capítulo 3

Empiezo a sentirme despierta con un fuerte dolor de cabeza, de mi boca estuvo a punto de salir un quejido, cuando los recuerdos de porqué me sentía así llegaron de golpe.

Decidí no moverme, no hablar y escuchar un poco mi alrededor pero al no percibir nada me armé de valor y abri lento mis ojos, estaba en un cuarto común y corriente, cuatro paredes y una ventana cubierta de una tela roja muy gruesa, no se veía nada de luz solar y como no sabía cuanto tiempo había pasado solo descubrí que era ya de noche. Me dolía el cuerpo, mucho de verdad y cuando intento moverme un poco siento mis manos atadas a mi espalda, siento como unos ganchos de plástico aprietan mucho y para mí es imposible siquiera moverlas una contra otra. Angustia es lo que empieza a llenarme, empiezo a pensar en mis hijos, en como estarán, si lo sabrán ya y por supuesto porque maldita sea es que fuimos a esa cena donde solo por cumplir me está pasando ésto.

Mis ojos empiezan a picar, se que lo que quiero es llorar pero también se que debo permanecer así, callada, mientras no se den cuenta que estoy despierta será mejor, me doy ánimos, me esfuerzo por sentarme y lo logró, veo todo en penumbra pero aún así me doy cuenta que el cuarto esta completamente vacío con un olor "raro" .

Qué haré?? No más bien, que puedo hacer?? No puedo, no debo, quedarme solo aquí a mi suerte?? no no y no. Seguía en mi despertar mental y emocional cuando empecé a escuchar voces, eran tres tipos por lo menos, dos de ellos dando detalles y uno mas contestando seco a todo lo que le decían

- Así que la trajimos aquí, esta en el cuarto rojo, tal parece aún sigue desmayada.

- Solo estamos confirmando que ya el "enano" sepa de que tenemos a su esposa para que el solito nos busque y arreglar ese asunto pendiente.

- Bien, bien, tal parece todo va bien, me gustaría conocer a esa mujer -

- Jefe no es nada especial, una ama de casa común y corriente

El Jefe mira con el seño bien fruncido al par de hombres frente a él, lo último que escuchó es que el "enano" tenía más que consentida a su mujer y por ese motivo había quedado con grandes deudas, si eso era cierto esa mujer debería ser algo más que solo una simple ama de casa.

- Abran ya que quiero verla

Dentro del cuarto se escucha como van moviendo cerrojos, como una puerta se va abriendo y cuando encienden la luz, ella de inmediato cierra lo ojos por el cambio y al abrirlos lentamente un sentimiento de miedo va creciendo de nuevo dentro de ella, es el mismo tipo que le chocó, junto con él, otro que parecía su compañero y detrás de ellos alguien con un porte superior, aun que sus vestimentas podría ser similares se veía de inmediato quien era el Jefe de entre ellos tres.

Se sentía estudiada, eso tres pares de ojos la veían de arriba a abajo como tratando de descubrir si había algo más que ellos no pudieran apreciar

- Lo ve solo una ama de casa

- Si señor una simple mujer

- Retirense - la voz del jefe dejó a los otros dos con cara de asombro pero sin dudar cumplieron de inmediato

- No se porque pero enseguida me recordaste a alguien... me recordaste a mi madre cuando yo tenía como 10 años, es verda que pareces simple y sencillamente una mujer de hogar y por eso quiero explicarte el por qué estas aquí - y soltando un suspiro sin dejar de verla continuó - tu esposo a contraído una gran deuda con personas nada pacientes e increíblemente no lo han podido encontrar, ellos han contactado con nosotros para hacer ese trabajo y lo más sencillo era traerte a ti para llegar a él, espero que el no sea el gran hijo de pu** que pensamos y de verdad aparezca para que todo se resuelva bien para ti.

- Supongo que por tu expresión no estabas al tanto de eso - y de nuevo suspiro

- Necesito que me digas si ese esposo tuyo tiene algún amante

Con cara de asombro y procesando todo lo que le han dicho se ha quedado en silencio, no hay ni una sola palabra que ella pudieran decir, solo niega con la cabeza esperando que realmente le halla llegado la noticia a su esposo de su secuestro y sobre todo que a él le interese recuperarla

En el momento que el jefe estaba a punto de continuar hablando, la puerta se abre y el tipo del choque aparece con cara de desagrado y angustia

- Jefe perdón, pero hay algo que debo decirle - y aclarando su garganta- es importante

El jefe sale con cara de molestia esperando por las nuevas noticias de sus estúpidos colaboradores.

Uno a otro comparten miradas esperando quien será el encargado de poner de peor humor a su jefe

- Y bien hablen de una Jodi** vez

Pues Jefe verá... es solo que...

- Nos equivocamos, esa señora no es la esposa del " enano " , nos llegó la información de que ese desgraciado acaba de salir de la cuidad con su mujer

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