Una noche maravillosa

****Narrador****

Así sucesivamente, fueron pasando varios minutos, hasta qué...

****Enrique****: mi amor vente para acá, dejemos de estar perdiendo el tiempo.

Narrador

*Eso le decía Enrique, mientras besaba a **Jenny** por su cuello, pómulos y demás, ella solo disfrutaba de cada toque tan suave que le brindaba Enrique a su paso*.

Jenny: Enrique solo quería decirte que, aún soy virgen, como ves aún...

Pensamientos de Jenny

Solo vi como antes de terminar de dirigir una siguiente palabra, él solo me silenció con un jugoso beso.

Enrique: eso supuse pequeña, únicamente relájate y déjate llevar, si es que ¿aún deseas que continúe?

Jenny: sí...

Narrador

Así sucesivamente Enrique fue quitando su blusa y fue saboreando sus desnudos sen***, con cada paso que hacía, no dejaba de tocar su sen* libre y acariaba con su otra mano su tan preciado cuerpo, así poco a poco continuaron hasta Jenny verse completamente desnuda.

**A los pocos minutos ella aún con su torpecilla inexperiencia, no dejada de acariciar su tan tonificado cuerpo.

Enrique se levantó lentamente a lo que ella le pregunta.

Jenny**: ¿qué haces?

Enrique: no te preocupes hermosa, solo quédate tranquila, no te preocupes por nada, por favor. Solamente has de este día tan especial, un momento único quedándote únicamente donde estás.

¿De acuerdo?

Jenny: esta bien.

Narrador

Así lo hizo Jenny, se quedó quieta donde le dijo, mientras observaba cada movimiento que él hacía.

Enrique solo se desprendía de cada una de sus prendas sin quitar por un segundo la mirada que tenía tan excitante sobre el cuerpo de Jenny, cosa que para ella extraño, puesto que nunca había permitido a nadie ver su cuerpo desnudo, más que su madre, cuando aún era una pequeña.

Poco a poco Enrique se acostó sobre ella para retomar lo dejado, sin parar más, tomó nuevamente sus pechos y empezó a saborear cada centímetro de su cuerpo, bajó a su centro y empezó a mover su lengua como todo un experto sobre su clítor** erecto, una pequeña puntita que él observaba por momentos, cosa que lo incitaba a pecar cada vez más...

Ella simplemente hacía lo que él le decía, ya que el pensar de él era que a su edad y su inexperiencia, debería de estar nerviosa, pero no, estaba lo más de relajada solo disfrutando cada toque que él le brindaba.

A los pocos minutos, él sintió como se contrajo su cuerpo y apretaba sus manos; sin embargo, él no dejaba de hacer lo que veía que provocada esos movimientos de ella, en poco tiempo sintió que algo bajaba a su boca. Mientras él se saboreaba, ella se tapaba el rostro.

Cada uno de sus gestos, para él eran hermosos.

Sin esperar a que ella se arrepintiera, subió sobre ella y empezó a entrar suavemente sin lastimarla, mientras que sentía como ella apretaba sus piernas, para impedirle paso dentro de ella.

Enrique: mi vida hermosa yo sé que te duele mucho, pero si no me dejas de oprimir mi cadera, no lo voy a poder hacer, ¿me entiendes? O ¿me detengo? Si así lo deseas.

Jenny: ¡No por favor!! Solo dime ¿cómo me relajo un poco? Y ya está.

Enrique: esta bien mi amor, únicamente quiero que entiendas que si no estás segura de continuar, yo me detengo. ¿OK? No te sientas obligada a algo que no estés segura.

Jenny: solo, no te detengas y no te preocupes tanto, por favor.

Narrador

Poco a poco, aún con los gimoteos de Jenny, Enrique estuvo dentro, pasó así durante algunos minutos, Jenny en momentos gemía de placer, como en otros, se quejaba un poco en silencio.

Enrique no dejaba de admirarla y decirle cuanto la deseaba y la amaba, ella simplemente lo besaba e intentaba que el dolor se fuera de ella y regresara la emoción.

Por lo mucho a los 2 minutos, Enrique ya estaba dejando cada uno de sus espermatozoides dentro de ella.

Enrique: mil gracias mi amor, por permitirme ser el primer hombre en tu vida, aunque espero también ser el último.

Te amo mi amor ❤️

¿no te lastimé?

Jenny: no mi amor, fuiste demasiado delicado conmigo y te lo agradezco muchísimo.

Perdóname por ser tan tonta y no aceptar antes mis sentimientos, por lo menos no fue tarde.

Yo también te amo.

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

...Pensamientos de Enrique...

