Con paquete incluído.

Ya han pasado unas semanas desde que realice mi venganza, ahora me siento más tranquila y con la seguridad de que ninguno de esos bastardos me volverá a hacer daño Leonardo se ha encargado de consentirme y de hacerme olvidar todo el mal rato que he pasado, volví a ir al terapeuta como siempre y ella me está ayudando mucho, he entendido poco a poco a quererme más y a pensar en mí, aunque sigo pensando en proteger y amar mucho, a mi esposo quiero complacerlo en todo, pero sé que hay ciertas cosas que no se pueden complacer, primero está la integridad de cada persona y el respeto a uno mismo. Bueno aparte de ir al terapeuta Leo se ha encargado de llevarme a muchos lugares, me ha llevado a cenar a pasear hasta hace poco me llevó al teatro yo lo disfruté mucho porque a mí me encanta, pero me dio mucha risa porque luego se quedó dormido en pleno acto.

Le tuve que preguntar que por qué me llevó al teatro si a él le aburre, su respuesta fue que quería complacerme y que si a mí me gusta entonces me llevará, luego me acordé de que yo no le había dicho a él nunca, que me gustaba el teatro, me miró divertido y me contestó que me había mandado a investigar y que sabe muchas cosas de mí, de lo que me gusta y lo que no. Después de eso volvimos a la casa e hicimos el amor como locos, a partir de ese día me ha llevado al cine, al parque de diversiones, me llevó a la playa, a conocer la torre Eiffel, también a museos, me ha comprado muchos libros que me encantan, sobre todo las novelas románticas, hemos ido a varios conciertos hasta me llevó a patinar sobre hielo, de solo acordarme me da mucha risa y no porque leo no sepa patinar, él es un excelente patinador me dejó sorprendido, me reí, pero de ver su cara cada vez que me caía, me caí muchas veces y él se maldecía por haberme llevado, decía qué como podía gustarme patinar si no sabía hacerlo, y así me llevó a muchos lugares quería que yo conociera todo y que pudiera hacer todo lo que yo quería, Leo también me llevó a conocer lugares que a él le gustan mucho, me llevó a lugares mágicos entre ellos a una cabaña muy bonita que tenía un lago cerca, en ese lago había una cascada, detrás de la cascada había una cueva muy bonita, era hermosa, en esa cueva hicimos el amor muchas veces, luego regresamos a la cabaña e hicimos el amor muchas veces más, amo a mi esposo, y ahora estamos viendo una película y comiendo palomitas.

Leonardo: Amor qué te parece si nos vamos de viaje quiero que conozcas muchos lugares y que te relajes amor.

Candy: Amor por ahora no podemos hacer eso, recuerda que ahora tenemos muchos pendientes en el bajo mundo aparte tengo que encargarme de las empresas y tú también tienes empresas que atender, porque mejor no salimos de todo esto y después viajamos por el mundo sí.

Leonardo: Amor sé que tenemos deberes, pero si tú quieres dejo todo y nos vamos, tú eres más importante que el trabajo, además no he podido disfrutarte como quiero.

Candy: Amor que lindo eres, no sabes cuánto te amo de verdad.

Leonardo me llevó a su oficina a trabajar con él, mientras él trabajaba yo lo observaba si me pude dar cuenta qué hay en su trabajo, varios prospectos de zorra entraban todas descaradas y será insinuaban a mi esposo, sus uniformes eran muy cortos y mostraban mucho entraron a su oficina como si ya me estuviera ahí de hecho creo que ni me notaron cuando ellas salieron me voltea a ver a Leonardo y le dije:

Candy: Leonardo Ferrer sabes que te amo y nunca podría hacerte daño, pero si me llego a enterar qué andas con alguna de esas zorras le coto la cabeza y te la envío en una caja de regalo. Y no estoy jugando Ferrer.

Leo se levantó rápido de la silla y me abrazó, me dejo suaves besos en mi cuello y luego susurro.

Leonardo: Esa es mi esposa, me encanta, verte celosa.

Candy: Celosa yo, que chiste, solo te estoy advirtiendo que debes respetar a tu amada esposa.

