Alexa se levantó al día siguiente con el cuerpo pesado, una terrible resaca moral y
un enorme deseo de asesinar a la Alexa del pasado después de recordar la forma
en que se comportó con su jefe.
- ¿cómo demonios fui capaz de decir tantas estupideces? ¿Cómo no se me
ocurrió? que ver al jefe después de sería todavía mas vergonzoso que el estúpido
incidente de la ropa-
Sin embargo, al mencionar para si misma dicho incidente, no pudo evitar sentirse
excitada al recordar las palabras y la exaltada actitud de su jefe respecto al mismo
incidente. Recordó sus enormes y calientes manos aprisionándola, la forma tan
obsesiva y desesperada en que él le hablaba al oído recordó haber sentido como
si su jefe quisiera devorarla y se recordó a si misma queriendo derretirse entre sus
dedos, las imágenes de la noche anterior en su cabeza le provocaron llevar una
de sus manos a su entrepierna para darse un poco de consuelo.
Justo cuando estaba a punto de autocomplacerse pensando en las manos de su
jefe, recibió una llamada y en la pantalla de su celular se mostraba el numero de la
oficina, así que no pudo hacer nada más que tomarlo.
-Si diga-
-Hola, Alexa, soy Jully-
-Hola Jully ¿Qué sucede? –
-El jefe me pidió avisarte que el señor Klent iba a necesitar de tu apoyo en una de
las obras, por lo que en las siguientes dos semanas deberás presentarte en la
dirección que te acabo de mandar por mensaje. –
-Por supuesto, gracias, Jully-
-Oh cierto, el jefe dijo que no era necesario que vinieras por tu equipo porque lo
transfirieron esta mañana para la obra-
-De acuerdo, nos vemos después entonces, bye Jully –
-bye-
-Maldición. Mi jefe me odia tanto que incluso me ha sacado de la oficina, bueno
por lo menos no me despidió-
Después de autocompadecerse y dar vueltas en su cama por unos minutos, logro
reunir el valor de salir de su cama e ir a prepararse para su trabajo en la obra.
Ya estando camino al trabajo se trataba de repetirse que debía comportarse mejor
con su nuevo jefe para que este no la despidiera, mientras se reprendía
mentalmente por haber sido tan poco profesional.
-Nada de bromas, nada de peleas, nada de confianzas y la ropa bien acomodada-
Al llegar al lugar en que debía presentarse, antes de identificarse, el vigilante
guiándose por su apariencia la detuvo un momento.
-señorita ¿viene con algún grupo escolar? Me temo que no es hora de visitas
todavía. –
-Eh… no, mi nombre es Alexa Taibo, soy la arquitecta que viene a apoyar al señor
Klent –
- ¿de verdad? No recuerdo que Gustav mencionara nada de un arquitecto de
apoyo-
Un hombre cuestionaba a Alexa desde la ventana de su auto, mientras mostraba
su identificación para que le abrieran paso.
-Bueno, a mi me avisaron esta mañana-
- Bien\, ya veremos-
-Buenos días, señor Stamper, adelante por favor-
-Buenos días, Thomas. Déjela pasar. Señorita hágame el favor de esperarme en
el estacionamiento, yo mismo la acompañare con Gustav. -
La forma en como el hombre se dirigía a ella la hizo sentir que estaba siendo
juzgada de mala manera, lo cual le causo cierta indignación, pero decidió
morderse la lengua para no tener mas problemas e hizo lo que el hombre le había
ordenado.
-Sígame por favor, señorita-
-si claro-
Ciertamente Vincent Stamper no era un mal hombre, pero si bastante desconfiado
y aunque no encontrara un motivo real, el encontrar a una chica desconocida
tratando de llegar a Gustav lo hacía sospechar de ella.
Alexa no podía evitar sentirse incomoda y cada vez mas molesta por la actitud de
ese hombre, pero estaba determinada a no tener más problemas con nadie.
-Bien señorita, este es el espacio que compartimos como oficina Gustav y yo así
que supongo que no le molestara si entro con usted-
-Para nada señor- Alexa frunció el ceño ante el innecesario comentario de ese
hombre, pero decidió morderse la lengua una vez más, sin embargo, le estresaba
pensar que esa persona le iba a hacer muy difícil el no meterse en problemas.
-Gustav, me encontré con una señorita que dice venir como tu arquitecta de apoyo
¿La conoces?
-Ah, si claro, tú debes ser la señorita Taibo-
-Así es señor-
Antes de continuar las formalidades, el gesto de extrañeza en el rostro de Vincent
hizo que Gustav le interrumpiera las presentaciones para hablar con su socio.
-Una disculpa señorita, tengo un asunto privado que arreglar con mi socio, le
molestaría esperar afuera un momento-
-por supuesto que no señor, con permiso –
Mientras salía de la oficina, haciendo gala de toda la prudencia que nunca antes
había usado, se felicito a si misma por no haberse metido en problemas tras
descubrir que ese hombre que le había agradado tampoco era el ultimo de los
socios y por ende en cierto modo era su jefe también.
Mientras tanto en la oficina.
-Gustav ¿desde cuándo necesitamos arquitectos de apoyo? Y mas aun cuando la
obra esta por finalizar, dime que está haciendo realmente esa niña aquí, no me
digas que estas pensando en conseguirte una pequeña amante. –
-No digas estupideces Vincent, ella no tiene nada que ver conmigo, solo le estoy
haciendo un pequeño favor a Daniel-
-¿De verdad? Vaya pensé que sus gustos eran totalmente diferentes-
-Yo también-
-Bueno y si esta interesado en ella ¿porque no la contrata para el despacho en
lugar de mandárnosla a nosotros? –
-Ella ya es su empleada ¿recuerdas a la chica que contratamos a principios de
año? pero por ahora Daniel no puede tenerla en la oficina a menos que quiera
arriesgarse a recibir una demanda-
-amm no realmente-
-El siete honorifico-
-¡LA MINIARQUITECTA! Y porque… oye espera ¿cómo que una demanda? no
me digas que esa niña es problemática. –
-Hasta donde yo sé, no, pero si quieres saber más es mejor que le preguntes
directamente a Daniel, no creo que me corresponda a mi contártelo-
-En ese caso creo que lo llamare en este momento, no puedo creer que nos quiera
usar de guardería-
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Comments
Angelica Teresa Quiñones Ovalle
buena y entretenida, pero fome dejarnos en espera, hasta el proximo capitulo
2023-07-30
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