¿Queee, es hoy?

*Flim

Había hablado con mis padres para una pequeña ceremonia íntima. Mis padres estaban emocionados por conocerla. Sin embargo, yo no sabía nada de Mar ni la había visto desde aquella vez que le propuse matrimonio, ya que había estado tan ocupada que no tuvimos tiempo de hablar sobre el matrimonio entre nosotros. Era ya el día de la boda, así que solo le envié la ubicación. Ella sabía qué hacer: día, hora y fecha, todo lo dejé en un mensaje y un pequeño obsequio de bodas.

*Mar

Últimamente estaba trabajando mucho, tanto que ni había tenido tiempo para hablar de la boda. Era la mañana y tocaron el timbre. Cuando bajé, estaba ella, Odette.

- Sorpresa Mady.

- Vaya sorpresa.

- Holaaaaa pásale.

- Mady, ¿qué es esta zona tan fea? ¿Tan mal te pagan?

- Es una larga historia.

Odette pasó y estaba a punto de cerrar la puerta cuando un chico gritó:

- ¡Señorita, espere! Le han enviado este paquete.

- ¿Quién?

- Su prometido.

- ¿Dónde firmo?

- Aquí.

Después de firmar, el chico me entregó el paquete. Cerré la puerta mientras que Odette me veía.

- CUÉNTAME TODOOOO.

- Me casaré.

- ¿Con quién? ¿Cómo? ¿En qué momento?

- Espera, el paquete.

Abrí el paquete y ahí estaba una enorme caja blanca importada de Francia. Había una nota: "Boda en la mansión, a las 3:20 p.m. Espero que te guste". Guardé la nota mientras Odette se distraía en su celular.

Abrí la caja y había un hermoso vestido blanco de corte sirena. Odette grito: "HAHAHA, qué lindooo".

- ¿Cuándo nos casamos, amigaa?

- Hoy.

- ¿Quéeeee? ¿Cómo no me ibas a invitar?

- Odette, es una larga historia. Me caso hoy y yo no sabía.

- Tu prometido sí que está loco. Dime, ¿quién es? Me encantaría que fuera el chico del antro.

Por un momento me quedé callada.

- Nooooo, Mady. Es él, ¿verdad? Es él HAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHA.

Tocaron la puerta y era un grupo de chicos y chicas; el equipo completo de estilistas.

- Mar Stilr.

- Sí, soy yo.

- Su prometido le manda esto.

Tomó la nota.

- Solo disfruta.

Las chicas pasaron y se acomodaron mientras me peinaban. Otras me arreglaban las uñas y lo único bueno era que no apestaba, ya que solía bañarme antes de levantarme a desayunar.

—Odette, disculpa por no avisarte, pero quiero que me entregues en la boda. Eres mi única familia.

—Luego tendrás tiempo de explicarme, pero hoy te casas, así que yo te entregaré.

—Gracias, eres la mejor.

—Obvio - ambas reímos.

Aproximadamente habían pasado horas y, cuando terminara la ceremonia, serían las 3:20 PM. Ya eran las 2:50 PM, me puse el vestido, la zapatilla, los accesorios y me fui. No me tomé ni el tiempo de verme, de admirarme. No quería ilusionarme con algo que era sumamente falso.

*Flim

Había terminado de arreglarme y ya todo estaba listo. El padre, mi familia y amigos íntimos estaban ahí, todos esperando a la novia. Yo estaba parado en el altar con los nervios de punta, y no por casarme, sino por volverla a ver. Después de un segundo, apareció. Se veía reflejada en un vestido entallado, dejando ver todo lo atractiva, pero nada revelador. Observándola de pies a cabeza, llegué a su clavícula que dejaba ver piel blanca, y mirándola a los ojos volví a ver hacia enfrente. Mientras todos la observaban caminando hacia el altar, segundos después, voltee y ella se veía perfecta, acompañada de una chica muy hermosa. Si, su amiga. La recuerdo de aquel día en el antro cuando se acercó y me dijo: -

—“Cuídala mucho, que si la hace llorar, yo te haré pagar cada lágrima que derrame”. —"Enemigos así La quiero", sonreí. Me la entregan mientras ella se sienta. Mar me mira y dice: —“Nerviosos”. Yo respondo: —“¿Por qué lo estaría?” Ella solo sonríe y se acomoda. Me regala una sonrisa.

Llegando a la ceremonia, sentí cómo me observaba desde lejos una mirada que ya conocía, pero no le di importancia. Caminé hacia él junto con Odette mientras me entregaba, y ella lo amenazaba. Yo solo sonreía. La tensión se sentía en el aire, algo raro, pero yo tenía los nervios de punta y le dije: “Nerviosos”. Él responde: “¿Por qué lo estaría?”. Solo le sonreí, pero se notaba que ambos estábamos nerviosos durante la ceremonia.

El notario formula: “Queridos amigos aquí presentes, nos hemos reunido hoy para unir a este hombre y a esta mujer en sagrado matrimonio”. “¿Flim Díaz, recibe usted a esta mujer para ser su esposa, para vivir juntos en sagrado matrimonio, para amarla, honrarla, consolarla y cuidarla, en salud y en enfermedad, guardándole fidelidad, durante el tiempo que duren sus vidas?” —Acepto.

"¿Mar Stilr, recibe usted a este hombre para ser su esposo, para vivir juntos en sagrado matrimonio, para amarlo, honrarlo, consolarlo y cuidarlo, en salud y en enfermedad, guardándole fidelidad, durante el tiempo que duren sus vidas?"

Lo vi por un momento y me sonrió, voltee alrededor y todo estaba pendiente.

"Señorita," me llamó.

"Sí, acepto", sonreí.

"Repita después de mí".

"Yo, Flim Díaz, te recibo a ti, Mar Stilr, para ser mi esposa, para tenerte y protegerte de hoy en adelante, para bien y para mal, en la riqueza y en la pobreza, en salud y en enfermedad, para amarte y cuidarte hasta que la muerte nos separe."

"Repita después de mí".

"Yo, Mar Stilr, te recibo a ti, Flim Díaz, para ser mi esposo, para tenerte y protegerte de hoy en adelante, para bien y para mal, en la riqueza y en la pobreza, en salud y en enfermedad, para amarte y cuidarte hasta que la muerte nos separe."

El notario les pide a la pareja que se tomen de las manos y declara: "En virtud de la autoridad que me conceden las leyes del Estado, los declaro marido y mujer. Puede besar a la novia".

Voltean y se miran mientras todo el mundo aplaude. Cuando los labios de Flim hacen contacto con los de Mar, es un beso cálido y tierno.

—"Perdón, me emocioné", dice ella, mientras solamente ríe.

Despegan los labios cuando un impulso lleva a Mar a brincar hacia sus brazos, haciendo contacto de nuevo con sus labios pero esta vez un beso más intenso. Después de reaccionar, se saca.

Durante la ceremonia iba todo bien, después de algunas horas todo se acabó y los invitados se fueron. Y solo quedaron ellos y la familia.

Flim.

Cada parte que el notario decía, sin dudarlo, respondía al instante. Por un momento pensé que ella no aceptaría y saldría corriendo, pero no, dijo "acepto". Después, el padre dijo "puedes besar a la novia". No sabía si hacerlo o no. Pero todos esperaban que me acercara a darle un beso y esperaba algún reclamo o una acción negativa, pero después de un segundo, ella hizo todo lo contrario. ¿Qué fue eso? Me besó.

Toda la noche estuve pensando en ese beso inesperado.

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