Jonier también lo buscaba con la mirada mientras corría, el niño al no verlo por ningún lado se tiró al piso a llorar, su madre lo alcanzó y quedó de rodillas junto a él, y le dijo:
ROSA: ya mi amor, vamos a casa, mira que el abuelo quiere llevarte al parque para que juegues con el.
Octavio al ver a su hija preocupada por el estado del niño decidió seguir la conversación para que el niño se calmara.
OCTAVIO: ¡si mi niño! vamos a jugar mucho, te comprare un algodón de azúcar, el que tanto te gusta, ven vamos.
El niño en ese momento no quería saber nada de parque ni de algodon, el solo quería encontrar a su papá; el no dejaba de llorar y mirar a todos lados, las personas veían al niño tirado en el piso llorando y diciendo entre llanto que quería a su papá, Rosa Angélica comenzó a llorar junto a su hijo, ella haría cualquier cosa por saber quién era el padre de su hijo y encontrarlo, quería la felicidad de su hijo y estaba dispuesta a lo que sea por el, no le importaba si era un hombre de 50 años, gordo, no le importaba su físico, a ella solo le importaba la felicidad y la salud de su hijo, los dos lloraban, ella lo tenía abrazado tratando de convencerlo para salir del lugar, ella no sabía que más hacer o decir para calmarlo, estaba empeñado en encontrar a su padre en el centro comercial. Rosa Angélica lloraba porque ya su hijo sentía la ausencia del padre, ella sentía nervios porque así como estaba su hijo en cualquier momento le preguntaría porque su papá no estaba con ellos.
Por otro lado Álvaro continuó buscando al niño con desesperación, al no dar con la voz de él prefirió salir del lugar, él sabía que esa voz era la del niño de sus sueños, el se quería ir, pero su instinto le decía que lo buscará, que no desistiera, pero él ya no sabía que más hacer.
Siguió caminando hacia la salida decepcionado, iba caminando triste y pensativo, no decidía si irse o esperar a ver si aparecía o daba alguna señal, mientras tanto el hombre de su seguridad buscaba por las cámaras al niño, se dio cuenta que habían varios niños que corrían por diferentes pasillos, tenia que llevar las grabaciones a su jefe para que el identificara al que buscaba; mientras que Álvaro iba a paso lento hacia la salida, todavía guardaba la esperanza de encontrar al niño mientras estuviera dentro del centro comercial, caminaba y miraba a todos lados, Álvaro vio a lo lejos a un grupo de personas que comentaban de lo que estaban mirando; se imaginó que tenían a alguien retenido por robar en algún loca del centro comercial, siguió caminando para salir por la puerta más cerca y no por donde estaban las personas reunidas.
Tirado en el piso llorando, Jonier levantó la mirada, volvió a ver al que era su papá en los sueños, sonrió, se levantó emocionado y corrió hacia el hombre gritando:
JONIER: ¡¡papá!! ¡¡papá aquí estoy!! no me dejes que yo te quiero mucho.
Rosa Angélica y su padre corrieron detrás de él para alcanzarlo.
Álvaro al escuchar la voz del niño miró a esa dirección, lo vio correr hacia él con los brazos abiertos para que él lo recibiera. Él se dio cuenta que era él niño de sus sueños comenzó a llorar y lo recibió con un gran abrazo, lo lleno de besos como lo hacía en sus sueños, Rosa Angélica no sabía que hacer o decir, por primera vez vio a su hijo feliz y pronunciar más palabras.
Rosa Angélica se acercó a ellos, se dio cuenta que el hombre lloraba con el niño, pero lo que más le sorprendió fue que el hombre en medio de sus lágrimas le daba besos al niño y lo abrazaba con mucho cariño, las personas que estaban cerca miraban la escena con ternura y según ellos entendieron todo, se imaginaban que eran padre e hijo que se reencontraban después de días sin verse y por eso él niño lloraba.
