Desiciones

En la Mansión de los abuelos todos están organizando la navidad faltaba solo un día y lo celebraría a la forma italiana, por más que llevaran años viviendo en España loa abuelos respetaban todas sus tradiciones, y eso incluía la navidad.

Helena no salía de su habitación, Leandro decidió ir a hablar con ella, abrió la puerta y la vio mirando a fuera era una linda vista, ella no lo miraba, eso no lo detendría, así que se puso al lado de ella y le hablo:

Helena quiero ser claro contigo hoy me demostraste lo mal que estás, creo que no es de ahora tu comportamiento, esto vienen desde el orfanato, tu misma me confesaste lo que hiciste para salirte con la tuya, sin importarte nada, en la villa tienes también un comportamiento muy reprochable, y creo que esto se debe a que no tienes una figura de autoridad, Enzo y yo no sabemos criar a un niño y creo que necesitas reglas, disciplina, amor, una familia.

Helena solo miraba al horizonte y sus lágrimas corrían, era una niña sola, no era ajena a que estaba cometiendo faltas graves, le dolía lo que le decía su padrino, ella no sabía de reglas en una familia, solo las del orfanato que odiaba, en ese lugar tenía que ser menos que una sirvienta ese director abusos de cada niño, igual que esa maestra, ella veía ese trato normal porque así los trataban a ellos, la única persona que les mostraba afecto era la hermana, la monjita de amor, como le decía los niños, pero ella solo iba algunos días y ocultaban muy bien todo, no la dejaban pasar sino a dar clases de ahí tenía que retirarse, ella sospechaba, algunos niños le habían hablado de los castigos y eso valió para que nos dieran látigo no nos dieron comida por dos días y los niños que hablaron los vendieron, quería salir de aquel lugar porque ya no aguantaba, quería ser feliz, no entendía por qué nadie me quería, sabía que mis padres hicieron cosas malas a mi padrino, cuando la maestra me castigaba me lo gritaba en la cara que mi padrino me odiaba por mis padres, pero yo que tenía la culpa, su padrino era un hombre frío he indiferente con ella iba una o dos veces al año y no se demoraba más de 10 min ella le tenía miedo pues sus verdugos le decían que lo que ellos le hacían era por órdenes de él, por eso cuando la visitaba, el director la mandaba arreglar siempre había una amenaza, el hueco que era donde iban los desobedientes, ella solo estuvo una vez ahí y no quería volver por eso siempre hizo lo que ese par decían.

Cada noche tenía pesadillas con las palabras de ese hombre diciéndole que era una basura que únicamente servía para hacer lo que él dijera, que le debía obediencia, si no la vendería como lo hacía con varios niños, muchas mañanas despertaban y veían que faltaban niños ya ella sabía que había pasado, desde que recuerda todos en el orfanato eran sirvientes y vendidos.

Días antes del accidente en el orfanato, a Helena le tocaba limpiar los pisos cerca a la dirección y allí oyó al director y esa amaestra decir que por más que hablaban con su padrino para que autorizara que la adoptaran él se rehusaba, la maestra estaba furiosa le dijo que ya tenía el trato con los rusos que le habían dado la mitad del dinero, la maestra le dijo que solucionará que ella se la llevaba en 24 horas que era gente peligrosa, ahí fue donde Helena decidió hacer lo que hizo ellos la habían vendido y no le dirían a su padrino, ahí fue donde ella desafió a la maestra sabia muy bien los castigos que ella ponía y así fue, la llevo a ese árbol donde sucedió todo.

Gracias a Dios cuando despertó en el hospital estaba su padrino y al salir la llevó a vivir con él, por un momento pensó que tendría por fin una familia y sería feliz, al ver aquella villa quedó maravillada era hermosa y llegó con mucha ilusión pero vio que nadie se ocupaba de ella y sentía que era un estorbo, no la trataba mal pero con las miradas decían todo, más de una vez escucho a las chicas del aseo y a la misma ama de llaves hablar de su madre y su padrino ella se enteró de que era la prometida de su padrino y que lo engaño, allí entendió las palabras del director.

Helena era una niña muy inteligente y sabia que no quería ser humillada nunca más, así que tomo la defensiva y empezó a tratar al personal igual que la trataban en el orfanato.

Cuando le hablaron del viaje se puso feliz, era su primer viaje, había soñado con una navidad en familia, su tío Enzo le hablo de cada uno de ellos así que tenía grandes expectativas.

Pero al llegar a España, y conocer la familia vio que la prioridad de su padrino y su tío ya no era ella, era aquella familia, le dieron celos de ver la mirada de amor de su padrino a aquellos niños que estaban en la mesa a ella nunca la miro así y para su tío solo existía esa linda mujer que era su mamá, quería llamar la atención y así lo hizo, pero nunca imagino las consecuencias de aquella pataleta.

Le dolió que su tío la haya castigado de la forma que lo hizo no por el dolor físico ese pasaba y lo tenía claro, estaba acostumbrada, pero la mirada y las palabras que él le dijo la marcaron.

