Félix se sentía confundido porque no comprendía a los
adultos y por todo lo que hacía solo recibía reproches, su mejilla le palpitaba
era una suerte que estaban de vacaciones porque no podría ir a clases en ese
estado, estaba por comenzar la secundaria y sería objeto de mucha burla.
-¿Francisca que noticias me tienes sobre las escuelas?
-Doctor le envié a su correo toda la información, aunque
es un poco complicado porque ya termino el periodo de inscripciones para el próximo
año escolar.
-Necesito eso con urgencia Francisca porque me lo está
exigiendo el tribunal
-Voy a tener que pedir favores a varias de sus pacientes,
pero puede llegar la información a su exesposa
-Has lo que sea necesario y si ella te contacta ya
sabes qué hacer.
-Ok doctor así lo voy a hacer.
Matilda a pesar del divorcio aún se presentaba en el
consultorio comportándose aún como la esposa de Félix Arturo y solía tener
diferencias con Francisca y debido a ello incluso intento hacer que la despidieran
en varias ocasiones, pero ahora su exesposo no estaba bajo el control de su
padre que era el dueño de la clínica y podía hacer lo que quisiera y defendía a
su eficiente empleada.
-Doctor usted no tiene idea de los problemas en los
cuáles me veo envuelta debido a esto.
-Lo comprendo Francisca y no te imaginas lo agradecido
que estoy por eso.
Francisca se sonrió porque el doctor era su crush,
pero estaba fuera de su liga, por eso siempre busco su amistad y de esa manera no
complicaba su vida además con esa tóxica exesposa y esos malcriados hijos
ninguna buena mujer se acercaría a él.
-Es una lástima porque el doctor es una buena persona,
pero tiene muy mal gusto para escoger a sus parejas.
Félix Arturo desde su llegada a Miami estaba muy ocupado
se entrevisto con los vecinos de Roger y Oneida y todos hablaban sobre la situación
de ambos chicos incluso una señora de la tercera edad estuvo dispuesta a
testificar
-Agradezco mucho su colaboración señora
La amable jubilada en cuanto vio al hombre no necesitó
explicaciones porque se dio cuenta del parentesco con los chicos y estuvo dispuesta
a testificar en contra de la pareja.
-Esos niños deben salir de ese ambiente tan tóxico de
inmediato, es obvio que usted es el padre y cualquier cosa es mejor a lo que
viven esos chicos en especial el mayor – Dijo la señora con preocupación.
A la mañana siguiente se sentaron a desayunar y Tamara
vio la mejilla de Félix y estaba muy inflamada y se sintió muy culpable, además
de que Félix evitaba mirarla y todo el ambiente era muy pesado, Oneida miraba
con mucho odio a Tamara y Paula se sentía muy incómoda porque no comprendía que
estaba ocurriendo, Arturo como siempre era retraído e ignoraba lo que ocurría a
su alrededor.
-¿Félix que te ocurrió en el rostro? – Pregunto Paula
-Pregúntale a la salvaje de Tamara, que fue lo que le
hizo – Respondió Oneida
-No paso nada abuela – Respondió Félix.
Félix sabía que a pesar de que Tamara lo abofeteo no
era la responsable de ese golpe en su rostro y estaba muy avergonzado con ella
porque invadió su privacidad y se merecía lo que ella le hizo, pero a la vez se
sentía molesto con su madre porque ella lo envió a hacer eso y no lo defendió cuando
Roger llegó a casa, lo peor es que esta no era la primera vez.
-Espero que estés feliz Tamara en verdad que eres una niña
muy mala – Le dijo Oneida con mucha ira
-Mama por favor no grites porque estamos comiendo –
Dijo Arturo cubriéndose los oídos debido al estrés que le producía la actitud
de su madre.
Oneida negó con la cabeza porque desde lo 18 meses de
edad se daba cuenta de que Arturo era diferente a otros niños, pero ella se encontraba
en negación, y no lo llevaba al especialista como le exigían los maestros.
-Arturo no hagas eso que no me gusta – Le reprocho
-Arturo tiene razón mama es muy temprano para estar
gritando – Dijo Félix en defensa de su hermano.
