FIEBRE

Ambas mujeres quedaron en silencio, Rina entendió que su hija tenía razón, era su hijo el que sufría, un ser inocente y los arrastraba a ellos a ese sufrimiento, pero Rina siguió.

RINA: si mi vida, se trata de tu hijo, mi nieto, pero debemos pensar positivo, que va a llegar una solución, los pensamientos negativos que vienen a nuestra mente, por más insignificantes que sean, traen mala energía. Y, si los dejamos, pueden convertirse en arrasadores de buenos momentos y contagiar todo lo que está a su alrededor. No dejes que esto pase, piensa positivo. Si mantenemos una actitud negativa ante la vida, nada nos va a salir bien, o nos va a costar más, confiemos que llegara la solución cuando menos lo esperes, tengamos fe, tenemos que aferrarnos a la fe en Dios.

Rosa abrazó a su madre, todo lo ha soportado porque ella siempre está a su lado, ella y su padre son su apoyo, siempre están dándole ánimo.

Pasaron los años de lo sucedido, Rosa Angélica era madre soltera, nunca ha querido una relación, tenía muchos pretendientes, pero ella no queria a ningun hombre a su lado, estaba desempleada por lo mismo de los permisos en sus trabajo porque su hijo enfermaba muy seguido, el niño tenía 4 años, a Rosa Angélica su papá la ayudaba para que se quedara con su hijo Jonier, a los dos meses el señor Óscar llegó a su casa con la noticia que no podia trabajar vendiendo los jugos, porque todos los puestos informales del centro de la ciudad los iban a quitar, a Rosa Angélica le dolió ver a su padre pensativo, tenía años vendiendo jugos para llevar el sustento a la familia, la madre de ella, Rina trabajaba tres veces a la semana en casa de familia, era entonces la encargada de llevar el sustento a casa.

Jonier volvió a enfermar, le daba fiebre y llamaba a su papá, a Rosa Angélica le partía el alma al ver como su hijo llamaba a un papá que ni ella misma conocía, los médicos le hacías exámenes y nunca encontraban nada, ella se puso a pensar bien las cosas y la única respuesta que encontró fue la ausencia de un padre, ella pensó que depronto su hijo se enferma por eso.

Rosa Angélica no sabía que hacer, los médicos ya no sabían que darle para bajarle la fiebre, lo que ninguno sabía era que se le quitaba cuando soñaba con su papá, en el sueño su padre lo cargaba, le decía cuanto lo amaba y lo anhelaba, lo acariciaba mientras dormía, de esa forma se le quitaba la fiebre; cuando el niño despertó miró a todos lados y dijo:

JONIER: mami, ¿ dónde está mi papá?

Ella lo miró sin saber que contestar, lo abrazó y se dio cuenta que ya no tenía la fiebre, se dio cuenta que su hijo cada vez que enferma llama a su papá y pensó ¿será su papá el motivo de su fiebre? ¿Le faltara una figura paterna? Estaba confirmando lo qu habia pensando antes, lo lleno de besos por toda su carita y le dijo:

ROSA: mi amor, estamos los dos solos aquí, mira.. no hay nadie.

JONIER: ¡quiero a mi papá! Búscame a mi papá, él me cuida mucho y me da besos como tú.

Rosa Angélica quedó en shock, no sabía que hacer o decir, estaba segura que ese era el motivo de su fiebre desde su nacimiento, por eso siempre menciona papá, ¿por eso casi a diario está con fiebre? ella estaba sorprendida, ya había encontrado la respuesta que tanto había deseado.

Mientras Rosa Angélica luchaba a diario con la fiebre de su hijo que en algunas ocasiones sólo era calenturas, y otras veces era fiebre alta. Álvaro trató durante los cuatro buscar una mujer con quien organizar su vida, siempre soñaba con su hijo y una mujer que no le veia el rostro, no sabía quién era esa mujer, trato de olvidar los sueños, pero por mucho que trato de olvidar no podía olvidar, no era su decisión si soñar o no, el niño estaba metido en lo más profundo de su ser; el soñaba con el niño, lo vio en el vientre de la madre, recién nacido y hacia parte de su crecimiento y que le llamaba papá, le decía que no lo dejara, ese sueño con el niño lo tenía inquieto, no sabía si eran las ganas de tener uno que lo estaba volviendo loco, ya el niño estaba grande.

Él tenía una novia la cual tenían un año de relación, él estaba seguro que con ella formaría un hogar, por eso no uso protección, después de hacer el amor con ella la vio cuando se tomó la píldora, él le preguntó por qué la tomaba a lo que ella respondió.

— ¿Cómo que porque? Pues para no quedar embarazada, no estoy para eso, no voy a desfigurar mi cuerpo por un niño que solo me va a dar mortificaciones y desveladas, no voy a cometer esa locura.

Él quedó en silencio, se dió cuenta que era una más del montón, la típica superficial que solo quería lujos y mostrar su figura, no tenía nada más que decir, todo estaba claro.

ÁLVARO: ok, no pasa nada.

— Parece que sí, déjame decirte que conmigo no es, busca tu hijo por otro lado.

Álvaro la miró y le dijo que no había problema, que mejor dejaran las cosas así, no quería quese sintiera obligada a nada, ella no le dio importancia porque no deseaba tener hijos y pensó que era lo mejor.

Él salió del apartamento sabiendo que no podía obligar a ninguna mujer a formar una familia con él, pensó en resignarse, era mejor buscar un vientre en alquiler para cumplir su deseo de ser padre, aunque tenía que pensar bien las cosas, porque tendría que buscar a alguien que lo ayudara las 24 horas porque solo no iba a poder y tampoco tenía mucho tiempo, porque tenía que trabajar.

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