Francisca esperaba en el aeropuerto internacional por su jefe a pesar de que este solo le
pidió que dejara su vehículo en el estacionamiento y luego regresara a la ciudad capital en un taxi porque ellos probablemente llegarían muy tarde.
-Bienvenido doctor – Le dijo mientras le entregaba las llaves del automóvil a Félix Arturo
-No debiste esperarme Francisca - Le respondió Félix Arturo.
-Mañana no trabajo doctor – Le dijo Francisca a manera de broma.
Félix Arturo se sonrió porque ella siempre era así cuidaba de todos los detalles y le alegró de que alguien lo recibiera, eran demasiadas horas de vuelo
junto a dos chicos los cuáles estaban muy ansiosos además que todo el tema del papeleo entre los aeropuertos casi lo hacen perder uno de los vuelos de enlace.
-Félix, Arturo les presento a Francisca Duarte, ella es mi asistente.
Ambos chicos saludaron sin mostrar mucho interés a la mujer que les presentaba Félix Arturo el viaje había sido muy agotador.
-Deben estar cansados vamos a la ciudad – Dijo Francisca sonriéndole a ambos niños.
A Francisca le sorprendió lo parecido que eran esos dos chicos a Félix Arturo y le agradó que finalmente lo viera tan sonriente porque era evidente que
estaba feliz debido a que obtuvo la custodia de sus hijos. Todo el grupo subió al automóvil, durante el viaje hasta la ciudad capital Félix observaba el paisaje por la ventana, aunque nació aquí se
fue cuando tenía dos años y no lo recordaba.
-¿Cuánto falta? – Preguntó Félix con aburrimiento
-Falta poco - Respondió Félix Arturo con irritación.
-Es lo mismo que dijo hace 10 minutos - Protestó Félix.
Francisca se contenía las ganas de reír porque su jefe estaba al borde de perder la paciencia, pero se daba cuenta de que este se esforzaba por ser comprensivo con el rebelde chico.
-Gracias por venir a buscarme Francisca.
-No se preocupe doctor – Francisca les sonrió y entró en su edificio.
Félix Arturo conducía en silencio rumbo a su casa, miró por el espejo retrovisor y notó que ambos estaban dormidos, gracias a su asistente las habitaciones
de los chicos ya estaban listas e intentó que estas fueran de acuerdo a su gusto.
-Félix, Arturo despierten ya llegamos a casa – Dijo Félix Arturo a los dos chicos.
A partir de ahora esta sería una nueva vida para los tres y una gran emoción embargaba a Félix Arturo, él era una persona muy observadora y cómo doctor
desde que los tuvo cerca se dio cuenta de que ambos tenían ciertos problemas de salud, el grupo entró en una casa muy espaciosa decorada con un estilo
minimalista.
-A partir de ahora esta será su nuevo hogar – Anunció Félix Arturo a los niños.
Félix y Arturo estaban asombrados porque vivirían en una de las mejores urbanizaciones de la ciudad capital, tendrían sus propias habitaciones y cada
una estaba decorada acorde a sus preferencias, Félix no lo podía creer porque este pariente tenía muchos recursos económicos.
-Esta es tu habitación Arturo espero sea de tu gusto – Le dijo Félix Arturo
Arturo observaba todo a su alrededor con admiración, impulsivamente abrazó a Félix Arturo y su hermano estaba sorprendido porque al chico no le gustaba abrazar.
-Gracias, señor porque me gusta mucho – Dijo Arturo
-¿Quieres que me quede contigo hasta que te duermas? – Preguntó Félix
-No hermano voy a estar bien, ve a tu propia habitación – Le dijo Arturo con seguridad.
Félix no lo podía creer porque a su hermano no le gustaba dormir solo y menos en un lugar desconocido porque esto le producía mucha ansiedad, pero le dijo que estaba bien, Félix Arturo le mostró su habitación y el chico estaba
feliz porque había muchas de sus cosas favoritas.
-Descansa – Le dijo con amabilidad Félix Arturo
A pesar de su cansancio Félix Arturo estuvo pendiente de que ambos chicos se
fueran a dormir, y de que se encontraran cómodos antes de ir a su propia habitación.
-Esto es más difícil de lo que yo creía – Se dijo a sí mismo mientras se preparaba para dormir.
Félix Arturo revisó su teléfono y tenía muchas llamadas y mensajes de parte de su exesposa y de sus hijos mayores y el tono de estos eran muy ofensivos, negó
con la cabeza y suspiró con decepción, desde su divorcio este último mes era la
única vez que se había sentido bien, le dolía la actitud de sus hijos mayores y ahora que decidió hacerse cargo de Félix y Arturo se intensificaban sus groserías.
