La ciudad brillaba, se notaba su belleza a leguas, las luces de esta se reflejaban en la ventana del auto el cuál Josh conducía.
—¿Eres muy amigo de Elian?— Mathew rompió el hielo comenzando la conversación —Puedo notar la confianza a metros
—Así es señor— responde el joven de cabello castaño —Llevo varios años trabajando para la familia, ya lo considero mi hermano de otra madre
—Eso es bueno
—Se nota que usted también es muy cercano a Caín
—Si, es mi mejor amigo, lo conozco desde la niñez, él era un poco serio y no se relacionaba con nadie, yo era todo lo contrario, polos opuestos se atraen— El pelirrojo sonríe
Mathew lo mira con un poco de alegría, parece que quiere acercarse, su mano derecha de mueve sola y toca el cabello de Josh, llevando un mechón detrás de su oreja, este lo mira por un momento extrañado.
—¿Quieres salir conmigo?— Le habla sonriendo —Eres demasiado lindo
—No estoy entendiendo señor ¿Salir? No creo que pueda, no tengo nada que hacer con usted y estoy ocupado en mi trabajo
—Por eso no hay problema, yo te puedo ayudar a que salgas después de tu trabajo, solo dime que sí
—No puedo
—¿Quieres que te conquiste Josh?
—Señor Mathew, lo acabo de conocer hace unas horas, no tiene necesidad de conquistarme
—Detente, ya lleguemos
El pelirrojo lleva su mirada hacia el conductor, en un fragmento de segundo se acerca y le da un dulce beso cerca de su boca, Josh simplemente queda sorprendido por lo que sucede.
—Te conquistaré— Dice por último y sale del auto
Josh conduce en dirección a donde lo espera su jefe, pero a él no le está preocupando nada en este momento, simplemente la forma en que se acaba de comportar aquel sujeto.
No podía decir que estaba enojado porque no era así, más bien estaba confundido, era un sujeto que acababa de conocer y aunque él es homosexual no podía creer que le acabaran de proponer una cita por así decirlo.
En otra parte de la ciudad un sujeto con delicados rasgos asiáticos conducía mientras que su copiloto solo lo miraba con ganas de decirle algo.
—Quiero agradecerte— Habla Jade sin quitar su mirada del camino
—¿Porqué?— Tom lo mira esperando una respuesta a su pregunta
—Por no haber dejado que matara a aquel tipo, habría sido un gran error, no merece que yo me ensucie las manos con él
—No te preocupes, siempre que estés a mi lado no dejaré que hagas nada indebido, y si tengo que volver a detenerte estaré complacido
—Tambien quiero disculparme Tom, no debí haberte apuntado aquel día, soy alguien impulsivo y no me controlo a la hora de enojarme
—Eso no es nada, tal vez si eso no hubiese pasado hoy no estaría aquí contigo, disfrutando de tu compañía— El pelinegro sonríe
—¿Disfrutas de mi compañía? Pensé que solo ibas conmigo a diferentes partes porque me vigilabas
—No, tengo más razones para estar a tu lado pero no te las diré
—¿Porqué? ¿No puedes? ¿Es muy malo?
—Nada de eso— Montero esboza una sonrisa —Lo que pasa es que no tendremos tiempo
—¿Porqué?
—Porque ya hemos llegado Jade, es aquí—Señala el gran letrero que decía "Hotel"
Los dos sujetos entran y van a sus habitaciones rápidamente, suben el ascensor sin decir ni una palabra aunque en su mirada se notaba que la tensión se había ido.
—¿Quieres beber un poco de vino?— Tom le habla al chico de cabello lacio
—Vamos— Este sonríe formalmente
Entran a la habitación de Tom, Jade toma asiento mientras su compañero sirve las copas de vino.
—Fué un día difícil, no dormí bien en ese avión
—Nadie duerme bien en un avión— El escolta de Caín sonríe —Es un poco incómodo y no me gusta la sensación de estar en el aire
—Asi es, el despegue y el aterrizaje no son muy placenteros
—Ciertamente
Los desconocidos poco a poco se fueron conociendo, sus miedos, lo que amaban y lo que les daba gracia fueron temas de conversación.
La botella de vino se acabó así que pidieron otra a la habitación, al llegar siguieron bebiendo, sencillamente era imposible pensar que los dos se había apuntado en un bar por una sencillez.
—Cuando sea grande quiero ser astronauta— Habla Tom completamente ebrio
El asiático ríe a carcajadas oyendo las incongruencias de su compañero.
—Ya eres grande Tom, no crecerás más
—Ah, es cierto— Se desanima un poco mientras baja su cabeza —¡Entonces quiero ser mafioso!
—Ya lo eres, eres parte de una de las familias más poderosas del mundo
Tom ríe felizmente, ya no sabía lo que decía, en realidad si estaba muy ebrio, al igual que Jade.
—¿Me dejas ver tus ojos?— Dice el pelinegro acercándose mientras gatea ya que los dos estaban en el piso
—Ya los estás viendo— Le argumenta el joven de ojos cafés
—Pero de cerca
Los dos chicos quedan frente a frente mirandose a los ojos por varios segundos.
