**Capítulo XIV. Cenizas**

Mi cuerpo esta temblando por el frío que provoco el quedarme bajo la lluvia, de hecho sigue ligeramente cayendo gotas pero no me importa, sigo acosada en la banca del parque.

Me he quitado las zapatillas, duelen bastante mis pies por tanto correr, no estoy acostumbrada a usarlas. Las gotas caen en mi rostros y se van combinando con mis lágrimas, tal vez algunos que exagero pero pónganse en mi piel, me acaban de besar sin mi voluntad enfrente de compañeros, con fondo la canción que tengo bellos recuerdos de mi novio, bueno ex novio, es alterar mi memoria, ahora al escucharla no solo recordaré a Mario sino a Lucas y un recuerdo no deseado es mas fuerte que los demás.

—¡JESICA! ¿DÓNDE ESTAS?. — Escucho a lo lejos una voz pero realmente quiero estar sola, no quiero que nadie se me acerque, me siento indefensa y debil.

Cierro los ojos y trato de ignorar esos gritos.

—¡Jesica! por favor contestame. — El grito suena más desesperado pero a pesar de ello me mantengo igual, escucho el sonido de la brisa y pasos algo alejados.

—¿Jesica? ¿qué mierdas haces? Estaba preocupada por ti. — puedo escuchar como se acerca. — Estupido paso y zapatillas.— abro mis ojos y me siento en la banca y es cuando la visualizo, su vestido esta ligeramente mojado.

—¿Qué haces aquí Lucía?.— le menciono de manera fría, ella simplemente se acerca rápidamente a mí y me abraza, su cuerpo es cálido pero no provoca nada mas, ni siquiera me sentía conmovida, la quiero alejar rápidamente pero una parte de mí me detiene. Estos sentimientos son confusos, ¿Acaso necesito el apoyo de alguien?. Bueno mi forma de verlo ha cambiado un poco pero su actitud en la fiesta nuevamente me ha hecho dudar.

—Te he estado buscando por mas de dos horas, estaba a punto de ir a la policía y reportarte como desaparecida. — dice con histeria, me suelta y me mira al rostro. —¿porque saliste asi de rápido? Hasta olvidaste tus cosas.— Es cuando reacciono, deje mis cosas, mierda. —Tranquila, las traje conmigo, ven vamos a la camioneta hace frío y probablemente te vayas a enfermar.—

Hago caso y me levanto de la banca, caminamos tranquilamente hacia su carro. Me detengo rápidamente antes de abrir la puerta.

—No puedo subir, voy a mojar todo el carro.— La miro y ella simplemente niega con la cabeza.

—Jesi, eso es lo de menos. Entra, te llevaré a casa, necesitas estar en tu hogar.— Me dice con una sonrisa, me siento culpable, eso no lo esperaba, simplemente es extraño, estaba acostumbrada que el único que me apoyaba en situaciones de tristeza y agustia era Mario Ernesto dando como consecuencia que todo esto es realmente se me hace nuevo y diferente.

Entro al carro por consecuencia noto el cambio de temperatura, lo siento mas cálido y mi cuerpo poco a poco va dejando de templar. En todo el camino nos quedamos calladas, ninguna de las dos quiere decir algo, la noche es bella apesar de que nuevamente comenzó a llover, mi cabeza sentía unas ligeras pulsaciones.

—Todo esto es mi culpa, se que Lucas hizo algo indevido por eso saliste así de rápido, no debi de dejarme influenciar por él y dejarte con el, ahora él te hirió. —Su voz es sincera, ¿se siente culpable?.

—No es tú culpa, él no debió de besarme. — Digo para tranquilizarla pero una parte de mí la quoere culpar, simplemente pudo haberla manipulado y quiero creer que de buena fe ella lo hizo para animarme en conocer a más personas, seguro que ella piensa que es un buen chico.