Luego de esa pequeña discusión nos fuimos a un restaurante, allí nos conseguimos con Kevin Mancini y la cara de Leo era de molestia, Kevin me saludaba con tanta confianza y eso a Leonardo le dio mucha rabia cuando que se fue no me dijo nada, pero note su molestia. Después de ese encuentro incómodo seguimos disfrutando de nuestro almuerzo y luego nos fuimos a la mansión.

Llegamos y todo éramos toda la paz, todo era tranquilidad hasta cocinamos juntos, resulta que Leo hace unas galletas divinas, pero también hace un reguero divino, lo puse a que limpiara todo y no le dejara todo el trabajo a la pobre sirvienta que terminaba de limpiar la cocina.

Un mes después.

En total habían pasado cuatro meses desde que todo se arregló entre nosotros y ahora todo era felicidad, era amor, cariño, besos y mucho sexo duro, pero como no todo puede ser perfecto nos llegó una desagradable visita, la perra insufrible de Estella y esta vez con paquete incluido. Sí Estella estaba embarazada y le dijo a Leonardo que era de él, obviamente Leonardo le dijo que no creía eso porque ella se había ido a hace cuatro meses y ella le contestó que eso era exactamente el tiempo que tenía embarazada, cuatro o meses, él le dijo que cuando el niño naciera le haría la prueba de ADN y que mientras, él se haría cargo de todo su control, pero que lo dejara en paz, ella lo amenazó diciéndole que así no eran las cosas y que si ella no se quedaba en esa casa y era tratada como la dueña y señora abortaría al niño.

Ella puso como condición que fuera yo la que la atendiera como si fuera su sirvienta personal y que si no, abortaría de inmediato, le vi la cara a Leonardo y en serio estaba preocupado, él sabía que Estella era capaz de todo yo acepté porque solo eran cinco meses los que faltaban para que diera la luz, después de eso se le haría la prueba de ADN al bebé y si era o no de él al menos ya no lo iba a poder abortar.

los días siguientes fueron una completa pesadilla estela me trataba horrible y no le prestaba atención no iba a dejar que eso me afectara yo había pasado Por más que esas estupideces Pero entonces poco a poco Leo fue cambiando con los días ya dormían los dos en una habitación, ya no hablaba conmigo, siempre que los veía él le estaba hablando a su panza o la estaba besando, yo moría de la rabia, pero no decía nada. Él es mi esposo y sabe lo que hace hasta que de repente dos semanas después Leonardo me llamó a su despacho, y allí estaba esa estúpida sentada con él en el sofá mientras él le tocaba su vientre abultado, me miró de una manera fría y me dijo.

Leonardo: Candy quiero que nos divorciemos, quiero volver a intentarlo con Estella tú siempre supiste que era el amor de mi vida y ahora que está embarazada quiero hacer las cosas bien, espero que lo puedas entender.

Candy: Si esa es tu decisión, yo te voy a obedecer, me iré de aquí ahora mismo, ya no los molestaré más, iré a recoger mis cosas y me voy.

Leonardo: Está bien, pero lo mejor será que no nos volvamos a ver, así que por esa razón todo respecto a nuestro divorcio será por medio de un abogado y sobre las pautas que habrá en el divorcio, ve a recoger tus cosas y ahorita voy y te digo lo que te tocará a ti.

Candy: No hace falta Leonardo, yo me voy, no tienes que darme nada, no necesito nada de ti tampoco y lo sabes, así que solamente haz que el divorcio salga lo más rápido posible permiso, voy a recoger mis cosas.

Leonardo: he dicho que ahorita subo a decirte lo que te toca, tienes que obedecer, todavía eres mi esposa.

Subí a mi habitación e hice algo que no hacía desde hace mucho, pero mucho tiempo, llorar, las palabras de Leonardo me dolieron, pero en el fondo lo entendía, es su amor y su hijo y aparte es mi esposo y si es lo que él quiere lo debo aceptar.

Recogí toda mi ropa, dejé mi anillo en la mesa de noche y entonces la puerta se abrió, él entró y comenzó a hablar, luego de eso yo salí, saludé a Sara más tranquila y le pedí al chofer que me llevara, luego compraría un apartamento y me mudaría, empezaría de nuevo después de todo eso era lo que quería no.

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