Los dos entraron en el despacho y lo primero que Zeus hizo fue entregarle los sellos y documentos para su nuevo cargo, también le dijo que su despacho queda pegado al suyo y que podría decorarlo a su gusto, luego se torno un silencio incomodo, ninguno decía nada.
- Gracias, dijo ella para romper el hielo.
- No me agradezcas, ahora eres mi reina y como tal tengo que tratarte, mañana te llevo a conocer los poblados mas cercanos y la ciudad para que conozcas las necesidades del reino.
- Ella sonrió emocionada, eso me encantaría, me he preparado por años, créame que no voy a defraudarlo, seré la mejor reina que este país ha tenido.
- De eso no tengo duda. Se acercó a ella y le tomo las manos de forma tierna. Quiero que también hablemos de nuestra relación, lo que paso anoche fue increíble, quiero que nos llevemos bien y nos conozcamos más, si algo no te gusta dímelo, quiero pedirte que me tengas confianza.
- Eso, mi confianza ya la tiene.
- No parece, pero no importa ya hablaremos de eso, me gustaría saber si deseas dormir en mi habitación o quieres ocupar tu palacio.
- Ella se sonroja al recordar lo que paso en la habitación anoche y tapa su cara con las manos mientras contesta. Quiero dormir con usted.
- No seas tímida, yo esperaba esa respuesta, si dormimos juntos podremos conocernos más.
- Bueno ahora que todo esta en orden, puedes revisar los documentos con tus funciones e ir organizándote en lo que voy a una reunión, si necesitas algo se lo pides a mi asistente, mandare un aviso para entrevistar personas para que sean tu asistente, si estás de acuerdo.
- Claro, pero yo hago las entrevistas.
- Por supuesto, será usted quien escoja con quien trabajar, por ahora la dejo nos vemos para cenar.
El beso sus labios y salió del despacho dejándola roja hasta las orejas, todo era nuevo para ella, pero se sentía feliz, nunca había recibido tanta atención y se sentía encantada, se concentro en revisar los documentos.
Dentro de sus funciones estaba la administración de orfanatos, hospitales y albergues, encontró que Zeus creo en los últimos años el doble de estos lugares para ayuda a los de más bajos recursos, también había comedores gratis en la ciudad para indigentes.
Al parecer era muy buen gobernante, reviso las finanzas y al parecer todo estaba en orden, mientras estaba concentrada revisando los documentos una sombra apareció.
- Mi señora soy zafir y estoy a su servicio.
- Mi padre te envió.
- Si, desde este momento seré su sombra y hare lo que me pida.
- Bien, primero quiero que recorras el palacio y me informes si vez algo inusual, también consigue toda la información que puedas de mi esposo, quiero saber cualquier cosa que creas relevante.
- Muy bien mi señora.
- Una cosa más, solo apareces frente a mi cuando este sola, no quiero que nadie te vea.
- Despreocúpese, nadie me vera a menos que usted me lo pida.
- Bien, puedes irte.
En el salón de reuniones principal Zeus discutía acaloradamente con los miembros del consejo, pues estos le solicitaban un heredero a la brevedad, porque el primogénito sería el heredero del reino oscuro y la reina debía tener como mínimo dos hijos para que el reino del fuego también tuviera heredero.
Zeus estaba muy enojado, apenas tenia un día de casado y esos viejos se creían con derecho de opinar sobre su vida privada, al paso que iban ellos escogerían los nombres de sus hijos y hasta las esposas de estos, furioso le dio un golpe a la mesa dejando el salón en completo silencio.
- Les voy a pedir que no toquen más este tema, si voy a tener hijos, pero cuando la reina y yo lo decidamos, ninguno en esta sala tiene derecho a meterse, me parece una falta de respeto que me citen a una reunión urgente para preguntarme en cuanto tiempo tendré herederos.
- Disculpe majestad, pero no nos regañe por querer lo mejor para el reino. (ministro de fronteras Filipo)
- Disculpe ministro, pero en estos años que llevo al frente del reino he demostrado con creces que me importa el reino y su gente, doy por concluida esta reunión y los espero mañana para la reunión de la semana para que me entreguen sus reportes.
Zeus se levantó y salió de la sala, si seguía en ese lugar terminaría matando a uno de esos viejos, camino de regreso a su despacho, en el camino se encontró con su secretario y este le dijo que ya había enviado el aviso para encontrar la asistente de la reina y mando a pasar todo el equipaje de esta en su habitación.
El simplemente asintió y entro al despacho, Loretta tenia la cabeza metida en los libros y documentos que ni cuenta se dio que este había entrado, la observó un rato y pudo ver sus gestos, se dio cuenta que estaba leyendo algo que le desagradaba por los gestos de su cara.
Pasaron más de 10 minutos y esta seguía sin notar su presencia, él se acerco despacio y le quito el libro de las manos.
- Que tiene tan entretenía a mi reina.
- Son las finanzas encontré algo que no entiendo.
- Si me preguntas te explico, pero más tarde, vamos a comer muero de hambre y me imagino que tu igual.
- La verdad no mucho, cuando me concentro en algo no lo dejo hasta terminar.
- Bueno, pero puedes terminar mañana es hora de cenar.
- Está bien vamos, pero me explicas lo que no entendí en el libro.
- Como mi reina mande.
ZEUS.
LORETTA.
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