La cena (Daniel)

-señorita Taibó…-

Jajaja aún se ve ruborizada, pobre duendecillo, espera… no puede ser, de verdad

estuvo todo el día con la blusa mal abotonada, rayos solo espero que no sea igual

de torpe en el trabajo.

-tenga-

- ¿eh…?-

-esto es suyo ¿no?, lo dejo en el baño hace rato-

-ah sí, gracias jefe, no sé cómo pude olvidarlo-

-creo que yo tengo una idea de como- rayos no pude evitar pensar en esa prenda

de encaje, contrólate no seas un idiota.

-bueno… gracias, yo… me retiro, hasta mañana jefe-

Dios, de verdad no se a dado cuenta, ni hablar tendré que hacérselo saber.

-señorita Taibo su blusa está mal abotonada- mientras me acerco a decírselo para

que nadie mas escuche, puedo sentir de nuevo ese aroma a cítricos y vuelvo a

pensar en esa prenda de encaje, demonios tengo que conseguir una de esas para

alguna de las modelos con las que salgo, aunque no se si podrían rellenarla de la

misma forma.

Demonios deja de pensar en eso, se un caballero Marcus maldita sea.

-MALDICIÓN-

-ja…JAJAJAJAJAJA- no puede ser esta niña no ha parado de hacerme reír. Que

reacción tan instintiva y graciosa.

-no sea asi, porque se burla de mi jefe-

Jajaja rayos con eso pucheros parece una niña chiquita… una con un cuerpo

bastante sexy… eh que estoy diciendo idiota. Uhhhh… su cabecita ¡siento unas

enormes ganas de palmear su cabecita!!!, como rayos puede ser tan chiquita.

- lo siento no ha sido apropósito\, pero no lo he podido evitar\, todo esta ha sido un

poco vergonzoso, pero tú los has vuelto muy gracioso- rayos creo que si me estoy

burlando de ella jajaja, supongo que debo compensarlo.

-JEFE…-

-no te que no has salido a comer, que te parece si te invito la cena-

Ella tenía ganas de una sopa así que fuimos a un restaurante familiar que estaba

por la zona y trate de romper el hielo mientras llegaba la comida.

-y dime, vives con tu familia- sé que es intrusivo, pero no se me ocurrió algo mejor.

-mmm… no vivo sola- lo primero que hice al encontrar trabajo fue buscar

independizarme-

-oh ya veo… acaso... ¿no te llevas bien con tu familia? – rayos que entrometido

sueno

-para nada, mi relación con mi familia es genial, pero soy una persona muy

expansiva y mis cosas ocupaban casi la mitad de la casa, no quería continuar

invadiendo a mi familia-

Es casi irrisorio escuchar a alguien tan chiquito decir que es muy expansivo.

-oye perdona mi curiosidad, pero, puedo preguntarte tu edad- siento sorpresa en

su mirada, pero no pude evitarlo, de verdad me da mucha curiosidad.

- ¿que no la leíste en mi solicitud de trabajo? -

-eh… la verdad casi nunca leo las solicitudes, me guio más por los portafolios-

-JAJAJAJA… cielos, tantos cursos para que al final nadie vea mi currículo, vaya

jefe, bueno menos mal que mi portafolio fue suficientemente bueno-

-lo siento por eso, pero te puedo decir que los conocimientos que has adquirido se

ven reflejados tanto en tu portafolio como en tu trabajo actual- ¿Por qué es que

ahora yo me siento avergonzado? Bueno por lo menos ella ha podido relajarse.

-bueno, tengo veintiséis años, trabaje en un par de lugares antes de entrar a su

despacho-

- ¿Qué? ¿DE VERDAD? ¿Cómo es que te ves tan joven\, digo no es que no lo

seas, pero no aparentas tu edad, conozco mujeres más jóvenes que se ven diez

años más grandes que tu…-

-genética…mi familia es de genes longevos, tardamos varios años en mostrar

rasgos de envejecimiento y tenemos un metabolismo bastante bueno-

-Vaya que envidia-

- no es del todo bueno\, la gente suele subestimarme o no tomarme en serio

porque aún parezco una niña-

-Rayos es verdad, yo lo hice. Oh por dios sus pucheros… quiero pellizcar sus

cachetes carnudos-pienso todo esto cuando noto que es tan pequeña que al

recargarse sus voluptuosos pechos caen justo sobre la mesa lo cual los hace mas

abultados y presiona su blusa de modo que puedo volver a ver un poco de esa

prenda de encaje que le ajusta tan bien. Maldición que estoy diciendo esto ya me

tiene muy confundido y sigo viendo sus senos ¿cómo es que no me ha

abofeteado?

-AAAHHH… quema, quema, quema-

Escucho eso mientras la veo desabotonar su blusa, ¡oh esa bendita prenda de

encaje!

¿Qué rayos esta pasando? Por fin me reconecto y veo que un mesero le ha

derramado un plato de sopa caliente encima, siento pena por ella, pero he podido

volver a ver lo bien que le queda esa prenda, yo quisiera… demonios Marcus

compórtate, es tu empleada.

- ¿estás bien?\, ¿quieres que vayamos a que revisen si tienes quemaduras? -

-no descuide jefe, no es tan grave, solo me he sentido avergonzada una vez más-

Contesta ella mientras se coloca su blazer, aunque los botones no han alcanzado

a cubrir sus senos y la visión que queda es hermosa, menos mal, que la diferencia

de tamaños ayuda a disimular lo lascivo que me siento en este momento. Cielos,

pequeño duende, discúlpame por todo lo que esta pasando en mi mente mientras

tú te sientes avergonzada.

Voy a tener que ver a alguna modelo esta noche.

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