Muchas veces las peleas que tenía Félix en la escuela
o en su vecindario eran debido a que otros alumnos o sus vecinos se burlaban de
Arturo y este no sabía defenderse por sí mismo y por eso su hermano mayor lo hacía
en su nombre y se lo contaba a su madre, pero esta insistía en que Arturo debía
aprender a ser “normal” si no quería ser objeto de burla.
-Arturo que te he dicho sobre esas “conductas” – Le reprocho
Oneida a Arturo.
Tamara estaba sorprendida debido a la actitud de esta
mujer porque era evidente que Arturo no se sentía cómodo con la situación y
ella solo le hacía reproches.
-Tienes razón Arturo es muy temprano para pelear –
Dijo Tamara cubriéndose los oídos al igual que Arturo.
Félix no sabía si ella se burlaba o no de su hermano con
su actitud, pero se dio cuenta de que Arturo se sentía a gusto al lado de Tamara
y eso rara vez le ocurría porque él evitaba a las personas y no sonreía, pero
ella, por el contrario, le agradaba.
-No te burles de mi hermano – Le advirtió Félix a
Tamara observándola con severidad.
Tamara no comprendía por qué Félix le hablaba de esa
manera ya que ella genuinamente sentía simpatía por Arturo y lo observo y puso
sus ojos en blanco.
-¿Por qué dices eso?, Arturo solo dice lo que está pensando
y estoy de acuerdo con él.
Por los siguientes dos días Tamara y Arturo pasaban
tiempo de calidad juntos mientras que, por otra parte, solo tenía discusiones con
Félix.
-Estoy harta de ti Félix ya no te soporto – Le gritaba
Tamara
-Ya quiero que te vayas de mi casa eres insoportable
Tamara – Respondió Félix
Félix Arturo creyó que su petición ante los tribunales
sería más complicada, pero resulto que Oneida era una madre amorosa pero muy
negligente y Roger un padre muy abusivo y ausente por eso cuando presento todas
sus pruebas su caso era muy sólido.
-Félix Arturo el día de hoy deben estar notificando a
Oneida
-Gracias todo ha sido más rápido de lo que esperaba.
Oneida recibió la notificación y no lo podía creer, ya
se había olvidado de ese hombre, estuvo encerrada en su habitación llorando y
se sentía desesperada porque no había manera de que Roger no se enterara de esta
terrible verdad.
-Algo malo le ocurre a mama – Dijo Arturo
-Son ideas tuyas Arturo, ve a jugar con Tamara – Le ordeno
Félix a su hermano
Félix se daba cuenta de que algo muy malo estaba por ocurrir,
pero no quería que su hermano se diera cuenta. Toco a la puerta de la habitación
de sus padres y Oneida lo ignoraba deliberadamente
-Mama abre la puerta necesito hablar contigo, ¿Te
encuentras bien? – Le suplico Félix
-Lárgate FÉLIX NO QUIERO HABLAR CON NADIE – Le grito
Oneida
-¿Mama puedo ayudarte en algo? – Pregunto Félix
-Vete a la mierda Félix yo no quiero hablar con nadie ¿Por
qué eres tan molesto?
Félix tenía miedo, pero no podía hacer nada, su madre
lo evitaba y su abuela como siempre evadía la realidad, el chico estaba
pendiente porque tenía un mal presentimiento.
-¿Mama porque no quieres hablar conmigo? – Preguntaba con
impotencia.
Félix Arturo sentía preocupación por la integridad de
sus hijos y esperaba en los alrededores, aunque ya le habían advertido que no podía
llevárselos sin una orden de la corte.
-Félix Arturo no puedes acercarte a ellos – Le advirtió
el abogado.
-Solo quiero estar cerca para comprobar que todo va a
estar bien – Dijo mirando en dirección a la vivienda de Roger y Oneida.
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Comments
Maryuri Gutierrez
muy duro pues tenía un gran peso sobre el y solo era un chico de 12 años , entre cuidar a su hermano y ser saco de boxeo de su padre, y la negligencia de su madre antes el no tomo camino de mal
2023-04-29
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