Él inclinó su cabeza para recibir su beso.
Sus párpados temblaron, cerrados, y se entregó totalmente a la fantasía.
La respiración de Endimion abanicó su mejilla, y el pequeño esperó, asustado de mover un músculo.
Bien, ahora ya es demasiado tarde.
Los ojos de Hotaru se abrieron de golpe. No, no lo es, casi espetó. Bésame.
Para lavarla, quiero decir-.
La mirada del hombre se dejó caer sobre la camisa rota que el todavía sostenía-.
Además !!!!
agregó-
no necesito que ningun tonto pava real se preocupe por pequeñeces sobre mí.
Por lo menos las criadas no rompen mis camisas, a menos que, por supuesto, tengan prisa por quitarlas de mi cuerpo, pero ésa es una discusión completamente diferente, y estoy seguro de que no estarías interesado en tener conmigo ningún…
¿Endimion?
dijo Hotaru herméticamente .
Él miraba la superficie del lago.
-¿Hum?
Te odio.
Lo sé, chico .
dijo él suavemente
Me lo dijiste anoche. Parece que todas nuestras pequeñas discusiones acaban en esas palabras. Prueba ser un poco más creativo , ¿está bien?
Él no movió un músculo cuando los restos de su camisa húmeda lo golpearon en el rostro y Hotaru se marchó.
Endimion fue a la cena llevando un tartán limpio. Su cabello estaba húmedo, alisado hacia atrás por un reciente baño, y su camisa rasgada limpiamente en dos por el centro de su espalda. Los extremos sueltos colgaban sobre su tartán, y podía verse completamente su demasiado musculosa espalda para incomodidad de Hotaru .
¿Qué le pasó a tu camisa, Endimion?
preguntó Quinn con curiosidad.
Endimion miró fijamente a través de la mesa a Hotaru .
Hotaru levantó la cabeza y pensó fruncir el ceño, pero falló.
Él estaba mirándolo con esa expresión extraña que él no podía interpretar, esa que había visto cuando había llegado primero y había seguido diciendo su nombre, y se tragó las palabras enfadadas junto con un mordisco de pan que se había puesto increíblemente seco.
El rostro del hombre era enteramente simétrico.
Una sombra de barba acentuaba las hondonadas bajo sus pómulos y definía su mandíbula arrogante.
Su cabello húmedo, sujeto por una correa, brillaba como el ébano en la luz fluctuante.
Sus ojos azules resplandecían contra el telón de su piel blanca y sus dientes blancos se encendían cuando hablaba.
Sus labios eran firmes, sensuales, y en ese momento encorvados en una expresión burlona.
Tuve que correr de un quisquilloso felino
dijo Endimion sosteniendo su mirada .
Bien, ¿por qué no te cambias de camisa?
preguntó Ramsay.
Sólo traje esta
Endimion le dijo a Ramsay.
¿Trajiste una sola camisa?
Ramsay resopló incrédulamente
Por la lanza de Odín, Endimion, puedes permitirte el lujo de mil camisas. Te estás volviendo avaro, ¿no?
No es la camisa lo que hace al hombre, Logan.
Algo malditamente afortunado para ti
Ramsay enderezó los pliegues de su níveo lino cuidadosamente
¿Has considerado que puede ser un reflejo de él?
Estoy seguro de que una criada puede remendarlo para ti
dijo Quinn
O yo puedo prestarte una.
No me molesta llevarla de esta manera. En cuanto a reflejos, ¿quién los ve? .
Pareces un villano, Roderick
Ramsay sonrió con desprecio.
Hotaru hizo un sonido resignado.
Yo lo remendaré
murmuró él , dejando caer su mirada en su plato para no tener que ver sus expresiones aturdidas.
¿Puedes coser, chico?
preguntó Ramsay definitivamente.
Por supuesto que puedo coser. No soy un fracaso completo como mujer sólo porque soy viejo y soltero .
espetó Hotaru
¿Pero por qué no lo hacen las criadas?
A veces lo hacen y a veces no lo hacen
respondió el pequeño misteriosamente.
¿Estás sintiéndote bien, Hotaru?-
preguntó Quinn.
Oh!!!! , ¿podrías simplemente callarte? .
Después de tan singular conversación el pequeño Gamma se retiró de la mesa con la camisa de Endimion para repararla .
El único inconveniente era que él se había dedicado más a otras cosas que a aprender lo que se supone alguien de su género debería , ahora maldecia su malcriadez , su testarudez y la infinita inmadurez que siempre mostró.
Tan malo era surciendo que el ver su horrible trabajo .....
La enfurecía.
Cada vez que vislumbraba la línea de puntadas desiguales que arrugaban el centro de la camisa de Endimion, él se sentía convertirse en un puerco espín irascible, parecido a un alfiletero.
Era tan humillante como si él hubiera cosido las palabras
"Hotaru perdió el control y nunca voy a permitirle olvidarse de ello" por su espalda.
El pequeño no podía creer que la había roto, pero años de sufrir los tormentos de Endimion desde niño habían probado su control, y simplemente había estallado .
Él regresaba a Caithness, era desesperadamente atractivo, y todavía lo trataba exactamente igual que cuando era un niño.
¿Qué tendría que hacer para hacerle ver que ya no lo era?
Bien, dejar de actuar como uno, para empezar, se riñó a sí mismo.
Desde el momento en que remendara su camisa tiernamente, había estado anhelando tomarlo desprevenido, quitarle el recordatorio pernicioso y alegremente quemarlo.
Haciéndolo, sin embargo, habría reforzado su impresión de que tenía una propensión para las acciones tontas; en cambio le había procurado tres camisas del lino más fino, completamente cosidas, y les había dicho a las criadas que las pusieran en su cuarto. ¿Las llevaba? .
Ni una.
Cada día que amanecía, él se ponía la misma camisa con el pliegue ridículo en la espalda
Hotaru había considerado preguntarle por qué no llevaba alguna de las nuevas, pero eso sería tan malo como admitir que su táctica de hacerlo sentir tonto y culpable estaba funcionando.
Moriría antes de traicionar otra onza de emoción ante ese hombre sin emociones que estaba saboteando sus modales impecables.
Hotaru arrastró sus ojos de la oscuridad, del hombre seductor que caminaba en la muralla, llevando una camisa mal remendada, y se obligó a hacer una respiración profunda, tranquilizante.
Hotaru Alanna Roderick; el pequeño probó el nombre entre dientes, un cuchicheo de respiración apenas exhalada.
Las sílabas dieron volteretas eufóricamente.
Yo sólo deseo .....
Entonces ese es el claustro para ti, ¿eh, chico?
Hotaru se tensó. El retumbar gutural de Ramsay Logan no era lo que necesitaba oír en ese momento.
Um-hmm
masculló el pequeño en dirección a la ventana.
No durarás una quincena
dijo él seriamente.
¿Cómo te atreves?
Hotaru giró para enfrentarlo
¡No sabes nada de mí!
Ramsay sonrió nítidamente .
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