Quizás estoy imaginando cosas

Rouse

Cuando me desperté esa mañana, otra vez fue primero que Cristian, pero me quedé unos minutos observándole, se ve tan tranquilo… miro el reloj de pared y son las 6 de la mañana, así que estoy de buen humor para preparar el desayuno, quizás unos sándwiches.

Me levanto poco a poco y cuando estoy a punto de salir de la cama siento un agarre en mi brazo y un jalón que me devuelve a la cama de golpe, y de repente tengo a Cristian encima de mí mirándome fijamente.

-¿Y mis buenos días?- Y arquea una ceja -¿Ibas a irte sin despedirte?- Me pregunta con su cara en tensión.

-Sólo me levanté a hacer el desayuno- y yo le sonrío un poco, y con eso su cara se calma poco a poco con cada respiración.

-Me gusta el sándwich de jamón- me dice y siento una ligera sonrisa.

-Ah, ¿Y pensabas que también era para ti?- y yo me río. -No recuerdo haberte invitado- le digo frunciendo el ceño y sonriendo.

-Bueno, serás mi esposa, ¿Qué mejor invitación que esa?- y me mira arqueando su ceja y una ligera sonrisa. ¿Qué significa esto? ¿Cristian bromeando por la mañana? ¿Acaso estoy dormida aún?

-Está bien, vuelvo en unos minutos- Y salgo de la habitación.

Pero al bajar las escaleras recuerdo la botella de vidrio rota en la sala, así que decido revisar a ver y limpiar eso, pero me encuentro a Silvia aspirando los restos de vidrio en el piso.

Eso hace llegar a mi mente los momentos vividos anoche y que aún están presentes. ¿Cómo es que me enamoré de ti, Cristian? Siendo frío y distante, a veces cálido y cariñoso, pero también ofensivo y controlador…

¿Por qué eres así, Cristian? Es como si no te dieras cuenta de lo que tus acciones y palabras pueden hacer.

-Señorita Rouse, ¿Le pasa algo?- y salgo de mi ensimismamiento con las palabras de Silvia y me di cuenta que estaba llorando otra vez.

-No es nada, Silvia. Tranquila, y disculpa por esos cristales rotos-, me disculpo secándome la lágrima con la mano.

-Eso fue el joven Hassan, se pone a beber en ese sillón cuando algo realmente le perturba, así que no tiene por qué disculparse-, me sonríe. Y yo asiento.

Me dirigí a la cocina y busqué el Jamón, pero siento que alguien está detrás de mí.

-Hey- le digo a Cristian sonriendo, -¿No estabas en el cuarto?-, le pregunto.

-Me estaba preguntando por qué estabas tardando tanto…- y me mira como examinándome.

-Sólo hablaba con Silvia, pero ya me pondré a hacer el desayuno- le digo, él asiente y se sienta en la pequeña mesa.

-¿Podrías prepararme un poco de café primero? Me gusta tomarlo en ayunas- me dice.

-Como diga, joven Hassan-, le digo bromeando y empezando a preparar el café en la máquina que hay allí.

-Tú dime "Cristian", mi nombre se escucha diferente cuando lo dices tú- y yo no me volteo porque estoy segura que estoy sonrojada.

-Está bien, Cristian- le digo y sonrío para mí misma.

Termino de hacer el café y se lo entrego, él empieza a leer el periódico que está en la mesa, y empiezo con los sándwiches, hago cuatro porque hoy amanecí con algo más de hambre que lo habitual y supongo que Cristian no se comerá sólo uno.

Pongo los dos platos en la mesa y yo busco un poco de jugo de manzana en el frigorífico, decido sentarme en silencio hasta que Cristian Habla:

-¿Hoy tienes pensado ir al laboratorio?- me pregunta de lo más directo, y no sé por qué me siento nerviosa al responder eso.

-Ehm, sip- le digo distraída.

-Bueno, yo voy a llevarte al trabajo, quiero asegurarme de que llegues bien, y también iré a buscarte-, termina por decir.

-Ahm-, y yo me he quedado sorprendida con lo que acabo de escuchar. -¿Quién eres y qué hiciste con Cristian?- le miro fijamente mientras entrecierro mis ojos.

-¿Qué? ¿No te parece que es mejor así?- me mira dubitativo. -Pero no vuelvas a intentar irte sin despedirte otra vez- me mira severo.

-Está bien, Cristian- y yo le sonrío de muy buen humor.

-Bueno-, se sacude las manos. -Voy a bañarme y a arreglarme para que no se haga tarde, hoy tengo mucho trabajo, te espero en el auto-, me dice saliendo de la cocina.

Yo me quedo unos minutos más tomando mi jugo de manzana, y eso me recuerda que debo tomar mi medicina, así que recojo los platos y los pongo en el lava vajillas, limpio todo y vuelvo arriba, busco mi medicina y la tomo, pero esta vez sin dificultad porque traje conmigo el jugo de manzana.

Me lavo los dientes, me doy un baño rápido y me cambio a mi ropa de trabajo, me hago una coleta alta y miro la hora, son casi las 7 y media, pero no me preocupa porque no tardaré en el camino, ya que esta vez no iré en bus, busco mi cartera de mano y salgo a la sala, pero escucho la conversación de Cristian y su padre.

-Ya Clara me comentó que ha visto a Rosa llorar por ti, Cristian. Basta de eso. Sabes muy bien que no es lo que quiero y que ella ha sufrido bastante a causa de lo que pasó-, escucho que le dice su padre.

-Lo sé, padre y no es lo que quiero, pero algo me pasa con ella y no sé lo que es-, se sincera Cristian.

-Sea lo que sea debes tratar de no hacerle más daño-, escucho al señor Hassan, y yo siempre me he preguntado de dónde viene todo ese cariño. -Sabes bien que ella ha sufrido mucho por ésta familia-, y eso último me deja sin palabras.

¿A qué se refiere? ¿Qué quiso decir el señor Hassan con eso? He sufrido pero ellos no tienen nada que ver, ¿O sí? Mi mente se queda divagando en el accidente... ¿Qué significa ésto? Quizás estoy imaginando cosas.

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