Nacimiento sorpresa

**2 meses después

**Enrique****: mi amor, ¿vamos a ir a un pícnic?

****Jenny****: esta bien amor, vamos.

**Narrador**

Así lo hicieron, Enrique la llevó a un pícnic cerca de su casa y se sentaron a platicar, como cuando apenas eran amigos.

Enrique: mi amor, yo quería hablarte sobre algo...

Jenny: ¿sobre qué, amor?

Enrique: sobre nosotros mi amor, creo que llevamos demasiados meses nada más, viviendo en adulterio y ya.

¿No crees, que ya es hora de retomar nuestros planes sobre la boda?

Jenny: tienes toda la razón mi vida, pero es mejor esperar un poco más mi vida.

Como puedes ver, ya no me veo con un vestido apretado en mi cuerpo, ya casi no soporto ni mis zapatos, es mejor esperar que nazca nuestr@ hij@, ya que aún no se ha dejado ver.

Narrador

****Enrique entendió que tenía toda la razón su hermosa futura esposa y madre, ya Entre risas, besos y abrazos, pasaron toda la tarde, comieron, jugaron, hablaron de lo mucho y poco que tuvieron antes y después de conocerse.

Enrique le confesó, que no había tenido una mujer en una cama, desde hacía muchísimo tiempo, también llegó el momento de contarle a Jenny, lo que a él tanto le atormentaba.

Enrique: mi amor, ¿te sientes bien, para contarte mi más grande secreto?

Jenny: si mi amor, adelante, desde que te conocí, siempre me has parecido algo distraído a ratos, muy centrado en tus pensamientos y eso es malo, si no lo comentas, pero no te sientas obligado, solo hazlo si te sientes seguro, de que ya no te afectará.

Enrique: si mi amor, por eso te amo, por que eres una mujer muy comprensiva, eres mi mujer.

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

...Narrador ...

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

Enrique empezó a narrarle su triste historia, obviamente omitió el detalle más profundo de ello.

Al cabo de varias horas, de Enrique estarle hablando y contando toda su vida, Jenny petrificada, comenzó a llorar, tenía una sencibilidad, que no podía con ella, Enrique, intentado calmarla, la consentía, la mimaba, hasta que él no pudo aguantar más y lloró en los brazos de su adorada prometida, como si fuera un niño pequeño, lo hizo sentir tan libre de un peso que cargaba solo, que ya no podía aguantarlo más, Enrique sentía que su mundo se estaba cayendo a pedazos, por más que pasarán los días, los meses y los años, para él siempre iba a seguir siendo lo peor que llegó a ver en su vida, realmente él sentía que Jenny llegó para borrar todo lo malo y construir algo maravilloso ante los ojos de él y todo lo demás, sentía que su hermanita, lo estaba cuidado desde el infinito, ya que le había enviado a la mujer correcta y perfecta para él.

Jenny: mi amor, lo siento tanto, realmente, es algo que tuviste que cargar por muchos años solo, ese peso, poco a poco, se te va pasando mi amor, te agradezco que confíes tanto en mí, obviamente así como yo también lo hago en ti, seguramente ha de ser bastante difícil, pero gracias por confiar en mí y permitirme saber más de tu vida, espero que se te pase este peso que cargas mi amor.

...Te amo tanto 😍 ...

...ΩΩΩΩΩΩ...

**Al llegar a casa, Jenny decidió llamar a su madre y decirle que le enviaría el dinero para que dejara todo bien organizado allá, para que viajara y estuviera con ella, el tiempo que le hace falta de embarazo.

Con el pasar de los días, así lo había echo Jenny, su madre viajó, la alegría de Jenny no se comparaba con lo que sentía al tener su madre cerca de ella.

Así sucesivamente fueron pasando los meses.

Ya estaba Jenny en espera, según las ecografías, lo cuál les dio por resultado, qué esperarían gemelos, Jenny y Enrique no paraban de la felicidad, lloraron, se abrazaron junto a sus familias dos.

Lo que no sabía, era que su tan ansiado regalo llegaría en sorpresa, por lo que Enrique decidió que era mejor, comprar todo diferente, ropa para niña y niño, según lo que ellos esperaban era que iban a recibir la pareja más hermosa del mundo, si era un niño y una niña, al niño lo llamaría, zac y a la niña, sharon.

Jenny: ¡Enrique!!!!! ¡Enrique!!!! Ven ahora!!

Enrique: ¿qué te pasó mi amor, por qué me llamas por mi nom...

Amor, ¿te orinaste acaso?

Jenny: rompí fuente, ¿no te acuerdas de los ensayos qué prácticamos? Muévete amor, tengo susto, donde mis hijos se queden sin líquido amniótico, vámonos.

Enrique agitado yendo asía el auto con Jenny, le dice.

Enrique: ¿no decían pues que te faltaba dos semanas?

Jenny: no lo sé amor, no lo sé. Lo que sé, es que me aguanté demasiado los dolores por que no quería ir pronto al hospital y ahora mira, estoy que no aguanto y mira, mira.

Dios ayúdame, que mis hijos nazcan bien.

Narrador

Ya entrando a la clínica, ingresan a Jenny por urgencias, Enrique insistió en que lo dejaran pasar, pues quería ver el nacimiento de sus pequeños, pero por más que insistió, no lo dejaron, ya que decían que la presencia podía hacer atrasar el nacimiento de los pequeños, lo cuál el entendió con precisión. Jenny que había ingresado con pujo, no podían dejar para esperar más, a los pocos minutos, se sintió el llanto más hermoso que Enrique pudiera escuchar, sentía que su mundo se volvía cada vez más maravilloso, conocer esta mujer fue lo mejor que el decía que le había sucedido, ahora más con dos hermosos retoñitos que llegaban a iluminar aún más sus vidas, sentía que le bajaban lagrimas por su rostro, las cuales limpiaba sin disimular ni tan solo un poco su tan enorme felicidad.

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