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

Justo en ese momento en que ella anoche me entregó lo más preciado para una mujer y pocos hombres, entendí que realmente, ella estaba destinada para ser mía y yo completamente suyo, le agradezco a Dios y a Edwards, que la embarró rápido con ella, dejándose ver todo lo que era, en la empresa y por fuera, para que ella se desencariñara de él, sé que es egoísta de mi parte pensar así, pero tan solo pensar que su virtud fuese de alguien más y no yo, me hace pensar muchas cosas, obviamente no la ofendería, pero donde hubiese llegado al punto en que Edwards hubiese jugado con ella, no me lo hubiese perdonado, ya que estaba pensando en dejar mis sentimientos a un lado y seguir mi vida, le agradezco a Dios y a la vida, por ponerme, a esta bella y perfecta, ante mis ojos, para que fuera mi mujer, obviamente ya esta destinada para mí y yo para ella, al igual que le guardé constancia, siendo amigos, aunque ella no lo sepa bien, ahora más que nunca la respetaré y no le fallaré, hasta que Dios decida, que mis ojos se cierre para siempre, también le pido a Dios, que no le deje acabar nunca el amor que me dice tener, que antes nos aumente nuestro fruto, para que no nos cansemos los dos y poder hacerla mi esposa, mi amante, mi novia, pero sobre todo, la madre de mis hijos, si así ella lo desea en algún tiempo, es perfecta para mí, también espero que ella me vea de la misma forma, anoche con lo que me entregó, algo que es lo suficientemente preciado para ella, pero también para mí, me hizo pensar y llegué a la conclusión, de que si me entregó su virtud, es por que me ama igual que yo, ahora más que nunca la cuidaré, la protegeré, es más, haré una promesa ante Dios...

Enrique: mi amor ❤️te voy a decir algo.

Jenny: si mi amor, ¿dime?

Enrique: esta bien que no tengo un anillo de compromiso, ni nada que te hate, a mí, pero quiero que sepas, que lo que quiero decirte, es que quiero que seas mi esposa, mi amante, mi amiga, mi novia, pero sobre todo, la madre de nuestros hijos, también quiero que sepas, que soy el hombre más afortunado, sobre toda la faz de la tierra, por que anoche me demostraste que me amas igual, como yo a ti, por eso te agradezco, por ser esa hermosa mujer que llegó a mi vida, para hacerme tan feliz, quiero decirte, que nunca te fallaré, siempre te he respetado, desde aquel día que cruzaste por la puerta de mi oficina, desde allí, empecé a ver, que eras demasiado diferente a las demás mujeres, también te digo, que si no te fallé en aquel tiempo, ahora menos, ya que tú me diste lo más preciado para ti, pero también ahora, para mí.

Ahora tú dime, aunque no tenga anillo ahora, ya que luego lo compraré para que sea más oficial, ¿quisieras casarte conmigo?

Jenny: Realmente es hermoso, todo lo que tú me dices, eres todo lo que siempre anhelé tener, un hombre maravilloso, un hombre trabajador, detallista, inteligente, amoroso, sexi, guapo, caballeroso, tímido ante la sociedad y ardiente de deseo a solas, me siento afortunada de tenerte también y que Dios te pusiera en mi camino, para amarte cada día de mi vida, pero ya casarnos, no lo sé, es un gran paso, no es algo de tomar a la ligera mi amor, yo si acepto, pero esperemos que pasen unos meses o un año quizá, para ver que tan marchan las cosas entre los dos, yo sería dichosa de tenerte a diario, poder dormir sobre tu pecho, amanecer y que la luz de la mañana, nos cubra el rostro, pero juntos, aunque obvio pienso, en mis estudios, mis metas, yo te amo, ya lo descubrí por completo, pero tú sabes que aún me falta este año, para graduarme, entonces espero y entiendas mi amor.

Enrique: obviamente mi amor, claro que te entiendo perfectamente, solo te pedí que te casaras conmigo, pero puede ser en un año o dos, lo importante es que cada paso que des, me permitas estar ahí junto a ti, para poder verte triunfar y hacerlo juntos, para mi es algo que me enorgullece, ya que eres una mujer muy importante para mí, eres demasiado inteligente y por eso es que me enamoré de ti, por que piensas bien, yo no voy a ser la persona que detenga tus sueños, al contrario, voy a ser el hombre, que va a estar para ti, cuando me necesites, a cada paso que des, que me tengas presente en tus pensamientos y en tu vida, al igual que yo, quiero que estes presente a cada paso que doy y que daremos juntos, te amo tanto mi hermosa princesa.

Jenny: gracias por entenderme mi amor, también gracias por hacerme tan, pero tan, feliz, todos estos meses que hemos estado saliendo como amigos y ya ahora iniciando una relación, han sido los mejores tiempos de mi vida, me hiciste sentir mujer por primera vez y de la mejor manera, yo también te amo mi vida...

...ΩΩΩΩΩΩΩ...

Narrador

Así pasaron la noche, hablaron un poco más, hasta quedarse dormida sobre el grandioso pecho de Enrique.

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