Primera vez en mis brazos.

Candy.

Bajé las escaleras con mi esposa de la mano, Sara y Darío nos veían con confusión, se veían entre ellos y luego a nosotros, miro a Darío y le digo.

Leonardo: Darío voy a salir con mi esposa, luego hablamos, cancela mis reuniones y avisa que no iré hoy a la oficina.

Darío: Hermano a dónde vas y así tan ... Acaramelado será que estoy viendo bien o es que hoy viene visita y no me enteré.

Leonardo: No, mi amigo nada de eso voy a salir con mi esposa a comer, y luego a disfrutar del tiempo con ella, es mi esposa no?.

Darío: Ok me perdí de algo bueno, pero después me cuentas que disfruten su día par de tortolitos. Ah, y señora Candy, disculpé por golpear a su esposo, pero él mismo me lo pidió.

Candy: Tranquilo Señor Darío, solo que no lo haga de nuevo y menos si estoy cerca a mi esposo no lo lastima nadie ok?, y dígame Candy.

Darío: Ok Candy no lo volveré a hacer y tú también llámame Darío somos cuñados.

Candy: Está bien Darío.

Me despedí de mi amigo y salí con mi hermosa Candy a comer a un lugar donde hacían los mejores postres de toda la ciudad, verla comer y mancharse como niña pequeña era muy tierna, le limpié su carita y mi corazón latía tan solo con tocarla.

Leonardo: Eres hermosa, no te lo había dicho.

Candy: A mí no a veneno, sí.

Dice mi esposa con una sonrisa muy dulce y sus cachetes sonrojados.

Alejandro: Pues eres hermosa mi amor, soy muy afortunado de tenerte como esposa, perdón como te traté, pero estaba ciego por lo que me dijo esa mujer, perdón por tratarte tan mal y hacerte sufrir.

Ella niega con una sonrisa muy genuina.

Candy: ¿No esposo, tú no me hiciste sufrí recuerdas? Yo no siento eso y si viene de tu parte menos.

Leonardo: Amor no me gusta que hables así iremos con los mejores terapeutas y psicólogos, ya agende varias citas, tú no puedes ser tan sumisa con nadie solo porque sea tu esposo.

Candy: Lo siento, pero no puedo, fui criada para obedecer a mi esposo a ponerlo por encima de quien sea.

Leonardo: De Verdad quedé impresionado a pesar de que te enamoraste del Diablo, no me ibas a fallar a mí sino a él.

Candy: Son la misma persona y además ya te dije tú eres mi esposo y estás primero.

Leonardo: Entonces mi amor háblame de ti, conocí como es veneno, pero ahora necesito conocer a Candy a mi esposa.

Candy: Somos una sola, ella es como Candy o la verdad mi carácter es el de veneno, solo que contigo soy la dulce y amorosa Candy no puedo ser de otra manera, pero con cualquier otra persona soy altiva, decidida y no me dejó de nadie.

Leonardo: Creo que empezaré a ponerme mi antifaz por qué no te siento igual a como me tratas con el puesto.

Candy: Es solo que se siente raro, tú me odias y ahora de repente ya no...

Leonardo: No amor no digas, eso estaba ciego, pero de verdad me importas mucho y te amo mi amor, empecemos de nuevo sin reglas, sin restricciones.

Mucho gusto señorita, mi nombre es Leonardo Ferrer, la puedo cortejar y hacerla mi novia.

Candy: Mucho gusto señor Ferrer, mi nombre es Candy de Ferrer y amo a mi esposo así que no creo que me pueda cortejar.

Me dice con una maravillosa sonrisa y es la primera vez que la veo sonreír de esa manera se ve hermosa.

Hemos hablado de todo, la he conocido más, es muy inteligente, baila, sabe tocar piano, violín, canta, baila, mi esposa es la mujer perfecta y es toda mía, no puedo creer como puede estar tan ciego, tenía el amor en la punta de mi nariz y no lo veía, ella me perdona por qué el desgraciado de padre la daño, pero siendo sincero ni yo me perdonaría lo animal y bruto que fui, pero de ahora en adelante todo será amor para mi princesa.

Hoy ha Sido un día maravilloso vamos a la casa y ya está la cena lista, pero como comimos de todo solo iremos a descansar, mi princesa fue a su habitación y se estaba cambiando entonces entre, la vi tan hermosa estaba terminando de ponerse su pijama entonces me le acerque a su oído y le susurré.

Leonardo: Estás hermosa mi amor, no sabes cuánto te quiero princesa, vamos a nuestra habitación, sí.

Candy: ¿He? Nuestra habitación, no dormiré en mi habitación hoy.

Leonardo: Ya no dormirás aquí, tú debes estar a mi lado en mi cuarto, pero como está es igual a la mía y aquella la compartía con... bueno ya sabes, pediré que cambie mis cosas, aquí yo estoy será nuestra habitación, te parece mi amor.

Candy: Si mi amor tú mandas

Leonardo: No Candy yo no mando se hará, lo que tú digas está es tu casa está bien.

