Capítulo 11: Ella, es hermosa

¿El hilo del destino podrá ser cortado? Tal vez sí, pero no hay forma de descubrirlo, puede que sea como un matrimonio por la iglesia "hasta que la muerte los separe" y si es así solo la muerte podrá cortar el hilo, no quiero matar a Caín, nunca lo intenté hasta que él le disparó a Tom, eso me llenó de demasiada ira, en ese momento quise acabar con su vida y si mi tiro hubiese sido perfecto tal vez este hilo ya no existiría.

Ahora el tonto que quería matarme está frente a mí sonriendo levemente como si nada de lo pasado importara ¿Podré creerle?

—Veo que aún no entiendes que ya no me interesa acabar con tu vida— Me aclara a la vez que toma su copa con vino y bebe un poco —Pero si no quieres pedir nada, no hay problema

—Estoy bien— Respondo bajando mis codos de la mesa —Porfavor solo dime para qué me citaste aquí

—Veo que llegaste solo, alguien podría secuestrarte o algo peor por ser tan confiado— Habla Caín intentando aconsejarme aunque no sé si son sus verdaderas intenciones

—Demasiada protección me ahoga— Un leve suspiro sale de mi boca —Si no es necesario me gusta andar solo

—Ya veo, eres como los niños ricos que les gusta vivir como pobres porque no pueden con la vida de lujos— Me dice —Sienten que no tienen libertad y les gustaría no tener nada para ser aves rapaces— Agrega mirándome fijamente

En cuestión puede que no se equivoque, a veces si me gustaría tener pocos bienes y no estar en este mundo de mafia, al menos así no me preocuparía de que alguien me quiera matar solo con salir a beber un café.

—Tal vez lo sea— Replico seriamente —Pero tú eres más prejuicioso que yo— Añado a mi respuesta un poco de inquietud

—No tienes elementos para decir tal cosa

—Claro que sí

—Intentalo

—Eres narcisista, estoy seguro que piensas que el mundo gira a tu alrededor, solo viéndote sé que jamás entrarías a un lugar que no fuese tan caro, elegante y distinguido como este— Empiezo a hablar sobre lo que pienso de su persona —Siempre haz vivido como un millonario así que si ves a alguien de clase baja sentirás lástima, tal vez, pero más que eso solo te dará asco. Supongo que nunca haz almorzado en un puesto de comidas rápidas en la calle o saciado tu sed con una bebida que compraste en alguna esquina a un señor humilde —Sigo cuestionando mientras él solo me mira— Tal vez sea un niñito rico, pero sé más de la calle y la vida que tú— Termino mi discurso un poco inconcluso

—Me encantaría verte comiendo en un puesto de comidas rápidas en la calle

—Ojalá y algún día yo pueda verte a tí Caín

Lo miro como si en ese momento lo estuviese desafiando pero dura poco nuestro encuentro de miradas.

—Caín— Una hermosa mujer de cabello negro, tez clara y labios rojos como el rubí se acerca —¿Me acompañas?— Le pregunta como si yo no existiese

—Greta, tiempo sin verte— Le responde a la bella dama —Veo que sigues igual de perfecta

Yo sencillamente miro hacia otro lado tratando de no sentirme incómodo.

—Ah si— Responde mientras su mano se acerca delicadamente a la de él —Estaba por verme con alguien pero parece que me han dejado plantada— Actúa inteligentemente como una doncella olvidada

—Que pena— Caín sonríe —No te preocupes afortunadamente yo estoy aquí

—Bella señorita— Interrumpo la conversación de los dos sujetos —Puede tomar asiento porfavor— Me pongo de pié ofreciéndole mi lugar —Ya he terminado mi conversación con el señor aquí presente y creo que usted será mejor compañía que mi persona —Agrego mientras sonrió amablemente

Ella me mira como si de una cucaracha se tratase, al escuchar mis palabras su expresión cambia a una linda chica agradecida.

