Segunda Oportunidad Para El Amor

Segunda Oportunidad Para El Amor

CAPITULO 1

¿Por qué las mujeres se quejan que los hombres no somos nada románticos?

Quisiera una explicación lógica, ya que durante toda mi adolescencia estuve totalmente enamorado y me desvivía por una chica, la llenaba de detalles, de palabras lindas, incluso la ayudaba con su tarea, le regalaba flores, no importaba el día, gastaba mi mesada para llevarla a comer helado. Para simplemente dejarme, si es mucho exceso digan cual es el límite. Y no me vengan que, con la inmadurez, que, si pasó durante la escuela, que son niños que no saben de amor. Cuando es amor solo el corazón lo sabe.

Y Aquí estoy yo, Samuel Villanueva, un hombre de 36 años, arquitecto, CEO de la empresa constructora, más reconocida del país, luego de ser un romántico y defensor de la belleza femenina , decepcionado del amor, de la fidelidad y del matrimonio.

No se si el desamor es un mal de familia, que en este caso se saltó una generación, ya que mí padre es totalmente feliz en su matrimonio con mi madre, por el contrario, mí hermana y yo, pagando con creces. Y de mi hermana ni se; diga, aún quiero matar al imbécil que la dejó embarazada, mi supuesto amigo, definitivamente no se puede confiar en nadie.

Les haré un relato de mi vida, para que entiendan y vean lo difícil que es volver a enamorarse, lo complicado que se vuelve confiar y entregar el corazón , no me juzguen, espero su comprensión y apoyo.

*Mi adolescencia*

Conocí a la mujer más hermosa del planeta, lo repito la chica más linda del colegio, nos hicimos novios cuando ambos teníamos 15 años, no tenía porque mirar a ningún lado, con ella era suficiente, claro, pensaran que las hormonas de la adolescencia me tenían pensando así, pero no, por ella era capaz de darlo todo.

Apenas la vi, mi corazón dio un vuelco de 360°, era la chica nueva, estábamos a mitad del año, las clases ya habían comenzado y justo entró en mi salón.

• Amigo, con ella me casaré. – Le digo a mi amigo Frank quien esta a mi lado en su silla, este voltea a donde estoy mirando.

• Parece un fideo. – Dice mi amigo en burla.

• Para mi es la más linda. – Digo sin dejar de mirarla.

• Límpiate, con la boca llena de babas no se acercará. – Dice sarcásticamente, le doy mi mejor mirada de molesto.

El profesor comienza a presentarla:

• Jóvenes presten atención. – Usa sus palmas para captar nuestra atención

• Les presento a su nueva compañera, se acaba de mudar a la ciudad, así que colaboren con ella para que este al día con las clases. – La señala y le indica que hablé.

• Hola a todos, me llamo Rebeca Prada, un gusto. – Lo dijo con mucha seguridad y una sonrisa. Para mi la sonrisa más linda.

• Es una engreída! – Susurra Frank a mi costado.

• Es perfecta. – Le digo.

• Si tu lo dices. – Este rueda los ojos nuevamente.

Al finalizar la clase, no dude en acercarme a ella, estaba en su mesa, mirando su teléfono, por mi parte yo me encontraba lo suficientemente nervioso, pero igual le hable:

• Hola, me llamo Samuel. – Digo algo titubeante , ella solo me mira y se vuelve a girar.

• Si quieres puedo ayudarte con las tareas pendientes. – Me ofrezco como excusa.

• De verdad? ¡Que amable! – Dice en voz aguda, sin voltear a verme.

• Sam, tenemos entrenamiento. – Me hala Frank de mi mochila.

• Te veo luego. – Le digo a la chica.

• Amigo, Te ignoró por completo. – Dice Frank mientras caminamos hacia la cancha de baloncesto.

• Tu nos interrumpiste, estaba a punto de darme su número. – Le digo serio.

• En tus sueños, algo le paso a tu cerebro. – Se ríe mientras me da un manotazo en la cabeza.

• Auch, ¿Estas celoso? – Le digo

• No eres mi tipo. – Me mira y hace gestos de negación.

• ¿Qué, qué? – Pregunto extrañado, no entendí eso.

• Vamos, el entrenador nos espera. – Sale corriendo Frank y hago lo mismo para alcanzarlo.

Estaba en el equipo de baloncesto desde primaria, esto me ha permitido obtener masa muscular y buen tamaño, ya mido 1.70cm.

Los días fueron pasando, luego las semanas, no hubo un día en los que no me acercará para intentar hablar con ella, pero me ignoraba, se hizo un grupo de amigas fácilmente, estaba con ellas, eran del grupo de animadoras, así que verla en sus prácticas, me desconcentraban totalmente.

- Villanueva!!! Concéntrate. – Grita el entrenador y hace sonador su silbato

- Quieres formar parte de las porristas?. – Vuelve hablar haciendo que todos los demás de rieran.

- De que se ríen. – Les llama la atención al resto, suena su silbato con mayor intensidad y dice

- Todos, 30 vueltas para que presten atención. –

Todos comienzan a correr quejándose y por supuesto yo era el culpable.

