Capitulo 3.

Capítulo 3.

Decir que estaba histérica era poco, estaba tan roja que incluso podrían decir que mi piel es de ese color podría pasar como cierto, tan rápido como llegue a ese cuarto me mire al espejo y vi el color que abundaba en mi cara y como mis labios estaban tan rojos, prácticamente era una manzana roja demasiada roja camine tratando de que desapareciera pero con el calor que hacia en ese maldito lugar nada mejoraba, incluso para descargar mi histeria grite con una almohada que había en el lugar y aun así sentía mis manos temblar ligeramente y mis labios hormiguear por lo sucedido comencé a respirar lentamente para controlarme y pensar un poco las cosas.

En primer lugar mi plan de escape fallo por culpa de ese hombre que por cierto era demasiado lindo para mi propio bien, tenia unos ojos color amarillo y lo que dejaba ver el casco o eso creo que era, su cabello era negro como la noche una apariencia bastante normal aunque no se porque tenia que preocupare por el color de sus ojos y cabello, por ahora no me importaba solo quería salir de ese sitio lo mas pronto posible.

-¡¿Y ahora como saldré?!- lance mi pregunta frustrada viendo las cortinas que había en esa cama

-Por ahora no saldrás en un buen rato hasta que se decida que se hará contigo – estaba tan sumergida en mis pensamientos que no escuche como habían entrado a ese cuarto

-¿Por qué no saldré?- pregunte viendo aquella mujer que había visto unos días antes.

-El faraón ordeno ya no ver a ninguna mujer, ya encontró a la única que quiere en su cama- la arrogancia de esa mujer fue irritante pero eso no me importo nada mas que el hecho de que ya no tendría que ver a ese hombre tan horrible fue tanta mi emoción que grite y me lance a esa mujer agarrándola de los brazos

-¡¿No me está mintiendo?!- de estar muerta de vergüenza pase a casi un infarto de felicidad por lo que escuchaba sentía que el corazón estaba a punto de explotarme

-No te hagas ilusiones niña ya que no servirás como concubina serás enviada a satisfacer a los soldados- decir que mi felicidad se esfumo como una burbuja al ser reventada y como si medusa existiera reencarnándose en la mujer que seguía tomando de los brazos mirándome con burla y satisfacción me dejo petrificada

-¿Qué?- logre decir aunque solo eso salió de mi boca

-Soldados llévensela – dijo de la nada mostrando una sonrisa malévola mirándome con desprecio -Enciérrenla junto con las 10 concubinas desechadas-

-¡¿Qué? NO, ALEJENSE!- grite mientras me tomaban de los brazos pero con los pocos recuerdos de lucha que tenia en mente comencé a poner a prueba con esos soldados pero al darle a uno, llegaron mas sometiéndome completamente y amarrando mis manos con una cuerda y ambas piernas, trate de gritar para pedir ayuda pero nadie me ayudaría en este sitio.

-¿Qué crees que haces Nali?- un hombre entro a donde me tenían ya amordazada y esa mujer sonriendo horriblemente

-¡General Aaron!- La mujer de inmediato se arrodillo frente a ese hombre de cabello azulado y ojos entre azul y amarillo

-Te hice una pregunta Nali-

-Ll…evamos a la esclava a los centros de… placer- su voz temblaba por estar frente a ese hombre yo no dejaba de temblar por lo que podría sucederme

-Yo no veo ninguna esclava aquí Nali, - su voz era fría y demostraba poder ante los demás

-¿Ge…General?- pregunto muy asustada

-Suelte a la mujer y lárguense- en menos de unos segundos cortaron la cuerdas y me quitaron la mordaza de la boca y sin ayudarme a parar salieron corriendo de ese sitio -¿Te encuentras bien?- me ofreció su mano yo la tome ya mas relajada

-Me duelen las muñecas-

-Siento como te trataron –

-No fue usted quien me hizo esto-

-Aun a si es mi responsabilidad prometí proteger a las mujeres que traje así que no dejare que te lleven a los centros de placer- ¿Cómo no enamorarse de este tipo? Eran tan dulce y guapo que sentía mi corazón latir por solo su apariencia pero estar con este hombre me llevara a la perdición aunque no estoy muy segura

-Gracias pero ¿Qué será de mi?- tenia intrigas sobre mi futuro

-Buscaremos algo en lo que puedas ayudar al igual que las demás por ahora solo descansa vendré en la noche- se despidió de mi volviendo a dejarme sola en la habitación pensé que tenia mi futuro resulto al saber que el Faraón ya no quería a ninguno tal cual en la historia pero eso implicaba que mi futuro puede ser peor que la muerte, me quede en el suelo recargada en la pared pensando en lo que pueda pasarme asi que para defenderme tome una antorcha y la deje aun lado mío me quede todo el día en la misma posición seguía abrumada por todas las emociones del día.

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