La sombra sin rostro, el misterioso individuo detrás de los hilos del colegio, había urdido un plan diabólico para desacreditar a Ryuji. Utilizó a los brabucones como sus marionetas para difamar al joven y sembrar el caos entre los estudiantes.
Una serie de situaciones manipuladas empezaron a suceder, todas apuntando directamente a Ryuji. Fotografías falsas de él espiando a las chicas en el baño comenzaron a circular por el colegio, sembrando la duda y la indignación en los corazones de los estudiantes. Los rumores se extendieron rápidamente, creando un ambiente hostil hacia Ryuji.
A medida que las acusaciones se acumulaban, Ryuji se encontró sin una forma clara de defenderse. Las pruebas en su contra eran abrumadoras, aunque él sabía que eran fabricadas. La sombra sin rostro había logrado que todos estuvieran en su contra, y Ryuji se vio aislado y sin apoyo.
Sus amigos, Akio y Hinata, se mantuvieron a su lado, creyendo en su inocencia y dispuestos a luchar contra la injusticia que los rodeaba. Pero el resto de los estudiantes, influidos por los engaños de la sombra sin rostro, se alejaron de Ryuji, mirándolo con desprecio y repudio.
Ryuji, a pesar de la tristeza y la frustración que sentía, se mantuvo firme. Sabía que rendirse no era una opción. Decidió enfrentar la adversidad con valentía y encontrar una forma de desenmascarar al verdadero responsable detrás de las calumnias.
El club de Kendo, liderado por una chica llamada Emi, se había unido a las fuerzas en contra de Ryuji. Las participantes del club, en su mayoría chicas, se sentían indignadas y decidieron enfrentar al protagonista directamente. Se congregaron en un lugar amplio del colegio, armadas con sus espadas de madera y con la determinación de hacer justicia.
Ryuji, consciente de que cualquier enfrentamiento solo empeoraría las cosas, intentaba mantener la calma y evitar el conflicto. A medida que las chicas del club de Kendo se acercaban, él se movía con agilidad y destreza, esquivando hábilmente sus ataques y bloqueando los golpes con precisión.
Las chicas, llenas de ira y emoción, no dejaban de atacar. Sin embargo, Ryuji se limitaba a defenderse y evadir sus embates, sin responder con violencia. Aunque el número de oponentes aumentaba, su habilidad en el combate cuerpo a cuerpo le permitía mantenerse a salvo.
Ryuji, mientras esquivaba y bloqueaba los ataques del club de Kendo, se vio acorralado en un pasillo estrecho del colegio. Los ojos de las chicas brillaban con determinación, y la líder del club, Emi, decidió plantearle un ultimátum.
Emi: Ryuji, si estás tan seguro de tu inocencia, te propongo un duelo. Si gano, te humillarás públicamente y te disculparás, además de abandonar el colegio. Pero si tú ganas, podrás seguir como estás. ¿Aceptas?
Ryuji, confundido por la propuesta, evaluó sus opciones. Sabía que aceptar el duelo significaba arriesgarse a ser derrotado y perder aún más en esa situación injusta, pero también comprendía que, de alguna manera, necesitaba poner fin a las acusaciones en su contra.
Ryuji: Está bien, Emi. Acepto tu desafío. Pero quiero que sepas que esto no es solo por mí, sino por todos los que han sido manipulados y maltratados por la sombra sin rostro. Voy a demostrar mi inocencia y exponer la verdad.
Emi asintió, convencida de que Ryuji merecía una oportunidad justa para limpiar su nombre. El duelo se llevaría a cabo en un espacio abierto del colegio, con todos los estudiantes y profesores observando atentamente.
La tensión en el ambiente era palpable mientras Ryuji y Emi se preparaban para el enfrentamiento. Ryuji tomó la rama larga que había encontrado anteriormente y se preparó para defenderse y contraatacar.
En el emocionante duelo entre Ryuji y Emi, los dos combatientes mostraron su habilidad en el arte del Kendo. A continuación, se detallan algunos de los movimientos utilizados durante la pelea:
Ryuji bloquea un ataque diagonal de Emi con un movimiento de parry, desviando la espada de madera hacia un lado.
