodes
Comments
Verónica Bustos
esa chica será Laura?,la asistente y amiga que hace Gaby ,cuando Cristian la abandona
2024-07-08
2
Marta Bedetti
hay y hay chiquita...
2023-11-02
4