—Son tan hermosos como pensé— Sonríe el de ojos negros
Se acerca un poco más y pone su cabeza en el pecho de Jade, este acaricia su cabello con suavidad.
—Quítate— Le dice
—No— Responde Tom acomodándose mucho más —Aquí estoy bien
—Tonto
Jade cierra los ojos y poco a poco queda totalmente dormido con Tom en su pecho como si de una pareja se tratase.
CAÍN:
Jade y Tom ya llegaron, al igual que Josh, ya recibí sus mensajes al igual que Elian quien entró a su habitación, yo hago lo mismo invadiendo su privacidad pero le avisaré.
Entro a su habitación y no lo veo por ninguna parte pero escucho la regadera, se está dando una ducha así que abro la ventana y prendo un cigarro esperando que salga.
Después de un tiempo la puerta del baño se abre, Elian sale, he pensado que sus ojos son hermosos, pero su cuerpo es sublime, la toalla tapa la mitad inferior de su cuerpo y con otra se seca el cabello, se ve completamente hermoso, no pensé que diría esas cosas para un hombre pero así es.
—Cain— Me habla —Pensé que ya estabas durmiendo
—No, voy a salir, solo te vine a avisar que Tom y Josh ya están en sus habitaciones
—Gracias— Me sonríe, hasta eso me parece extremadamente bello —Ya pensaba llamarlo pero ya sé que está bien ¿Vas a salir?
—Si— Tomo mi cigarrillo y lo apago con ayuda de un pañuelo para después tirarlo al bote de basura
—Chicas ¿No es así?
—Exacto, nesesito despejar mi mente de pensamientos incoherentes que no van con mi personalidad
—¡Que te diviertas!
Salgo de su habitación y tomo el ascensor, eso es lo que trataré de hacer, divertirme y no pensar en él, porque si lo hago podría llevarme a caminos que no quiero cruzar, soy un hombre libre y nunca he pensado en la posibilidad de estar con alguien de mí mismo sexo, pero él, su belleza es tanta que no me importa que sexo sea ¡Maldición! Esto es malo.
ELIAN:
En estos momentos mi alma gemela está con una chica ¡Es cómico! Porque yo estoy pensando en él y él con otra, parece una telenovela.
No puedo pensar más, esto me volverá loco, debo aprovechar este tiempo en otra cosa, es tarde, creo que mejor dormiré simplemente para dejar de pensar.
Me recuesto en la cama e intento cerrar los ojos así en unos minutos me duermo.
¡Mierda! ¿¡Qué hora es!? ¿¡Como se atreven a tocar la puerta a esta hora!? Me levanto un poco adormilado y abro, ya es de madrugada ¿Quien será?.
—¡Qué pasa!—Contesto con un poco de cólera —Es muy tarde
Nadie me responde, frente a mí está Caín, huele demasiado a alcohol, parece que ha bebido mucho, su cabello está desarreglado al igual que su traje.
—¿Caín?— Le hablo nuevamente
Él no me responde, camina y pasa la puerta, yo cierro esta y sigo llamandolo.
—Hey— Me pongo de pié frente a él —¿Qué pasa?
No me responde, me toma suavemente por mí mentón y se acerca a mí al punto de que puedo sentir su aliento que solo tiene olor a alcohol, no reacciona así que espero para saber qué hará, su mano comienza a acariciar mi rostro.
—Elian Montero— Me habla por primera vez suavemente
—Dime Caín
—Me haz encantado
Su boca se acerca a la mía y siento sus suaves labios rozando los míos que se encuentra aún cerrados, ¿¡Que está pasando!?, se detiene por un momento y vuelvo a sentir su aliento recorriendo mi mejilla como si la acariase, cierro mis ojos dejándome llevar por lo que sucede aunque no sé si es bueno o malo, muevo levemente mi rostro hasta el punto de tocar nuestras narices, sin darme cuenta nuestros labios se vuelven a tocar en un candente beso, es inexplicablemente dulce esta sensación, comienza a jugar con mi lengua sintiendo como arde su boca, es tan apasionante que no quiero que acabe, con mi mano toco su rostro mientras con la otra acaricio su suave cabello, siento como soy atraído hacia su cuerpo limitando exageradamente el espacio entre nosotros por su mano la cual rodea mi cintura, sigo sumergido en nuestro sensual beso mientras mi mente se olvida de todo y de todos concentrandome solamente en Caín y sus delicados labios los cuales no quiero que se alejen de mi boca, me levanta del suelo llevando mis piernas alrededor de sus caderas mientras sigue besándome como si no existiese nada más.
—Oh Líam— Me susurra al oído después de pausar el beso dejándome respirar por un momento
—Caín— Es lo único que sale de mis labios mientras escondo mi rostro en su hombro
Camina hacia mi cama y me deja caer suavemente para después mirarme por un momento con esos ojos que brillan más que siempre, sonríe por un momento y acerca su rostro nuevamente hacia el mío para después empezar a acariciar mi cuello con sus labios, su cálido aliento me está volviendo loco y no puedo pensar en detenerlo por un segundo, siento como succiona una parte de mi cuello, tal vez deje una marca y yo simplemente acaricio su espalda, siento como se detiene y abro los ojos, se ha dormido mientras recorría cada parte de mí.
¡Rayos! ¿Que acaba de pasar?.
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