CAPITULO 18

Zeus paso el día en el cuartel, mientras Loretta visito los orfanatos y barrios pobres de la ciudad, repartió ropa y comida, los seres de las calles nunca se imaginaron que verían a la reina en persona y menos entregándoles todas esas cosas, había enfermos, pero no tanto como en el marquesado.

En patio del cuartel se escuchó un alboroto, Zeus no comprendía que estaba pasando, decidido salió a echar un vistazo, en medio del patio estaba Loretta con el duque tirado y amarrado a sus pies.

Los soldados no podían creer que esa mujer tan hermosa pudiera a ver atrapado al escurridizo duque sola, la estaban rodeando, no sabían que se trataba de la reina, la miraban como lobos hambrientos listo para atacar.

Zeus salió a ver y se enojó mucho al ver las miradas de los soldados, llego al lado de su esposa y la beso delante de todos como marcando territorio, varios se sorprendieron, pero de inmediato comprendieron de quien se trataba, se habían escuchado muchas historias sobre la princesa del reino oscuro y que era ahora la reina del fuego, pero nada decía que era tan bella.

Asustados por su propia actitud y temiendo recibir un castigo se fueron dispersando, Loretta tuvo que empujarlo para que la soltara, estaban dando un espectáculo y no se sentía cómoda con ese tipo de comportamientos en público, no le desagradaban sus besos, pero ese no era el momento ni el lugar.

- Amor que piensas hacer con mi regalo, mira que te lo traje vivo.

- Mi esposa es la mejor, que te parece si lo mandamos a colgar en medio del patio y que los soldados se diviertan un poco antes de llevarlo de regreso y que sea juzgado.

- Me encanta esa idea.

El duque fue colgado en el patio del cuartel, los soldados lo desnudaron y azotaron con varios objetos, descargaron su ira y frustraciones de años de injusticias sufridas, la familia del duque fue informada de su captura y fueron encerrados en la mansión a espera de juicio.

Al día síguete por la ciudad y sus alrededores corrían rumores de todo tipo, como que el duque y su familia fueron atrapados robando al rey y este en venganza los había matado a todos, otros decían que una mujer de ojos rojos atrapo al duque intentando huir y le corto la cabeza como regalo al rey.

Una mujer encapuchada escuchaba dichos rumores en el mercado de la ciudad mientras compraba hiervas, pregunto si era cierto que los reyes estaban en el ducado y todos confirmaron que estos estaban en la mansión del duque, la mujer misteriosa derramó sobre varios puestos de comida un polvo incoloro, luego salió del lugar sin ser vista.

En la plaza principal de la ciudad se instaló una tarima de ejecución llenando el lugar de curiosos, todos se preguntaban quién sería ejecutado en público, pero muchos ya sabían que sería el duque por sus malos manejos, los soldados hicieron un perímetro para que las personas no se acercarán demasiado.

Después de unas horas el gran duque de Ontario fue arrastrado por la plaza y dejado en la tarima de ejecución, detrás de él trajeron a su esposa y parte de sus hijos, los dos que estaban casados pudieron demostrar su inocencia en los malos manejos del duque, los reyes llegaron a caballo, todos admiraban su belleza, en conjunto parecían una pareja tallada por los mismos dioses.

El capitán procedió a leer los cargos, el duque fue condenado a muerte y su familia desterrada a la frontera con las bestias, las mujeres gritaban por piedad, sabían que ese lugar era peor que la muerte, pero sus gritos se acallaron cuando el verdugo corto la cabeza del duque.

La multitud que presenciaba la ejecución lanzo piedras a los familiares del duque, no eran muy queridos por los seres del ducado pues nunca los trataron bien, dentro de la multitud alguien empezó a toser, seguido por otro y por otro, en minutos muchos tosían llamando la atención de los reyes.

Loretta se percató de esto y camino a ellos para revisar la causa, cuando de pronto un hombre callo en medio de la multitud, una mujer se acercó y al verlo comenzó a gritar que estaba muerto, el cuerpo se desvaneció y todos entraron en pánico y empezaron a correr despavoridos.