CAPÍTULO IX: Un padre de verdad parte 2

Félix observó como Tamara era abrazada por su madre y por un hombre al cual ella llamaba “papá Alex”, y sintió un poco de envidia porque ella era reconfortada

en todo momento, eso es lo que debería ser una familia, llegaron hasta la residencia de Alex y el lugar era muy impresionante.

-Papá Alex tu casa es hermosa – Dijo Tamara con admiración.

-Es nuestra casa Tammy – Le dijo Alex que no paraba de abrazarla y

demostrarle afecto a su hija.

Katy se dio cuenta de que Arturo y Félix se sentían muy temerosos y luego de preguntarles si habían cenado y disponer donde dormirían esa noche los acompañó

para hacerlos sentir cómodos.

-Por esta noche van a dormir en esta habitación.

Félix Arturo estaba muy preocupado porque no sabía a donde se habían

llevado a sus hijos.

-Félix Arturo, los chicos fueron llevados a la casa de una pareja que se ofreció

a acogerlos por un par de días - Le dijo el abogado para tranquilizarlo.

-Necesito conocer su ubicación de inmediato – Dijo Félix Arturo con preocupación

-Esa información me la van a dar el día de mañana.

-Esta va a ser una larga noche – Dijo suspirando con resignación.

Félix Arturo caminaba de un lado para otro en su habitación de hotel, se sentía

muy preocupado por los dos chicos, tardarían un par de días para que pudiera

obtener la custodia de sus hijos, además de que la imagen de Oneida tan

maltratada realmente lo afectó.

-A veces creo que, si te hubiera ayudado en ese momento, no te hubieras convertido

en una persona tan terrible – Se dijo a sí mismo.

Aunque él mantuvo siempre una actitud tan fría hacia Oneida debido a que no quería

perder a su esposa y a sus hijos, en su momento sí tuvo sentimientos por ella,

los cuáles terminaron en cuánto descubrió lo que hizo.

-Me pregunto si simplemente me hubiera divorciado y asumido mi paternidad,

probablemente, no habrías hecho tanto daño Oneida.

 Recibió una llamada de su exesposa y

aunque no deseaba hablar con ella sabía que esta insistiría hasta que él

atendiera.

-¿Se puede saber qué estás haciendo en Miami? – Preguntó de forma demandante.

-Eso no es tu asunto

-¿Félix Arturo es cierto que vas a traer a vivir contigo a tus dos bastardos?

A Félix Arturo le molestó que su exesposa se dirigiera a sus hijos de esa

manera, y sabía que esto era el preludio de lo que le esperaba futuro, pero los

defendería incluso de su antigua familia porque era lo correcto y eso es lo que

hace un padre de verdad.

-No llames a mis hijos de esa manera – Le dijo con un tono de voz muy

severo.

-Que poca vergüenza tienes, tú nunca pudiste cuidar de tus hijos legítimos, pero ahora si tienes tiempo para estos dos – Dijo Matilda con desprecio.

-La única razón por la cual no pude estar presente en la crianza de mis

hijos fuiste tú, los tiempos ahora han cambiado y si te atreves a interferir o acercarte a mis hijos me voy a cobrar con creces todo lo que me has hecho.

-¿Me estás amenazando Félix Arturo?

-No, únicamente te lo estoy advirtiendo.

Tamara a la hora de dormir estaba muy ansiosa durante el tiempo que vivió en

la casa de Roger y Oneida observó algo que nunca había visto en su familia por

eso Alex la acompañaba en su habitación y conversaba con ella para ayudarla a calmarse.

-Mi papá es una mala persona – Dijo Tamara llorando con mucha decepción

Alex sintió impotencia porque quería contarle la verdad de que él era en

realidad su padre, pero necesitaba encontrar una forma que no le resultara

traumática a la niña y consideraba que este no era un buen momento.

-¿Te gustaría que yo fuera tu papá de verdad? – Le preguntó Alex.

Tamara recordó lo vivido durante estos cuatro días y no le gustaba su

supuesto papá, lo ocurrido esta noche fue demasiado para que ella lo pudiera

aceptar, Oneida era una persona desagradable, pero un hombre nunca debe golpear

a una mujer.

