Pasos

Un nuevo día comienza para Elizabeth, su vida al lado de Yaco y Karina era lo que ella necesitaba, fue directo a la cocina donde le ayudo a Karina con el desayuno.

La economía había mejorado mucho, ya que Elizabeth trabaja en una cafetería y en las tardes con las flores, habían pasado un poco más de un mes desde que huyo de la villa.

Elizsbeth: Buenos días,

Karina: buenos días ya está el desayuno.

Elizabeth adoraba la cocina de Karina, realmente tenía unas manos mágicas, platicaron sobre el día y al terminar salió al trabajo.

Cada día se sentía más cómoda en la ciudad, el idioma lo maneja, ya tenía, amigos, salía de paseo seguido con Yaco, aunque por momentos llegaba los recuerdos de su padre la tristeza la invadía.

Había intentado llamarlo un par de veces pero no respondió. Elizabeth se había propuesto salir adelante en un país que no era el suyo y con ese pensamiento estaba las 24 horas del día.

Al llegar a la cafetería supo que sería uno de esos días difíciles donde no paraban y dejaban buenas propinas, así comenzó su día no daba abasto, llego la tarde y aún había gente que atender.

A lo lejos vio que llegaba unas camionetas negras de las cuales descendieron unos hombres bien vestidos y por su forma de actuar están afanados al ver que dos de sus compañeras los atendieron ella siguió con su labor sin notar que la reconocieron.

Enzo iba rumbo a la villa con sus hombres, Leandro había mandado a cambiar toda la seguridad desde el día que Elizabeth escapo, todo el personal perdió el empleo solo la ama de llaves seguía allí.

En el camino Enzo recordó que Helena le había pedido unos postres así que paro en una cafetería, cuando hizo su pedido y voltio haber una niña que limpiaba las mesas del otro extremo y allí vio a Elizabeth, no podía creerlo la han buscado por todos lados y la encontró de la manera más sencilla.

Cuando recibió su pedido fue directo a la camioneta y salió a la villa, él sabía que si le hablaba allí ella huiría y si la mandaba a tomar delante de tanta gente tendría a la policía encima preguntando.

Hizo un par de llamadas dando orden que la investigarán y así saber que le diría a Leandro, Elizabeth terminó de limpiar todo fue a cambiarse para ir al parque donde se encontraría con Yako y vender las flores.

Yako, grito Elizabeth el niño al verla corrió abrazarla se pusieron a ordenar todas las flores y empezaron a vender, Yako ya tenía varios clientes y Elizabeth había hablado con algunos locales para ofrecerle, por su simpatía y su alegría ya prácticamente era entregar las ordenes y tomar las nuevas, al terminar ya cansados iban camino a casa cuando Elizabeth vio un hombre que se les acercó preguntando si ellos eran quienes vendían las flores.

Elizabeth: si señor dígame en que podemos servirle.

el hombre: verá señorita soy Arturo Capri dueño de un restaurante, varias personas del sector me han hablado de sus flores, me gustaría ver si pueden llevar varios arreglos para las mesas.

Elizabeth esta feliz sería muy bueno para ellos además había notado que los arreglos de flores que Karina les hacía en casa se vendía sin problema, Yako miraba a Elizabeth ellos en ese momento llevaban 3 arreglos que les había quedado, Elizabeth se los mostró a él Sr Arturo para que viera lo que hacían.

Yako con vos de Empresario le dijo: Sr Arturo le damos estas muestras míralas y nosotros mañana pasamos por su restaurante a la hora que nos diga allí hablaremos y podríamos llegar a un acuerdo.

Elizabeth miro a Yako ni ella misma habría dicho mejor las cosas, este niño llegaría a ser grande.

Sr Arturo: perfecto analizaré los arreglos como me dice joven y mañana hablamos de un acuerdo, le estira la mano a Yako y el niño la toma como si fuera un hombre con experiencia.

Elizabeth no sabía si reír por la situación o por la felicidad. el Sr Arturo les dijo que esperaran un momento y mandó a traer 3 cajas de comida de su restaurante y con vos firme le dijo.

Sr Arturo: Joven le doy una muestra de mi trabajo gastronómico de pronto algún día desea que yo cubra sus eventos. Yako toma la comida se la pasa a Elizabeth y le dice:

Yako: con gusto la probaré, no creo que sea de la misma calidad que la de mi mamá, el Sr Arturo y Elizabeth soltaron la carcajada, Yako era único y llegaría a ser grande.

llegaron a casa, Yako corrió a saludar a su Madre y Elizabeth hizo lo mismo abrieron la comida del restaurante y era todo un banquete tanto así que Karina invito a sus vecinos a cenar con ellos.

Cenaron, pasaron un momento agradable lleno de risas. Cuando todos se retiraron Elizabeth fue a su sofá ese que por ese tiempo había sido su cama su lugar de descanso.

No podía evitar pensar en todo lo bueno y lo malo que le había pasado en casi 9 meses que llevaba en Italia, perdida en sus pensamientos solo se quedó dormida.

Karina, Yaco y Elizsbeth, tenía su rutina, Yaco volvió a la escuela, ella sabía que su hizo era demasiado inteligente y a veces se aburría, pero debía estudiar, hacer amigos tener una infancia.

Elizabeth amaba ver las muestras de amor entre madre he hijo, ella no supo que era amor de madre, la suya la rechazo desde muy pequeña, vivían juntas, pero nunca sintió amor de ella.

Elizsbeth, pensaba que con ellos dos, había sido más feliz que con su familia, si no fuera por su padre, ni existiría porque estaba segura que su madre no la hubiera tenido.

Karina con su hijo, formaron una familia soloda, eran los dos sólitos, vivían el día a día, no tenían lujos, pero les sobraba amor, siempre la veía sonreír, era feliz

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Comments

LAYLA HIDALGO

LAYLA HIDALGO

la pobreza es la mejor riqueza cuando hay amor de madre.

2023-11-02

27

Wendy López

Wendy López

Que destino te toco liz, terrible.

2023-08-04

4

Lilu Caitor

Lilu Caitor

escritora me encanta la novela !!!

2023-06-28

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