Rose se encontraba en el auto, aún tenía la mirada puesta en el motel. Era como si su ser le dijera que no debía irse. Soltó un fuerte suspiro, amo aquel hermoso sueño mientras duró, pero tenía que volver a la realidad y eso significaba enfrentarse a los medios, así como a su familia por el desplante de su ex prometido.
Con la mirada buscó en la parte de atrás del auto donde había tirado el celular cuando vio que su madre la llamaba insistentemente. Una vez que lo tomó, volvió a poner su mirada al frente. Una sonrisa se posó en sus labios cuando vio a aquel desconocido salir del motel. Encendió el auto y lo puso en movimiento lento al pasar cerca de él. Asomó su cabeza por la ventana de la puerta del lado del pasajero. —¿Estás seguro de que no quieres que te lleve? —vio cómo él se sacudía el polvo y al escuchar su voz se sorprendió.
—Pensé que ya te habías ido —le regaló una sonrisa contagiosa.
—No, estaba buscando mi celular —dijo mientras mostraba el celular encontrado con sus manos—. ¿Te llevo a algún lugar más tranquilo para que te puedas ubicar o te llevo al bar? —volvió a insistir.
A David le gustó la calidez con la que ella se dirigía a él, pero ya había llamado a su primo para que lo recogiera. —No te preocupes, ya vendrá alguien por mí. Por un momento, me ilusioné pensando que querías un último encuentro de despedida —no sabía por qué aquella mujer le daba esa seguridad de ser sincero con ella.
—¡Qué hombre tan insaciable! Tendré que ir al hospital por tu culpa—Rose estaba disfrutando las bromas hasta que vio cómo él cambió su semblante, pasando de estar dándole una sonrisa pícara a una de pánico—. Lo siento, no quise hacerte daño. ¿Te llevo al hospital? —ella abrió los ojos cuando lo escuchó. Había notado ese pequeño defecto en él, como si no diferenciara con exactitud cuándo es una broma o no. Tomaba las palabras muy literalmente.
—Solo estoy bromeando, estoy perfectamente —extendió su mano y tocó su mejilla. A pesar de que su zona palpitaba, no era capaz de decirle sobre aquello.
—¿Segura? —le preguntó mientras se recostaba en su mano—. Segura, créeme que ya te hubiera partido el trasero si me hubieras hecho algo malo —vio cómo este comentario lo hizo sonreír.
—Espero que te venga a buscar o... —dejó la oración en el aire.
—No te preocupes, puedo esperar solo. Además, no quiero ponerte en una situación incómoda —ella asintió con la cabeza.
—Espero que no tomes de costumbre estar con extraños —ella volvió a verlo. A pesar de que en la punta de su boca tenía una réplica, vio que él no lo decía con maldad, era solo su forma de expresar las cosas—. No prometo nada —dijo mientras ponía el auto en marcha.
David observó cómo se alejaba la única mujer que lo había visto como hombre y que le había hecho experimentar la mejor sensación de su vida. Aún podía sentir la calidez de su cuerpo en él. Sabía que había pocas probabilidades de que ambos se encontraran de nuevo, y si eso llegara a suceder, habría otro hombre en su vida. Mujeres como ella nunca estaban solas.
Rose iba manejando con una tonta sonrisa en su rostro, pero sabía que debía dejar atrás todas esas sensaciones que embriagaban su cuerpo y enfrentar la realidad. Prendió su celular y notó que tenía un registro de llamadas perdidas en el que su madre la había llamado 50 veces. —Madre, por Dios —exclamó, luego vio las llamadas de su hermano y su padre, y como un rayo pasó por su mente —¡maldición, ninguno de los dos nos cuidamos! —se dio cuenta de ese gran detalle después de pasar la noche con aquel extraño.
—Por Dios, ¿cómo se me pudo olvidar lo más importante? —buscó en su celular qué farmacia estaba cerca para tomar la pastilla del día después. Podía ser virgen. Sonrió —ya no lo eres —dijo en voz alta mientras recordaba los métodos anticonceptivos.
Mientras seguía la ruta marcada en su celular, este sonó fuertemente. Solo esperaba que no fuera su madre, pero el nombre de Emile fue el que resplandeció en la pantalla. Esto hizo que soltara un suspiro. —Hola —dijo al contestar.
—Hasta que por fin decides contestar. Sabes, medio mundo te está buscando. Tu madre no se cansó de llamarme, solo para decirme alcahueta, y ¿cómo dejas ir a un hombre tan bueno y bondadoso? Y ni hablemos de tu hermano, que me dijo cómo te considera su mejor amiga si ni siquiera sabes dónde está Rose. —Rose hizo una mueca al escuchar los gritos de su amiga al otro lado de la línea.
--Solo te puedo decir que no soy virgen —dijo para callarla, y lo cual tuvo el efecto deseado, ya que por algunos segundos la otra línea quedó en silencio. —Oh, por Dios, no puede ser. Dime quién fue, cómo fue —y como el estado de ánimo de su amiga actuara como un interruptor, cambió de estar enojada a escuchar la emoción latente—. Te lo diré personalmente.
—Bueno, agradece que ya estoy aquí. Lo único es que le dije a mi chofer que me viniera a buscar, pero no está aquí. Por eso te llamaba, ¿puedes buscarme? —ella se sorprendió al escuchar eso. Emile viene de una familia adinerada y si no recordaba mal, tienen un avión privado —tu familia no tiene un avión privado —preguntó.
—Tú lo dijiste, mi familia, no yo —esto hizo que guardara silencio. Sabía que la relación de su amiga con sus padres era más delicada que la suya.
Miró el celular para ver cuánto tiempo demoraría en llegar hasta su amiga y notó que serían 15 minutos —puedes esperar por 15 minutos o en mucho para la gran Emile —dijo para molestarla —te espero, pero luego me tienes que invitar a desayunar y contarme todo —esto hizo que sonriera.
Una vez que recogió a su amiga y ambas estaban disfrutando en un famoso restaurante en Nueva York, Roses tuvo la sensación de que algo se le había olvidado, pero no lograba entender qué. Por más que lo pensó, su mente no lograba recordar qué era. Decidió no pensar mucho en ello, confiando en que su mente eventualmente le recordaría —ya cuéntame cómo era —este comentario de su amiga la sacó del presente —creo que no existe un hombre mejor que él —no quiso dar detalles, ya que sentía que lo compartido era algo íntimo entre los dos, y a pesar de que Emile era su amiga, hay cosas que no se deben decir.
...Espero que les haya gustado el capítulo 😁 no olviden comentar 😊...
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Comments
Lesly Argumelo
ya me atrapo la historia
2024-07-31
1
🇻🇪🌹❤️🔥Yoleida🔥❤️🇻🇪🤩😍
hay espero que emili no sea una vibora
2024-07-23
0
Mildred Álvarez
me gustó,me encantó, pero ellos al menos debieron ponerse de acuerdo para encontrarse nuevamente en el hotel y seguí en el anonimato.
2024-04-12
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