Le digo y le doy un beso muy dulce, me va a costar, pero debo hacer que aprenda que no tiene que obedecerme en todo eso no es sano aunque es la fantasía de cualquier hombre, la mía no.

Ha pasado una semana y mi esposa y yo hemos salido a todas parte, yo estoy muy feliz, todos la miran cuando salimos, ella es hermosa y cuando se pone sus vestidos sexis se ve aún más hermosa, aunque los celos revienten en las fiestas de los socios siempre la veo muy conversadora con Mancini y no me gusta ese imbécil no es de fiar ella no conoce lo desgraciado que puede llegar a ser.

Acabamos de llegar de una de esa fiesta y le tengo una sorpresa preparada ya quiero ver su cara y tenerla entre mis brazos, llegamos y cuando entramos a la habitación todo está muy bonito decorado con rosas velas, pétalos de flores y hay una mesa con una cena para ambos y dos copas de vino, su cara es de felicidad se voltea y me besa mientras me susurra una gracia me encanta, la invito a sentarse empezamos a cenar platicamos de muchas cosas y luego de eso nos levantamos entonces la beso de manera intensa nuestras lenguas luchan por ganarle a la otra, muerdo suavemente su labio y me acerca más mi cara a la suya, luego buscamos un poco de oxígeno e inmediatamente nos volvemos a besar este beso es demasiado delicioso besar sus ricos labios son como estar soñando cuando la beso me olvido del mundo enter ella se convierte en mi mundo en ese momento, es tan hermosa, empiezo a besarla lentamente desde su cuello pasando por lóbulo de su oreja hasta llegar poco a poco tras un camino de besos a sus pechos, son perfectos llevo uno a mi boca y empiezo a pasar mi lengua y a succionar con mi mano agarro su otro seno y con mi dedo todo su muy duro pezón, verla retorcerse de placer y escuchar como gime y muerde sus labios es demasiado excitante saber que yo sea el que provoca eso en ella me llena de satisfacción, luego bajo dejando besos y chupones por todo su perfecto abdomen bajo un poco más y beso la parte de adentro del muslo ella sonríe y se arquea un poco, llegó a su punto más sensible ese pequeño y rosado botón empiezo poco a poco a moverlo con mi lengua lo succiono, lo lamo e introduzco mi lengua en su cavidad mientras hago esto con mi dedo todo su botoncito lento y rápido y voy alternando succiones con masajes con mi dedo hasta que explota de placer en mi boca, su sabor es exquisito lo hace diciendo.

Candy: Ooh Dios, pero que es esto aah mmm Leonardo mi amor.

Está totalmente babeada y subo A sus labios la beso como solo nosotros podemos hacerlo, para posicionarme en medio de sus piernas.

Candy: Mi amor mmm, aah, sien... siento que necesito de ti... mi amor.

Leonardo: Que quiere mi princesa, pídeme lo que desees.

Candy: Aaah ti haciendo lo de hace un rato mmm amor, o algo que calme está sensación tan extraña mmm, ah.

Sonrió con suficiencia y agrego.

Leonardo Mmm, tus deseos son órdenes mi amada esposa de, pero haré algo mejor que lo de hace un momento.

Entro poco a y voy sintiendo tan estrecho su interior, sé que le duele por su cara y sus gemidos, a mí también me duele un poco, al pasar por completo y romper su inocencia grita mi nombre y al apretar sus ojos caen unas lágrimas traviesas, enseguida la beso y la voy calmando, pero sin moverme solo dejo que ella se acostumbre a mí.

Leonardo: Mi amor, tranquila si te Amo y seré muy tierno, trataré de lastimarte mi princesa, te amo Candy.

Ella mueve un poco su cadera en señal de querer que yo me mueva, comienzo con movimientos lentos los cuales van aumentando a medida que el placer aumenta, nuestros gritos y gemidos se escuchan, creo que en toda la mansión.

Leonardo: Aah, aah, mi, amor estás tan hermosa, y tan deliciosa, Candy no sabes cuánto deseaba esto nena.

Candy: Oh Leonardo, por Dios no pares ah, mmm si, mmm mi amor... más fuerte mi vida mmm, oh leo así, mmm sigue, más mmm ah

Mis embestidas subieron de Tono, eran más fuertes, no la quería lastimar, pero ella me lo pedía, le daba cada vez más fuerte, ella arañaba mi espalda, decía mi nombre a gritos escucharla y estar dentro de ella era el puto cielo, yo el Diablo estaba conociendo por primera vez el cielo.

Después de muchas embestidas y gemidos sentí como me apretaba y supe que ella iba a estallar, me concentre en ese momento para que fuera único y así fue ambos llegamos al clímax a la vez.

Leonardo: Ooh por Dios Candy ah Te amo.

Candy: oh mmm Leonardooo aaah mmm.

Caímos agotados, ella se veía hermosa y yo estaba feliz de tener a mi princesa, así la besé dulcemente y la atraje a mi pecho para poder descansar hasta que por fin cerramos nuestros ojos.

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