—Eres muy amable— Me agradece mientras toma asiento —Ahora Caín ¿En que estábamos?— Continúa mientras los ojos verdes de este solo me miran a mí

—Joven Jackson, que tenga una increíble noche con la dama— Me despido mirándolo fijamente —Hasta la próxima

Salgo de aquel lugar rápidamente con el remordimiento de que la persona que el destino eligió para ser él amor de mi vida acaba de quedarse hablando con una bella mujer.

Era de esperarse, nadie me dijo que él era homosexual, es totalmente hetero y parece que no es la primera vez que se encuentra con esta señorita, debí haberme quedado pero esa mujer no se iría del lugar y mi alma gemela nisiquiera me dijo algo para que no me fuese, allí se nota lo mucho que yo le intereso, es algo estúpido, se nota a leguas que no le gusto ¿Porqué tendría que ser así? ¿Por un hilo que solo yo puedo ver? ¡Ja que estúpido!

Salgo de aquel lugar y camino unas dos calles hasta que observo el deportivo auto de color negro esperándome, la ventana se abre y Josh me señala con su mano que suba

—Fue más rápido de lo que pensé

—Sucedieron varios inconvenientes— Le digo mientras abrocho el cinturón de seguridad —Creo que tendremos otra reunión próximamente

—¿No se portó extraño?— Me pregunta mientras el semáforo está en rojo —¿Intentó hacerle algo malo?

—No te preocupes Josh, nada de eso sucedió— Le respondo tratando de calmar su imaginación —Lo que pasó es que una mujer muy linda se acercó hacia nuestra mesa y empezó a coquetear descaradamente con él

—¿Y él que hizo?

—Correspondió

—Eso es algo muy común señor, los mafiosos son personas muy libres— Empieza a conducir nuevamente —Como tienen dinero, pueden tener a cualquier mujer a su antojo, nunca querrán una relación formal

—Tienes razón

—Usted y su padre son los únicos que yo conozco que no son así— Me mira y sonríe

—Gracias Josh— Como respuesta sonrío también

Habíamos llegado. Le agradezco y me despido de mi escolta para proceder a entrar, caminé por el pasillo en dirección a la sala y no ví a nadie, mi padre no está, supongo que salió así que mejor me dirijo a mi habitación, me ducho cambiando de ropa a algo más cómodo de color neutro, salgo al balcón de mi habitación y sencillamente me quedo observando lo hermosa que está la luna, creo que trajo invierno mi estación favorita, una fría y suave brisa corre haciendo que los árboles se muevan al compás de esta, en momentos así me siento en paz.

Hasta que recuerdo como la persona que está destinada a ser el amor de mi vida en estos momentos está besando otros labios, no son celos, es desepción, aún no siento que lo amo, nisiquiera he llegado a quererlo pero me gustaría que este hilo no nos uniera y que yo jamás lo hubiese conocido.

Entro a mi habitación cerrando la puerta cristalina que da afuera, me ha dado frío y no quiero enfermarme, creo que ya es hora de dormir pero mi padre aún no llega.

—Que bueno que estás aquí— Escucho la ronca voz de mi padre —Aunque nunca faltas a tus promesas tenía que asegurarme de que ya hubieras llegado

—Así es papá— Le respondo —Ya puedo dormir tranquilo sabiendo que tú también llegaste

—¿Como te fué?— Me pregunta por Caín

—No lleguamos a nada concreto, tal vez en la próxima reunión

—Ya veo— Me dice —Mientras tú te sientas tranquilo y protegido todo está bien

—Asi es papá— Sonrío —Todo está bien

—Bueno hijo. Me siento cansado, hasta mañana hijo— Me sonríe —Descansa

—Hasta mañana papá— Le digo por último y cierra nuevamente la puerta de mi habitación

Me recuesto en mi cama con la intención de intentar dormir aunque no creo que pueda conciliar el sueño rápidamente, pasan los minutos y mi teléfono suena

—¿Hola?— Respondo

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