.

.

Luego de dos meses, aun no me daba por vencido, comencé a dejar chocolates, osos de peluche, notas en su casillero.

- Amigo, te convertirás en acosador. – Me dice Frank mientras coloco una rosa sobre su mesa.

- No, no, soy detallista. – Le digo muy convencido.

- Ja! Pero ella ni les presta atención. – Se burla

- Hasta no escucharlo de sus labios, seguiré insistiendo. – Le afirmo.

- Y que quieres escuchar? – Pregunta dudoso Frank.

- Que no me acepta. Debo escucharlo para rendirme. – Le alzó una de mis cejas, seriamente, ya que este solo se reía en mi cara.

No era suficiente con las burlas de mis amigos en el colegio, en la casa tenia una pequeña bully, Gabriela esa enana de 10 años, estaba atenta a cada movimiento.

- Ya tienes novia? – Gabriela me pregunta.

• Mmm. – Solo hago tipo gruñido

• Te has gastado todos tus ahorros y aún no te acepta. – Se burla.

• Gab, en este momento no te quiero ver. – Le hago señas molesto para que salga

• Hermanito, llévame a comer helado. – Me súplica esta antes que la saque con cara de cachorrito.

• Si me llevas, te ayudo a que te hable. –

• Me estas chantajeando?. – Levanto mis cejas interrogándola

• No, solo que te hable, pero no prometo nada. –

Luego de tanta insistencia, llevo a mi hermana al parque, cerca una heladería, para que al menos me dejara tranquilo por un día, amo a mi hermana, pero a veces se vuelve intensa.

Llegamos al parque, Gaby feliz con su helado en mano que previamente pasamos a comprar, la noto que mira a todos lados.

• Que pasa Gaby? – Le pregunto extrañado.

• La vi. Allá esta!! – Señala con su pequeña mano a un lugar, donde varias chicas estaban sentadas, al fijar mi mirada, estaba Rebeca y sus amigas.

• Ya vuelvo. – Sale corriendo la pequeña

• No, ¿Qué haces? – No pude detenerla.

Veo a lo lejos que les habla con mucha confianza, me sentí avergonzado, no tenía idea de lo que pudiese estar diciendo esa pequeña, sentía mi cara cambiar a todos los colores, ya no quería que me viesen.

• Listo, ya hice mi parte. Si no se acerca, es porque eres feo. – Regresa Gab, con su sonrisa despreocupada.

• ¿Qué le dijiste? – Pregunto con mucho interés.

• Nada! – Dice sin prestar atención, solo interés en su helado.

El resto de los días continuaron con normalidad, las clases y los entrenamientos, Rebeca algunas veces mi miraba, o creí eso, ya que igual no me hablaba. Hasta que un día , en estaba esperando las horas para la práctica, ella se acerca por sí sola, estábamos en una hora libre y yo estaba con Frank y el resto del equipo.

• Hola guapo. – Todos los chicos voltean inmediatamente preguntándose a quien se había dirigido.

• Es contigo guapo. – Me señala

• Yo? En que puedo ayudarte. – Pregunte, mientras los demás se burlaban y hacían sonidos.

• Quería saber si me ayudas con la clase de matemáticas? Me han comentado que eres muy bueno. –

• Es un nerd, no te acerques mucho. Yo te ayudo! – Seguían riendo en broma los chicos.

La verdad, si era un poco bueno para las matemáticas, de no ser por que también soy bueno en los deportes, seguro estos cabeza huecas que están en el equipo me tendrían como su mascota.

Pero a esa propuesta, no pude negarme, inmediatamente dije que si, así que luego de cada práctica, le explicaba matemáticas a mi bella Rebeca. Ese fue el inicio, antes de fin de año estábamos saliendo como novios.

Durante las vacaciones de verano nos veíamos más seguido, aunque ella se fue a un curso de modelaje y yo conseguí un trabajo de medio tiempo en un supermercado para tener mi propio dinero, así sacarla a pasear, nuestro primer año de novios, fue el mejor para mi.

Recuerdo en ese verano, mi padre estaba avanzando mucho con la empresa De construcción y arquitectura, ya tenía un nuevo socio, era Italiano, comenzó a frecuentar la casa e incluso llevó a su hijo, de la misma edad que yo, Cristian, creo que una vez lo vi cuando éramos más niños y ahora nuevamente, como éramos contemporáneos, logramos hacer una amistad, jugábamos video jugos e incluso le presente a mis otros amigos cuando salimos a practicar o en salidas. (Jamás pensé que luego lo terminaría odiando).

Realmente Cristian y yo, hicimos una buena amistad de verano, ya que solo venia en vacaciones, además se le dificultaba un poco el idioma , es Italiano, poco a poco fue aprendiendo hasta llegar a dominar. Al principio fue un poco introvertido, parecía tener poca confianza, incluso con su padre, a diferencia de Gabriela y yo, que siempre éramos muy cariñosos con nuestros papás. Pocas veces menciono a su mamá, solo dijo que estaba en su país, no preste mas atención, como adolescentes solo nos divertíamos.