Emi contraataca con un golpe descendente,pero Ryuji salta hacia atrás, evitando el impacto.
Ryuji aprovecha la apertura y realiza un rápido golpe lateral, tratando de desequilibrar a Emi.
Emi se agacha rápidamente y realiza un barrido con su espada, intentando derribar a Ryuji, pero este salta sobre la hoja y aterriza con gracia.
Ryuji realiza una serie de golpes rápidos en el área de las piernas de Emi, buscando desestabilizarla.
Emi utiliza un movimiento circular con su espada para bloquear los ataques de Ryuji, respondiendo con golpes horizontales precisos.
Ryuji, ágil como un gato, salta hacia atrás y realiza un giro en el aire, lanzando un poderoso golpe descendente hacia Emi.
Emi bloquea el golpe de Ryuji con una defensa fuerte y contraataca con una estocada directa y veloz.
Ryuji, con reflejos rápidos, gira su cuerpo y evade el ataque, aprovechando para atacar desde el costado.
Emi despliega una serie de movimientos rápidos y fluidos, realizando golpes enérgicos y precisos para mantener a Ryuji a la defensiva.
Ryuji se mueve con gracia y elude los ataques de Emi, retrocediendo y esperando el momento adecuado para contraatacar.
Finalmente, Ryuji realiza un hábil movimiento de desarme, desviando la espada de Emi y dejándola sin defensa.
La pelea continúa con una serie de intercambios rápidos y habilidosos, donde Ryuji y Emi despliegan movimientos de Kendo con maestría y destreza. Cada uno muestra su estilo único, pero también reconocen la habilidad y el coraje del otro.
El duelo entre Ryuji y Emi llegaba a su clímax, con movimientos rápidos y precisos que demostraban la destreza de ambos. Finalmente, Ryuji logró desarmar a Emi, dejándola sin defensa frente a él.
Emi, llena de orgullo herido y determinación, miró fijamente a Ryuji. Recordó las palabras de su padre en el pasado, cuando le dijo que nunca debía rendirse ante un desafío, sin importar las circunstancias. En ese momento, su mente se iluminó con una idea audaz.
Emi: Ryuji, mi derrota ante ti significa que debo convertirme en tu esclava, como mi padre me enseñó. A partir de ahora, estaré a tu servicio y seguiré tus órdenes.
Ryuji, sorprendido por las palabras de Emi, la miró con una expresión de desconcierto. No había esperado esta reacción de su oponente.
Ryuji: Emi, no acordamos eso. No tengo intención de convertirme en tu maestro o dueño. La pelea ha terminado y te has esforzado mucho. No tienes que humillarte de esta manera.
Emi, sin embargo, no se dejó disuadir. Su determinación y orgullo le impulsaron a seguir adelante con su decisión.
Emi: Ryuji, te he visto luchar, y reconozco tu habilidad. Quiero aprender de ti, convertirme en una mejor combatiente. Permíteme ser tu discípula y seguir tus enseñanzas. Seré tu sombra y te apoyaré en todo momento.
Ryuji, después de reflexionar unos instantes, finalmente asintió con una sonrisa comprensiva.
Ryuji: Está bien, Emi. Si realmente deseas aprender y crecer como luchadora, aceptaré tu solicitud. Pero no serás mi esclava. Serás mi compañera de entrenamiento y juntos mejoraremos nuestras habilidades.
Emi, con una expresión de gratitud y determinación, asintió. Aunque no había obtenido la respuesta que esperaba inicialmente, estaba emocionada por la oportunidad de aprender de Ryuji y fortalecerse como luchadora.
Así, Ryuji y Emi establecieron un nuevo vínculo, uno de respeto y colaboración. A partir de ese momento, se embarcarían en un viaje de entrenamiento conjunto, enfrentando desafíos y superándolos juntos, en busca de su propio crecimiento y superación en el arte del combate.
¿Como será el nuevo vínculo que hizo Ryuji?
¿como se dará los siguientes sucesos con una nueva aliada y carta que Ryuji puede usar? Velo en el siguiente capítulo de
"Puños de Honor:¿Es tan malo ser el malo?"
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