También pienso que es alguien bueno pero besarme de esa manera y además la forma en que me jalo hacia el fue algo agresiva, jamás me había pasado eso.

Llegamos a mi casa, veo que la luz de la ventana esta encendida, supongo que mi madre me esta esperando.

—Gracias por traerme, nos vemos el Lunes. — bajo rápidamente del carro con mi bolso y saco, tan rápido que no escuche su contestación. Me coloca el saco, tratando de ocultar el vestido mojado, antes de entrar fijo una sonrisa, olvidando que mi maquillaje esta todo corrido.

Entro a la casa silenciosamente, mi madre esta en la sala leyendo un libro y lo baja para mirarme, su expresión cambia a una de preocupación, al mirarme y encontrarme totalmente empapada.

—¿Qué demonios te paso? ¿estás bien? — Se levanta del sillón y camina rápidamente hacia mí, me siento mal a verla totalmente preocupada, sus ojos reflejan tristeza, su mano acaricia mi rostro delicadamente.

— tranquila, solo fui a caminar bajo la lluvia antes de regresar y el agua corrió mi maquillaje, en verdad estoy bien. — muestro una sonrisa y la abrazo, ella corresponde y me da un beso en la frente, me siento mas segura.

—ve a darte un baño para que no te resfries— me suelto de ella y obedezco totalmente, voy a mi habitación, me quito etoda la ropa mojada y entro a la ducha con agua caliente que me relaja, aun siento algo extraño en mi pecho. ¿Infedelidad? ¿podría ser eso posible?, es lo único que mi mente ahora piensa.

Salgo de la ducha uno minutos después, me cambio a ropa abrigadora y seco mi cabello, miró en mi escritorio que aún siguen esos diarios, mi tormento y nuevamente siento un dolor en mi echo de tristeza y culpa.

Al terminar de secar mi cabello camino hacia mi escritorio y me siento, tomo una hoja y un lapicero, cuando me sentía mal siempre trataba de escribir para desahogar cada unos de mis pensamientos pero lo dejé de hacer cuando me enamore de Mario, el escuchaba cualquiera de mis pensamientos sin burlarse, escuchandome y siendo muy atento, después de él de momentos escribía en una hoja y la quemaba en el techo mientras fumaba un cigarrillo, veía como las cenizas de la hoja se alzaban con el viento, alguna vez leí que si hacía eso el viento llevaría esas palabras a donde el estuviera, en el otro plano.

"Querido Mario Ernesto.

Donde quiera que estés.

Escribo esta carta para contarte lo que hace un par de horas me paso, espero que no estés enojado con esto.

Alguien me beso mientras sonaba nuestra canción, ¿te acuerdas? My inmortal, la tocabas en el piano para mi, de nuestros bellos recuerdos. Me siento culpable por lo que paso, realmente me sorprendio que lo hiciera, ni siquiera somos cercanos. ¿Quien le dio el derecho ara hacer eso?,, te juro que no he demostrado interes por él porque nunca he sentido lo que siento aun por ti, ¿podria alguna vez volverlo a sentir?, lo digo de la manera mas respetuosa, no es que desee eso pero todos los dias desde que tu no estas me dicen que debo de abrime al amor, ¿como hacerlo?.

Me siento culpable de toda esta situación, siento tristeza y culpa ¿Acaso te he sido infiel?, si asi lo tomas, en verdad lo siento, te juro que no hay dia en la que no piense en ti.

Mi amor desearia que estuvieras aquí, me siento perdida, triste, dolida, traicionada.

Espero pronto verte.

Con amor.

Jesica"

Al terminar la carta, busco en mi escritorio un encendedor y lo encuentro, voy hacia la ventana de mi cuarto, la lluvia a parado, abro la ventana y enciendo la carta, dejo que el fuego poco a poco la consuma hasta acerce cenizas, el viento poco a poco se las lleva.

Cuando se lleva todo, me quedo mas tiempo despierta mientras veo la luna.

Te extraño mi amor.

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