-He sido muy condescendiente con ellos porque creí que eso haría que
quisieran estar conmigo, pero ya me cansé de su actitud tan grosera.
Al día siguiente Félix Arturo comenzó en su rol de padre soltero y le llamaba la atención que Arturo era muy retraído y al ser un doctor se dio cuenta de que algo no estaba bien.
-¿Félix tu hermano siempre se comporta de esa manera? – Preguntó Félix Arturo.
El chico miró con una expresión muy severa a Félix Arturo y este se dio cuenta de que era muy protector con su hermano menor y le gustó esa actitud, en el
fondo era un buen chico solo necesitaba la orientación adecuada.
-Si, a mi mamá siempre le decían en la escuela que debía llevarlo a un especialista, pero ella solo afirmaba que Arturo necesitaba aprender a ser “normal”.
Félix Arturo frunció el ceño porque no se puede aprender a ser normal,
llamó a un neurólogo infantil al cual conocía y le comentó sus observaciones, miraba a Félix y le parecía que lucía muy pálido y que se cansaba mucho para
ser tan joven, por eso decidió llevarlo a un laboratorio y que le hicieran varios análisis.
-No quiero que me inyecten – Se quejó Félix
-Solo es un piquete Félix y te prometo que no te va a doler mucho.
Félix se sorprendió porque Roger lo habría insultado en ese momento y lo habría
llamado niña incluso lo habría golpeado, pero “el doctor” por el contrario, solo
le dijo que no dolería mucho y luego lo llevó a comer a un lugar muy agradable
en compensación a que ambos se portaron bien.
-Gracias, señor me gusta mucho la comida – Dijo Arturo
A Félix Arturo no le agradaba que lo llamaran señor sus propios hijos, pero
debía esperar a la sesión de terapia para poder revelarle la verdad en un
entorno seguro para ambos chicos, el problema era que debía hacerlo pronto porque
su antigua familia en cualquier momento aparecería.
-No está mal la comida – Dijo Félix
Félix se daba cuenta de que su hermano menor en poco tiempo se había apegado
a este pariente y sentía mucha desconfianza porque esperaba en todo momento cuándo
este mostraría su verdadera cara y se comportaría de forma violenta con ellos.
Durante los siguientes dos días estuvieron ocupados visitando varios especialistas.
-¿Por qué tienen que hacerle esos estudios a Arturo? – Preguntó Félix con desconfianza.
El neurólogo sugirió hacer un encefalograma y una resonancia y dos días después
Félix Arturo leía con preocupación los resultados de todas las pruebas, porque descubrieron
que Arturo era asperger.
-Félix Arturo es mejor cuando se tiene un diagnóstico a una edad temprana,
pero con las terapias y cuidados adecuados va a tener una buena evolución y
calidad de vida.
Félix Arturo tocaba con amabilidad la cabeza del chico que lo observaba con
muchas dudas porque no comprendía sobre lo que estaban hablando, para Félix que
finalmente, hubiera un diagnóstico de lo que le ocurría a su hermano menor le
dio una respuesta porque a veces se enfurecía ya que deseaba que fuera “normal”
y ahora que se daba cuenta de que era una condición y se alegraba de siempre haberlo
protegido.
-No te preocupes Arturo todo va a estar bien – Le dijo Félix
Félix Arturo observaba el informe médico y sentía que tenía mucha responsabilidad,
siempre supo que estaba mal lo que hizo con Oneida porque, aunque se llamara a sí
mismo un donador no dejaban de ser sus hijos y ella no era una buena mujer.
-No entiendo como Oneida no se pudo dar cuenta si comparas a Félix con Arturo fácilmente se notaba de que algo no estaba bien – Le dijo Félix Arturo a su asistente.
Ese no era el único problema Félix tenía una incipiente anemia y falta de calcio lo cual era anormal en un chico de solo 12 años, eso se observó en sus exámenes médicos y el motivo era que Oneida le daba a comer solo lo que le gustaba a Félix y esto no necesariamente era lo más nutritivo.
-Cada vez me siento peor Francisca tienen varios problemas de salud, Oneida era un desastre.
-Doctor no creo que pudiera hacer mucho, lo importante es que aún está a tiempo de tomar medidas.
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Comments
Maryuri Gutierrez
al parecer Francisca será una mano muy útil para el doctor
2023-05-02
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