-Si papá Alex me gustaría que tú fueras mi papá de verdad.

-Tammy mañana tengo algo muy importante que decirte, pero ahora es tiempo

de dormir

Alex observaba a su hija mientras esta dormía y salió de su habitación,

caminó por el lugar buscando a Katy y se dio cuenta de que ella estaba en la

habitación junto a Félix y Arturo, aunque al principio no estaba de acuerdo se

dio cuenta de que fue una buena decisión porque esos dos niños se encontraban

en el peor momento de su vida.

-¿Señora cuándo voy a poder ir con mi mamá? – Preguntaba Arturo con

angustia.

-Arturo no seas un llorón – Lo recriminaba Félix

Félix en realidad estaba muy asustado y quería dar una imagen de ser muy fuerte

porque era el hermano mayor además de que su padre odiaba cuando lloraba porqué le

decía que era una niña y se burlaba de él.

-Está bien llorar Félix, estás triste y no sabes que va a pasar contigo a partir

de ahora.

Félix observaba a esta mujer que tanto odiaban sus padres y su abuela y le parecía

muy amable y en ese momento su trato hacia ellos era tan cálido que estaba muy

confundido.

-Usted debe estar feliz por lo que nos ocurrió – Le reprochó Félix a Katy.

-¿Por qué voy a estar feliz de la desgracia de ustedes dos?

-Porque mi mamá dice que todo lo malo que le ha pasado es por su culpa

Katy comprendió en este momento porque los servicios infantiles le quitaron

la custodia a Oneida porque era una madre muy negligente le estaba haciendo un

terrible daño emocional a sus hijos enseñándoles a no hacerse responsables de

sus propios errores.

-¿Félix realmente tú crees eso? – Katy le preguntó a Félix

- Mi mamá no tiene por qué mentirme

-Piensa con lógica por un momento, vivo en otro país y no tengo contacto

con tus padres ¿Cómo puedo hacerles daño?

-Y entonces como justifica lo que paso el día de hoy – Dijo el chico muy

triste.

Félix no sabía cuál era el motivo de la discusión porque hablaban de

tribunales y custodia, pero ignoraba que se trataban de él y de su hermano.

-No tengo nada que ver con lo que ocurrió el día de hoy y tú lo sabes Félix

porque eres un chico muy inteligente – Le dijo Katy a Félix.

Feliz se contenía las ganas de llorar y observaba con deteniendo a la mujer

a la cual su familia culpaba de todos sus males y era tan amable así que no sabía

en que creer, estaba tan confundido y le pasaba lo mismo que con Tamara su

madre le insistía en que la odiara y fuera malo con ella, pero a él por el

contrario le parecía tan linda y adorable que lo estaba enloqueciendo y por eso

era tan antipático con Tamara.

-Traten de descansar, estoy segura de que pronto volverán a casa.

Katy los acompañó y consoló hasta verlos dormidos y negaba en la cabeza

porque le preocupaba lo que pasaría con ellos dos, Oneida pronto sería

arrestada y Roger y Paula también, sintió mucho pesar por estos chicos que

pronto se quedarían solos.

-¿Por qué sus padres no pensaron un poco en ellos? -Se preguntaba a sí misma

con asombro mientras cerraba cuidadosamente la habitación de invitados.

Alex la estaba buscando y observo como ella venía caminando muy pensativa,

el día de hoy fue una ruleta rusa de emociones y le preocupaba que eso le

causara tensión

-¿Te sientes bien Katy?

-Si Alex solo me preocupan Félix y Arturo, ¿Qué va a pasar con ellos?

Félix fingió estar dormido y en cuánto Katy salió de la habitación se acercó

a la puerta para escuchar que decían estas personas y se sorprendió de que la

madre de Tamara estuviera preocupada por ellos y era totalmente diferente a lo

que su madre le dijo

-Ella no es como dice mi mamá – Se dijo Félix a sí mismo muy confundido

porque ya no sabía en qué podía creer.

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