En una tarde común ya tenia casi un año de noviazgo con Rebeca, estando con mi hermana, que pesar de ser menor que yo, siempre ha sido mi mejor amiga, nuestros padres nos han enseñado a que la familia siempre debe estar unida.

• ¿Cómo te va con Rebeca? — pregunta Gabriela

• Muy bien, es muy linda. —

• Me parece un poco engreída, incluso camina sin querer tocar el suelo. — Se burla esta.

• Oye, respeta, solo práctica, ya que desea ser modelo. — Le digo defendiendo a mí novia.

• Parece caballo de paso. — Gabriela se levanta del sofá y comienza a imitarla de manera ridícula, no niego que me causó mucha gracia y ambos reímos

• Bueno ya, no seas mala con ella. —Le digo aun entre risas.

• Si claro, mi cuñadita. — Esta gira sus ojos.

• Intenta llevarte bien con ella. – Le pido por favor.

• Me esta quitando a MI hermano y mejor amigo. – Lo dice rodando ambos ojos.

• Puedes tener otros amigos también. – Le digo.

• Como si tu dejaras, así que tampoco te dejaré. – Hace cara de molesta, cruzándose de brazos.

• Gab yo se que no dejo que ningún chico se te acerque, pero al menos deja que yo pueda tener novia, no hagas que se aleje. — Le digo en forma de súplica.

• Que bueno que aceptas que alejas a todos los chicos, incluso ni amigos me dejas tener. – Gabriela algo molesta.

• Puedes tener amigas, no hay problema. — Le digo despreocupado.

• Si, muy chistoso. Cuando te vayas a la universidad podre tener amigos. —

• Recuerda que no me iré muy lejos, así que igual nos veremos todos los días. — Me burlo

• Aff cierto! —Gab dice intentando parecer molesta y le saco la lengua.

• Que hacen mis niños? – Pregunta nuestra madre mientras nos entrega algo de comer.

• Mami Samuel, me esta cambiando por otra. – Hace pucheros Gabriela y yo ruedo los ojos.

• Ja, ja, hija no celes tanto a tu hermano, el siempre te va a querer. – Me mira interrogando.

• Claro que si mamá, más que a nada, ustedes son mis preciosas mujeres. – Las abrazo a ambas.

Estuvimos toda la secundaria y preparatoria juntos, sin dudas un noviazgo que para mi era bonito, era mi primera novia, me encantaba hacerlo saber a mis compañeros de clases, para que nadie se le acercara. En esa época yo era fanático de la mitología griega, así que no dudaba en pensar que Cupido me había flechado directo al corazón con su flecha dorada, pues apenas vi a esta niña hermosa ingresar a mí salón de clases, quedé anonadado de su belleza.

Los años pasaron y nuestra relación de adolescente estaba creciendo, era nuestro último año en la prepa ya incluso pensábamos en hacer planes a futuro e ir juntos a la universidad, pues claro, yo quería convertirme en un gran arquitecto y ella quería ser modelo y estudiar actuación, quizás no eran los mismo, pero siempre juramos apoyarnos.

Se imaginan lo emocionado que estaba, así que como tenía una buena relación con mi padre siempre le pedía consejos.

• Trata a tu novia como a una princesa, no te olvides que tienes una madre y una hermana. – Me recordaba constantemente mi padre.

• Si papá. — Siempre respondía, admirando a ese hombre.

• No te olvides nunca del respeto, debe ser mutuo y apoyarse en todo. — Hace una pausa pensativo.

• Recuerda esto hijo, nosotros los hombres podemos crecer y florecer. — Me mira y sonríe

• No me miras con esa cara, no estoy loco. — Hace esa pausa

• No he dicho nada pa. — Levanto mis manos en señal de paz y este ríe.

• Si, los hombres también florecemos, cuando la mujer que esta a nuestro lado, tiene Fe en nosotros, nos impulsa a realizar nuestros sueños, potencia nuestras virtudes y ama nuestros defectos. — Hace una pausa.

• ¿Comprendes? — Pregunta levantando sus cejas mirándome fijamente.

• Creo que si — Digo con algo de dudas.

• Muy bien, ahora te iras a la universidad. Puede que conozcas nuevas personas y ella también —

• Claro papá, estaremos rodeados de nuevas personas. – Le digo con tranquilidad.

• Bueno hija, ya aprenderás. – Termina de decir.

La verdad admiro a mi padre, pocas veces entendía lo que me decía, pero sé que sus palabras son sabias, cuando este mayor lo entenderé (Siempre pensaba eso). Apenas tengo 18 años, comenzaré una nueva etapa, par convertirme en un gran hombre como él.

Más populares

Comments

helizahira cohen bello

helizahira cohen bello

No se cual debio ser primera, o da igual

2024-09-17

1

Marta Bedetti

Marta Bedetti

parece muy buen comienzo...

2023-11-02

5

👌👌👌

2023-10-15

2

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play