Después de tanto abrazo y besos entre los dos jonier le dijo a su madre:
JONIER: ¡mira mamá! Ven, mi papá volvió, mira abuelo Óscar es ¡mi papá! Mi papá volvió con nosotros para siempre.
Rosa Angélica no sabía que hacer o decir, estaba sorprendida por su hijo, solo le escuchaba decir que quería a su papá, ella no sabía que hacer o decir, no quería quitarle la felicidad a su hijo, Álvaro no había visto a la madre del niño, cuando él miró enseguida se dio cuenta que era la mujer que había pasado la noche con él en él hotel; miró al niño en sus brazos y lo volvió abrazar, no podía creer que sus sueños se le habían hecho realidad, conoció a su hijo por medio de sus sueños, los mismos sueños que le dieron las últimas pistas para que él los encontrara, ambos estaban conectados por los sueños, se conocían a la perfección, los únicos que no entendían nada era Rosa Angélica y su padre.
Álvaro decidió acercarse a ella con el niño en sus brazos, le sonrió con ternura y la abrazó, ella terminó de confundirse con la acción del hombre, antes que terminará volviéndose loca decidió preguntar:
ROSA: disculpa pero... ¿nos conocemos? Porque yo estoy completamente segura que no te conozco.
ÁLVARO: ¡conocernos no! Pero si nos vimos en una ocasión, vamos a un lugar más tranquilo y hablamos de todo esto que nos está pasando, sé que estás confundida, pero el niño y yo tenemos claro todo.
Él padre de Rosa Angélica se había mantenido en silencio, observando y escuchando todo lo que sucedía, sólo habló para responder a Álvaro.
ÓSCAR: ¡joven! Me va a disculpar, pero mi hija y mi nieto no van a ningún lado con usted, ella no lo conoce y por favor entréguenos al niño.
ÁLVARO: ¡señor! Yo lo entiendo, pero yo sí sé de ella y del niño, venga usted también y hablamos de todo esto, para aclarar las dudas, por favor necesitamos hablar esto.
A diferencia de Óscar, Rosa Angélica si quería aclarar todo, no quería quedarse con las dudas y menos viendo a su hijo feliz, quería saber ¿por qué decía que la conocía? Y también los sueños del cual habló.
ROSA: ¿dime donde nos vimos? ¿Porque mi hijo y tú se conocen?
ÁLVARO: ¡por eso es que quiero que hablemos! Tenemos que aclarar todo esto, vamos al hotel y hablamos con más tranquilidad.
Rosa Angélica y su padre aceptaron, Óscar no le vio malas intenciones y salieron con él, junto a ellos iba el de seguridad que había conseguido las grabaciones, pero se dio cuenta que ya no era necesario, al llegar al hotel Rosa Angélica se puso nerviosa, ese era el hotel donde había amanecido años atrás, ella se imaginó por donde iba el asunto, llegaron a la suite, se pusieron cómodos para aclarar todo.
ÁLVARO: hace años despertaste en una habitación de este hotel ¿verdad?
Rosa Angélica miró a su padre apenada, luego miró a Álvaro con vergüenza y le contestó:
ROSA: si... así es.
ÁLVARO: tu no te acuerdas pero la cosa es que estuvimos juntos, porque estabas borracha y las cosas se dieron. Llegaste a mi puerta borracha, yo abrí por el ruido que había y caíste delante de mi y.. bueno ya sabes, la cosa es que después tuve que irme a España porque mi madre me llamó para decirme que mi papá había sufrido un accidente, intente dejar una nota, pero por la prisa y una nueva llamada de mi madre me la llevé.
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Comments
Margarita Solis Reyes
que alegría se reencontrarnos
2024-11-12
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YENI RAMIREZ
ya el niño no enfermara /Facepalm/, por fin se encontraron
2024-09-06
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Rocio Castro luna
Hasta q x fin se pudieron encontrar y ahora sí a aclarar todo, q bn x ellos y más x el niño!!
2024-08-21
1