capítulo 7

Había pasado alrededor de dos horas, ya estaba hablado lo que se podía hacer llegando el momento en que empezarán a ir por ellas, solo era una idea pero todas estaban de acuerdo que darían lo mejor de cada una para poder salir de ahí

Mi nombre es Lucía - de repente mi compañera empezó a hablar - tengo 38 años, soy ama de casa desde siempre, vivo en, bueno vivía en Saltillo y tengo dos hijos de nombre Cristóbal y Sergio, si yo no llegó a salir de aquí porfavor podría alguna decirles cual fue mi final, no quiero que piensen que su mamá los abandonó y díganle de mi parte que los amo.

- Yo soy Ana, soy de Monterrey, creo que mis hijos si supieron de mi secuestro y de corazón les digo que ojalá salgamos de aquí.

Las dos chicas restantes se vieron a la cara, estaban sentadas juntas y siempre tomadas de las manos, una de ellas empezó

- Soy Petra tengo 35 años, e vivido en muchos lugares, no tengo familia y por eso se que nadie me espera afuera, mis trabajos eran siempre haciendo cosas ilegales y por culpa de una mala jugada de otra persona me culparon de intentar estafar a uno de los tipos para los que trabajaba, gracias a eso estoy aquí, gracias a eso arrastre a ella aquí - dijo mirando con tristeza sus manos entrelazadas

- Yo soy Gris - comentó la última chica - vivía con mis padres y mis dos hermanas, pero cuando me decidí a contarles sobre mi preferencia hacia las mujeres, me corrieron de la casa, creo que escogí un muy mal momento para hacerlo ambos estaban de muy mal humor - dijo esto último con una sonrisa - se veía que estaban a punto de discutir y en vez de hacerlo entre ellos pues se unieron y arremetieron contra mí, fuí a casa de la única amiga que pensé que tenía y para mí sorpresa me dió la espalda, no sabia que hacer mucho menos a donde ir y dije pues todos los vagabundos empiezan durmiendo en parques y empecé a caminar hacia allá, en el camino había dos chicos, se veía estaban consumiendo algo, cuando me escucharon uno de ellos rápido se acercó a mi y me dijo que su día de suerte había llegado que se moria de ganas de estar con alguien tan lindo como yo - ahora su semblante era frío, se veía que sujetaba más fuerte la mano de Petra - entre ambos me hicieron cosas horribles, intente defenderme pero fué en vano eran dos contra mí, termine entre unos arbustos desnuda de la cintura para abajo, se llevaron mi virginidad de una forma asquerosa.

- Yo la encontré por la mañana - platicó Petra - regresaba de una buena fiesta pero como siempre terminé peleando con alguien así que me tocó regresar caminando pasando por el parque, paré en un árbol para volver mi estómago y escuché llorar a alguien, la verdad me daba igual quien fuera, todos emos pasado por cosas malas y tenemos que salir solos de todas ellas - lo decía mientras alzaba sus hombros despreocupada - pero por curiosidad mire en dirección de donde escuché el ruido y ahí la vi, sentada, limpiaba su entrepierna en un charco de agua que había cerca, sus ojos estaban tan rojos e hinchados, se veía la habían golpeado y no dejaba de llorar, a pesar de las fachas en que andaba podría notar una linda niña de cabello café -

- Oye que querías - dijo Gris golpeando el hombro de Petra - claro que andaba en fachas, ya dije lo que acababa de pasar, aparte no soy, ni era una niña en ese entonces

Todas empezamos a reír, y valla que se necesitaba aunque sea una pequeña sonrisa

- Ya, ya - continuó Petra - que les puedo decir, me enamoré de esa chiquilla, me encantó su sonrisa, su mirada triste y esa vagi** que es la mejor que he visto en mi jodida vida

- O sea que te enamoró mi vagi** ???

- Aparte de tu mirada!!! - gritó Petra

Y en esta ves se escucharon las risas más fuertes

Desde entonces estamos juntas - continúa Gris - nos llevamos diez años de edad pero a sido lo mejor que a pasado en mi vida - mira con tanta ternura a Petra que de nuevo sentí celos de algo tan lindo -

- Tuviste que dejar que solo me llevarán a mí, siempre e tratado de cuidarte y ahora estás aquí solo por defenderme - le regañó Petra

- Prometí siempre estar a tu lado y eso haré, te amo porfavor no juzgues mis decisiones, no ahora - y de sus ojos una lágrima empezó a bajar y de inmediato Petra la limpió, acariciando sus mejillas y levantando su rostro tomándola de la barbilla

- Me enamoré de tu mirada, de todas las formas en que lo haces, pero verte triste es lo más doloroso para mí, también te amo nunca lo olvides , ánimo mi pequeña castaña, que aún nos falta mucho por hacer juntas - termina dándole un suave beso en los labios y aunque se que necesitan su privacidad no puedo dejar de verlas solo para sentirme patética y más sola que nunca.

Y todo momento se cortó cuando de repente la puerta se abrió, sabíamos que hacer pero todo se fue a la mier** cuando vimos a cuatro sujetos, uno para cada una de nosotras, ni tiempo nos dio de reaccionar, de inmediato nos tumbaron boca abajo, a mi me ataron las manos por detrás, escuchaba las voz de todas quejándose y maldiciendo y por encima las palabras de Mary

De veras pensaron tener algo de oportunidad?? Por Dios mujeres tenemos años d experiencia, jamás podrán estar por encima nuestro, ya saben a donde Irán cada una, dense prisa que los clientes esperan

Nos llevaban con mucha fuerza, todas dábamos algo de pelea, entre jalones intentábamos zafarnos, veía que Petra lanzaba algunas patadas y lo que hacía solo era recibir algunos golpes de regreso mientras le decían que dejará de batallar. Los gritos de Gris llamando a Petra y los insultos de Lucía, todo era un caos y ni así logramos regresar ni dos pasos.

En el primero cuarto aventaron a Gris y Petra se volvía loca por ir tras de ella, a ella la aventaron en el segundo y después a Lucía y a mí juntas en el tercero, cuando se cerró la puerta nos vimos solas y me di cuenta que solo yo tenía las manos atadas

- No se que va pasar pero ayúdame Lucía, necesito quitarme esto - Lucía se veía en shock, no reaccionaba - Lucía por favor!! ayudarme a liberar mis manos!!

Con mis últimos gritos ella reacciona y se acerca a mí pero demasiado tarde, la puerta de nuevo se abre dejando ver a uno de los tipos que nos llevaron, y detrás de él a una pareja, hombre y mujer de vestimenta elegante, el con un mirada perdida pero llena de odio y ella con una sonrisa muy macabra.

Ahora a ver que es lo que nos espera...

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