Ahora era su padrino quien hablaba detrás de ella y solo le reprochaba hasta que ella dijo:

Porque debo pagar por lo que hicieron mis padres, yo no tengo la culpa que ellos te hayan hecho daño padrino, creo que ya pagué suficiente que más quieren, lo miro con el rostro lleno de lágrimas no quería más maltratos más humillaciones, ella buscaba amor lo que todos los niños tenían, a ella le fue negado.

Leandro quedo mudo ante las palabras de Helena, ella sabía lo que pasó con su padre y madre, pero quién le dijo eso, era un secreto en la familia y por fuera había muy pocas personas que lo sabían, así que él le preguntó:

De que hablas Helena, soy tu padrino, Enzo y yo hemos tratado de no te falte nada.

La niña solo le dijo: padrino mi madre fue tu prometida y te fue infiel con tu padre de ahí llegué yo y por eso me mandaste al orfanato desde que nací, como castigo, por eso dabas órdenes al director para que me castigaran y me humillaran.

Leandro se quedó serio y salió despavorido de la habitación de la niña, tenía un taco, lo que acababa de decir que fue maltratada por ese director, que la Humillaban y encima le decían que él dio la orden, quería revivir esa escoria de director y hacerlo sufrir peor, pero ya no se podía, buscaría la verdad, él tenía sus métodos y sabría todo.

La. Habitación de Helena se abrió nuevamente era una hermosa niña rubia quien se le acercó le limpio las lágrimas y le abrazo diciéndole:

Mama dice que los abrazos sanan todo, quieres ser mi amiga yo quiero ser tu amiga, te perdono lo del desayuno, no vuelvas a pegarle a mamá ella es buena, mi abuela dijo que necesitabas amor y acá te lo daremos, el abuelo Alek dice que necesitas sicoloco algo así y te vas a aliviar, Helena solo decía sí, y abrazo a la. Niña.

Leandro hizo un par de llamadas, necesitaba toda la información del director la. Maestra y el Orfanato.

Luego fue hablar con Enzo quien se quedó pálido al saber todo lo que sabía Helena, pero seguía firme con que su comportamiento fue errado y necesitaba un castigo tal vez él se excedió y lo acepto, no permitía a nadie faltar al respeto a sus seres queridos.

Enzo se acercó a la habitación para hablar con Helena cuando escucho risas, miro por la. Puerta vio a las niñas jugar felices, él debía hablar con ella así que le. Pidió a su sobrina salir y dejarlos solos.

Helena palideció y corrió a un rincón, esa reacción le dolió a Enzo su niña le tenía miedo, él se acercó y le dijo: Helena vamos a hablar,

sé que mi accionar no tiene justificación, agrediste físicamente a mi hermana, solo quería que sintieras que era que alguien te pegue, te hemos malcriado no puedes ir maltratando o pegándole a todos, Helena lo miro y le dijo:

Yo estoy acostumbrada a los castigos físicos, lo que me dio miedo fue como me mirabas y me hablabas, Enzo la escucho no podía creer lo que la niña decía, él le pidió perdón le prometió no volver a usar ese tipo de castigos, le dijo que buscarían ayuda para su actuar, Enzo le explicó que no dejaría de ser su niña, que lo entendiera, su hermana era importante para él y no le gusto ver como le faltaba al respeto, Helena entendió y le dijo que por favor la dejara sola, Enzo se levantó y salió de la habitación.

Hablo con Leandro necesitan averiguar todo lo que pasó esos años que Helena estuvo en el orfanato, Franchesca los escucho ella pensaba que tenían que hablar directo y claro, esta era la oportunidad, así sin más les dijo que la niña mostraba lo que hicieron en ese lugar, era obvio que la niña tenía traumas muy fuertes, necesitaba ayuda urgente y que ellos dos no estaban capacitados para tenerla por sus trabajos por su doble vidas y le dio directo a Leandro cuando le dijo:

Hermano te amo y lo sabes pero por lo que he notado desde que llegaron tú culpas a Helena por lo que te hicieron, he observado como la miras, como la tratas y es con rechazo, así que decidí que ella se queda acá en España con nosotros, tendrá los mejores sicólogos, siquiatras y tendrá amor y una familia que por obvias razones ustedes dos no le dan, se puso de pie y lo. Miro directo a los ojos, te recomiendo buscar ayuda.

Leandro se quedó con un trago en su mano, eso mismo le dijo Helena porque la culpaba a ella de lo que hicieron sus padres, se sintió miserable, creyó que había hecho las cosas bien pero lo que hizo fue arruinar la infancia de una niña.

Siguieron hablando de lo que Franchesca dijo, Enzo le dolía dejarla, sabía que era lo mejor para ella, su familia le haría bien y cambiaria a Helena y le darían un mejor vivir.

Él era prueba de lo que el amor de esa familia hacía en la vida de un niño maltratado y con traumas fuertes.

Así decidieron que Helena se quedaba con Franchesca, se lo dirían en la mañana a la familia , Enzo en el fondo estaba contento, sabía que sería feliz y tendría lo que él por más que la quisiera no podía darle, una familia.

Este viaje fue de sorpresas, verdades y decisiones, faltaba la fiesta de navidad que sería de grandes sorpresas.....

Helena a

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