CAPÍTULO XVII: Nunca digas nunca jamás

Como le dijo el especialista a Félix Arturo, con las terapias y cuidados necesarios a través de la alimentación, Arturo tuvo una mejoría notable y en poco tiempo era un niño menos retraído y mucho más activo.

-Cuando sea grande quiero ser un doctor como usted padre.

Poco después de la conversación con el terapeuta, Arturo comenzó a llamarlo padre y eso hacía feliz a Félix Arturo.

-Si es lo que quieres estudiar, cuenta con mi apoyo Arturo – Le dijo Félix Arturo con orgullo.

Félix, por su parte, tenía serios problemas de conducta, la falta de disciplina por parte de Oneida y el maltrato

verbal de Roger lo habían afectado mucho.

-No quiero comer esto, porque no me gustan los vegetales – Protesto.

-Te lo vas a comer y punto – Le dijo Félix Arturo con autoridad.

Como se lo advirtió, lo inscribió en una academia militar debido a sus problemas de conducta.

-¿Por qué no puedo ir a una escuela normal como Arturo?

-Porque lamentablemente necesitas disciplina, Félix – Le respondió en un tono que no daba pie a la discusión.

Era el mes de septiembre y comenzó el nuevo año escolar y en poco tiempo Félix resultó ser uno de los alumnos más destacados de la academia y eso lo sorprendió porque siempre fue un estudiante mediocre más por falta de motivación que de inteligencia.

-¿Voy a tener un hermano? – Pregunto Tamara con recelo

-Si tu papá y yo vamos a tener un bebé – Dijo Katy con mucha emoción.

La noticia del embarazo de Katy le trajo mucha alegría a la familia, sin embargo, Tammy se sentía un poco celosa de tener que compartir a sus padres con un nuevo hermano.

-Tú eres mi princesa y siempre va a ser así – Le dijo Alex a Tammy intentando consolarla.

Alex buscó una foto en su teléfono y se la mostró a Tamara y ella no comprendía de quién se trataba.

-¿Quién es este bebé? - Preguntó Tamara con curiosidad

-Eres tú, y esta es nuestra primera foto juntos y desde entonces siempre la traigo conmigo.

Alex le mostró todas las fotos que conservaba de ella a lo largo de su vida.

-¿Me prometes que no vas a cambiar conmigo papá?

-Nadie puede reemplazarte en mi vida Tammy, cuando tú naciste no hice a un lado a Fonso porque ambos son mis hijos, y, en mi corazón, hay mucho espacio para los dos, bueno ahora para los tres – Le dijo Alex a Tamara.

A pesar de todos sus temores, Alex se sentía feliz porque finalmente tenía a su familia de regreso, ellos pensaban establecer su residencia en la ciudad de Miami, pero con la noticia del embarazo Katy cambiaron sus planes temporalmente, porque ella quería que Félix Arturo fuera su obstetra.

-Todo está bien con el embrión, pero prefiero catalogarlo como de alto riesgo dado tus antecedentes Katy – Dijo Félix Arturo.

-¿Seguro que todo está bien doctor? – Preguntó Alex con preocupación

Félix Arturo asintió en señal de aprobación, y se sonrió al darse cuenta de que Katy finalmente se encontraba bien.

-Sí, pero vamos a ser cautelosos en todo momento – Le dijo Félix Arturo.

Tamara se encontraba en la sala de espera junto a Francisca mientras jugaba con su teléfono y en ese momento llegaron Arturo y Félix, lo cual era habitual, ya que a la salida de clases solían esperar por su padre en

el consultorio.

-Hola Tammy – Saludó Arturo con alegría.

-¡!! Arturo que alegría de verte!!! – Le dijo Tammy con emoción

-Hola Tammy yo también estoy aquí – Le dijo Félix con molestia

Tamara observó con recelo a Félix y puso una expresión de desagrado como cada vez que hablaban, lo cual hacían con mucha frecuencia.

-Sí, claro, ¿Cómo estás, feo? - Le dijo Tamara con antipatía.

-Obviamente, mejor que tu fea – Le respondió Félix

-¿Ustedes dos porque siempre pelean? – Preguntó Arturo muy desconcertado.

Tamara conversaba animadamente con Arturo porque tenían intereses en común y observaba de soslayo a Félix, le parecía que se le veía bien con el uniforme de la academia militar, pero se negaba a decírselo porque después de todo él no le agradaba.

-¿Cómo los trata su papá? – Preguntó Tamara con curiosidad

-Padre, es muy bueno con nosotros, y nos cuida mucho – Dijo Arturo muy sonriente.

-Me alegra mucho saber eso Arturo - Le dijo Tamara.

-Sí, y es muy estricto también – Se quejó Félix

-Es porque eres muy desobediente Félix – Le respondió Tamara a manera de reproche.

-Él me entiende y no me hace sentir que soy raro,

siempre me dice que únicamente mi cerebro funciona diferente y aunque extraño a

mi papá y a mi mamá soy feliz, a mi hermano le pasa lo mismo, pero no le gusta

admitirlo.

Félix se sonrojó debido al comentario inapropiado de su hermano, antes solía regañarlo cuando lo hacía, pero ahora que conocía el motivo dejó de hacerlo.

-Me tengo que ir porque mis padres salieron de la consulta.

-¿Por qué vino a consulta tu mamá? – Pregunto feliz con curiosidad

-Mi mamá está embarazada – Dijo Tammy con un poco de emoción.

-Ya se te acabó el reinado Tammy - Se burló Félix de Tamara.

-¡!!! Estúpido!!!! – Le dijo Tamara con molestia

Félix se sonrió porque sus conversaciones siempre eran así, la hacía molestar y ella terminaba insultándolo.

-Admite que te gusto Tamara – Le dijo Félix para molestarla.

Alex y Katy venían con una expresión de felicidad y eso alegró a Tamara y por eso no le respondió a Félix, aunque al principio no estaba muy conforme con esa noticia, se daba cuenta de que sus padres estaban

muy emocionados, además de que gracias a esto no se mudarían, al menos mientras no naciera su hermano.

-Nos vamos Tammy – Dijo Alex

-Adiós – Se despidió Tamara.

Alex observó a los dos chicos y estaba impresionado de cómo habían cambiado en solo un par de meses, aunque seguía sin agradarle ese chico llamado Félix, se acercó y observó severamente al chico y trajo consigo a su preciosa hija.

-No me gusta que seas cercana a ese Félix – Le dijo Alex a Tamara.

-Él no me cae bien papa – Dijo Tamara

-Me parece bien Tammy prométeme que nunca te va a gustar ese muchacho – Le dijo Alex a Tamara

-Alex deja de decirle eso a la niña, por favor – Le reclamó Katy

-Escúchame Tammy ese chico tiene cara de que va a ser un mujeriego, así que no le hagas caso mi princesa – Le aseguro Alex con preocupación.

-Claro, el ladrón juzga por su condición – Respondió Katy con sarcasmo

-¿Qué estás insinuando Katiuska Velázquez? – Preguntó Alex con molestia.

-Que a la edad de Félix tú te comportabas igual y es por eso que te cae tan mal porque es igual a ti.

Tamara se sentía aburrida de esa conversación porque ella solo veía a Félix como un chico muy molesto.

-Papá, no te preocupes que yo ¡!!! Jamás ME ENAMORARÍA DE ALGUIEN COMO FÉLIX!!!! – Le aseguro Tamara

-Tammy no digas “de esta agua nunca habré de beber”

-¿Por qué dices eso, mamá?