capítulo 20

Quien te dio el medicamento? -

- Cielo podemos averiguar, pero mejor dinos tú quién te lo dio? -

- Qué tanto piensas, solo contesta es lo mejor -

Telma, Emma y Jess se veían desesperadas, ya tengo un buen rato sintiéndome bien, pero no he querido hablar, mi cabeza solo piensa en venganza, no será de inmediato, será muy bien planeado, valdrá por completo la pena, es de lo único que si estoy segura. Y creo que ya sé cómo empezar...

- Aún me duele algo el estómago - comento con inocencia - segura estaré bien? -

- No te preocupes, pasará pronto - contesta la doctora

- Telma, lo lamento, pero no quiero tener más problemas, es obvio que no puedes controlar todo lo que pase entre nosotras, aquí estoy yo de prueba - y al ver su cara, supe que si le molesto mi comentario - es la segunda ves que estoy aquí, ya no quiero volver - y suelto un pequeño sollozo

A Telma se le fue el color del rostro, tal parece que si soy, algo así, como la consentida del momento y eso me alegró.

- No te preocupes por nada, dime quién fue y yo me encargó - contesta con su semblante serio

- Bien, fue Rosé, ella me dio las pastillas, diciendo que las mandó la médico y como por la mañana tú me las diste, creí decía la verdad y las tomé - comenté aún con mi cara de tristeza, pero con una gran satisfacción por dentro

Los días pasaron con tranquilidad, por el esfuerzo de esa noche le sumaron algunos días más a mi reposo, las clases con Emma iban de maravilla, ya había entendido el idioma y el aprender fue mas rápido. Las cosas con las chicas es lo que me preocupaba, Rubí prácticamente no me dirigía la palabra y Luna solo saludaba, esto en definitiva no estaba bien

- Rubí, puedes decir por qué demonios tienes esa actitud conmigo - tal vez fuí demasiado agresiva

- Hay perdón a la señora consentida le molesta mi actitud - eso hizo que rodara mis ojos, pero por lo menos me contestó

- Lo siento si fui grosera, pero sabía no me hubieras contestado si te hablaba de otra forma, ahora si, puedes contarme que te pasa, que te hice para que estés así conmigo? - hablando más calmada, mirándola con una pequeña sonrisa

- La verdad no has hecho nada, y eso me molesta, no has hecho nada, ni siquiera te han contratado, no has aportado nada bueno y aún así te consienten, tienen más consideraciónes contigo que con nadie más de aquí. Yo me esfuerzo por ser lo más linda que puedo para que me contraten y tener dinero para mandar a mi familia y solo me han enseñado inglés porque es un requisito - me miro a los ojos - y no fué una institutriz personal - dijo esto último con algo de molestia.

Me di cuenta que no se nada de donde me encuentro, ni nada de mis compañeras , todas estamos por motivos diferentes, sufriendo por los que dejamos afuera

Hay Rubí, quieres contarme, quieres contarnos más - mientras tomo las manos de ambas chicas - se que no nos conocemos, pero estamos aquí juntas y por lo menos estaremos para escucharnos - acarició suave sus manos, tratando de conectar un poco con ambas

La mirada de Rubí pasaba de Luna hacia mi varias veces mientras sus ojos empezaban a cristalizarse y apretaba fuerte sus labios, en definitiva esto era difícil para ella

- No hay mucho que contar, vengo de un barrio bajo aquí en Alemania donde desde muy joven debes trabajar para ayudar en casa - da una pausa donde toma una gran bocanada para poder continuar - somos una familia chica, mis dos hermanas menores y yo, junto con mi mamá, de mi padre solo me queda un pequeño recuerdo, el se fue cuando nació la más pequeña de mis hermanas. Mi madre desde que recuerdo trabajó de noche, para poder estar al pendiente de nosotras durante el día y yo era la encargada de mis hermanas por la noche, ella me explicó donde encontrarla en caso de una emergencia y una vez cuando yo tenía 17, mi segunda hermana no llegaba a casa, yo me preocupe mucho porque nunca lo había hecho, así que deje a mi hermana pequeña bien encerrada y salí a buscar a mamá para que me ayudara, y si que la encontré...

Estaba en una esquina, con un tipo, dejando que la tocará de una forma asquerosa, yo no quería creerlo, nunca cuestionamos el trabajo de mamá, sabíamos que todo era difícil y ella se esforzaba por nosotras, me acerque unos pasos y le grité lo más fuerte que pude y ella al escucharme aventó al sujeto y se acercó a mí. No fui capaz de reclamar algo, solo le conté lo preocupada que estaba y sin pensarlo me ayudó a buscar a mí hermana; la encontramos en casa de una amiga, estaba molesta, triste y decepcionada,a mí madre no le dirigía la palabra y al llegar a casa me contó que ella también había visto a mamá - pequeñas lágrimas ya bajaban a sus mejillas - y que no sabía si odiarla o amarla más, le propuse hablar con ella y eso hicimos, ella nos explicó que hacía eso hace ya mucho tiempo y que empezó por desesperada al no encontrar trabajo, le pedimos lo dejara, que ya todas juntas saldremos adelante y eso hizo, pero la verdad no nos fue nada bien - limpiaba sus mejillas al igual que su nariz para poder continuar - todas estábamos desesperadas, las cosas cada vez estaban más difíciles, yo tenía ya 19 años y también me pareció buena idea hacer lo que antes hacia mamá, me convertí en sexo servidora, lo hice hasta que alguien me invitó a formar parte de Red Dragón, hace dos años, pero créeme no lloro por las decisiones que he tomado en mi vida, lloro porque las extraño mucho - y su llanto fue en aumento, nosotras solo tomamos con más cariño sus manos, es importante sacar lo que poco a poco se acumula o puede hacerte explotar.

Casi enseguida se calmó, pero nos miró de una forma acusatoria

- Bien, ya les conté, ahora quien sigue -

Luna y yo no quedamos viendo, hasta que ella suspiró y empezó

- Rubí y yo llegamos casi al mismo tiempo, hace poco más de dos años - ...

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