Rosa Angélica se sentía feliz y al mismo tiempo incertidumbre, por el momento del parto, fue a su último control y el doctor le dijo que ya el bebé está preparado para el nacimiento, la posición del bebe estaba bien, ya tenía la cabeza encajada en la pelvis; el doctor le dijo que espera que permanezca así hasta el momento del parto.
Ya le faltaba dos semanas para los 9 meses, Rosa Angélica estaba nerviosa, no sabía si podía soportar el dolor, temía por la vida de su hijo.
Los padres la veían un poco pensativa, Octavio le pidió a Rina que hablara con ella, que le diera animo. Rina se acercó a su hija y le preguntó:
RINA: ¿qué piensas hija?
Rosa Angélica al escuchar a su madre comenzó a llora y le dijo:
ROSA: tengo miedo mami, no se si podré..
RINA: mi niña, ya vas para los nueves meses, yo se que tienes dudas, es normal la incertidumbre y los miedos que te vienen a la cabeza pensando en el día del parto. Pero cuando llegue el momento tienes que tomarlo con calma, y soportar por ese bebe que viene, el todo estos meses has estado esperando ¡Ánimo! porque lo vas a hacer genial, tu eres muy fuerte y lo vas hacer por esa bendición.
ROSA: si mamita, pero igual me da miedo, le voy a pedir a Dios que me ayude a salir con bien junto a mi bebé.
RINA: yo tengo fe que todo va a salir bien hija, no olvides que estoy para ti al igual que tu padre, tu eres nuestro tesoro, nuestro amor incondicional ¿sabes algo hija?
ROSA: ¿saber que mami?
RINA: mi niña.. Ahora que vas a ser mamá, vas a reafirmar eso que tanto me has escuchado, acerca de que no hay amor más incondicional que el de una madre, que simplemente no hay palabras suficientes para describir lo que se siente, lo vas a saber cuando lo tengas en tus brazos por primera vez.
Rosa Angélica ya estaba en la última semana de su embarazo, estaba sentada junto a su madre contándole que tenía un amigo que estaba enamorado de ella, la quería con su hijo incluido pero Rosa Angélica no estaba dispuesta a darle una responsabilidad que no era de él, ella tampoco estaba enamorada, no le gustaba nada, lo queria y lo veia solo como un amigo y no era justo para ese buen hombre.
La madre la apoyo, ambas eran personas muy sensatas, lo mejor era dejar las cosas claras con su amigo enamorado; mientras hablaban ella sentía dolor que poco a poco era más fuerte. Después no pudo aguantar y le pidió a su madre llevarla al hospital, Rosa Angélica anhelaba mucho a su hijo, pero tenia miedo por todo lo que tenía que pasar para poder tenerlo en sus brazos, ella lloraba por los fuertes dolores, le decía a su madre que la ayudara pero desafortunadamente su madre no se podía hacer nada, solo esperar, Rosa Angélica daba gritos, su madre lloraba al ver a su única hija sufrir, pero sabía que los partos normales eran más dolorosos que los de cesáreas, aunque algunas también sufren.
Después de una hora de dolor, Rosa Angélica tuvo a su hijo en brazos, ya eran las 6 de la tarde.
Después de verlo supo que valió la pena tanto dolor, era lo más hermoso que había visto, aunque ella sabía como lo había concebido no se arrepentía de nada, tenía a su amor verdadero en sus brazos, la procedencia no importaba, aunque ella sí pensaba todos los días en ¿quién sería el padre de su hijo? Quería acordarse de su rostro para poder cerrar esa historia, con el bebé en sus brazos Rosa Angélica entendió lo que le decía su madre del amor incondicional.
La madre de Rosa Angélica dio aviso a Octavio, que después de media hora llegó apresurado al hospital, llegó desesperado por saber de su hija y su nieto, no demoro mucho cuando un doctor salió y dio la noticia que ya Rosa tenía a su hijo en brazos, les hizo saber que después que terminaran la revisión del bebé y ella pasarían a una habitación donde ya podían verla.
En España Álvaro despertó confundido, no entendía por qué soñaba con una mujer dando a luz, los gritos de dolor de la mujer, vio nacer al niño y como su madre lo tenía en sus brazos aún sin ser aseado por las enfermeras, él veía perfectamente el rostro del niño, pero no podía ver el de la madre, siempre hacia el intento de ver su rostro pero no podia, algo no lo dejaba, no entendía ese sueño.
Álvaro decidió no darle importancia y volvió a dormir pero volvió a soñar con él hermano bebé que en el sueño lo tuvo en sus brazos, sentía que era suyo, algo lo ataba a él, en el sueño lloro de felicidad con el niño en sus brazos. Él volvió a despertar, no podía creer que ese sueño lo estuviera incomodando, él pensaba que era el afán de tener uno lo que lo estaba haciendo soñar tanto con un niño, siempre el sueño lo llevaba hasta él desde el vientre de la madre y lo llenaba de felicidad.
Pasaron tres días y Rosa Angélica ya estaba en su casa junto a su hermoso hijo, la madre dejó de trabajar para cuidar de ella y su hijo. Rosa Angélica estaba muy agradecida con sus padres porque la apoyaron en todo el proceso de su embarazo, eran unos padres muy comprensivos los cuales ella adoraba con toda su alma, ellos estaban felices con su nieto, ha llenado su hogar de felicidad, es una bendición de Dios para ellos.
Pasaron dos semanas desde que Rosa Angélica tuvo a su hijo, ella estaba feliz, sus padres no se cambiaban por nadie, ellos ibana ser los abuelos más consentidores, el niño era bien portado, lloraba solo cuando ya tenía hambre, Rosa estaba orgullosa de su bebé, pero no todo era color de rosas.
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Comments
SE Pti
por qué en la vida real no le pasa lo mismo algunos hombres así como Álvaro
2024-05-12
2
Virginia García dominguez
¿No le da por pensar que la chica con la que estuvo tiempo atrás, podría haber quedado embarazada?
2024-03-21
3
Elizabeth Trombetta Veron
no hay q confiar en nadie
2024-02-20
7