No me iré

¡Mami!, ! Mami! Me abraza Dimitri y me da besos.

Buenos días, mamá dice Darius mientras bosteza aún en la cama.

Tengo demasiado sueño, pero sé que se acostaron sin cenar, ahora deben estar hambrientos.

Chicos a prepararse bajemos a desayunar. Mi estómago ruge. No me había dado cuenta que estuviera tan hambrienta.

Los miro tienen muy buen semblante, no parece que hubiesen tenido una insolación, los miró y son hermosos, se parecen a mi, les sonrió y les digo que los amo. Son mi vida.

Miró la hora 6:40 am.

Les doy un baño. Agradezco que en este hotel haya ducha 🚿 con agua caliente.

Los seco y les pongo su bata de baño, se cepillan los dientes y se van a vestir con la ropa que les deje preparada encima de la cama.

Ahora me toca a mi, cierro la puerta con seguro, me gusta tener mi privacidad, ahora que me empiezo a desvestir me miró en el espejo, la mujer que me devuelve la mirada se ve increíble, tengo un brillo maravilloso en los ojos, miró mi cuerpo y no, me empiezo a fijar en mis pechos tengo unos pequeños chupones, son la marca de que anoche recibieron atención, pongo mi mano en mis pechos, se siente bien, voy bajando mi mano, por mi cintura y me veo las caderas, y cerca de la ingle más chupones, suspiró volviendo a recordar como fui adorada cada parte de mi cuerpo.

Es mejor bañarme, creo que yo necesitaré el agua fría, sonrió y me tomo solo cinco minutos en la ducha, me pongo un top negro y un short de tiro alto, complemento con una chaqueta sencilla, busco mis sandalias, pero no las encuentro en ningún lado.

Recuerdo donde las dejé. Cuando salí escabulléndome de la cabaña, solo tomé mi bolso y mi celular, luego hui como un ladrón descalzo.

Los niños están impacientes, tienen hambre, decido bajar sin zapatos. Empacó siempre todo y hasta extra para los niños, y al final casi nada para mi.

Llegamos al restaurante del pequeño hotel, tiene servicio de cafetería. Nos dan el menú. Yo quiero huevos revueltos, y te dice Darius, yo quiero bolón de verde con camarón y te.

Yo me decido por el pescado bolón de verde mixto, y humitas con una buena taza de café.

Desayunamos delicioso.

De pronto se me acerca el recepcionista del hotel.

Señora Garza - le han enviado un ramo de flores. ¿A que habitación se lo llevamos?

Lo miró sorprendido. Entra un joven con un ramo de flores gigante, son todas rosas rojas. No cabe duda el buen gusto.

Espere digo poniéndome de pie. ¿Tiene tarjeta?

Si, y también le han dejado este sobre 📩.

Agarro la tarjeta y veo que dice:

Lorena, mi amor, mi amada esposa, madre de mis hijos. Perdóname.

El sobre también está escrito con la misma letra.

En el hay una pequeña nota.

Lorena, por favor dame la oportunidad de explicarte, ya los gastos están todos pagados. Te espero en casa.

No me iré.

Nota: revisa la cuenta bancaria.

Mi coraje vuelve, como se atreve, piensa que con flores y dinero voy a olvidar lo que pasó.

Hago trisas la nota y la tarjeta, se la entrego al recepcionista y digo tirelas a la basura junto con las flores. No me interesa.

Agarro a mis hijos a cada uno de un lado y me marchó a la habitación. Los niños quieren ver un poco de televisión, así que les dejó el monitor de bebés encendido y les digo que necesito salir a comprar sandalias, qué no salgan de la habitación. Ellos asienten y dicen: si mamá. Me encargan una tarrina de helado.

Al salir de la habitación me encuentro a la señora de la limpieza, me ríe cómplice y se fija en mis pies, voy descalza.

Espere señorita - tengo unas sandalias para este tipo de emergencias.

Gracias. Si, le aceptó. Respondo.

Sígame

Le sigo por un pasillo, qué da al área de servicio y veo que las flores están tiradas en el tacho de basura, la anciana me mira y me dice:

Hay dos razones por las que un hombre da flores,

Una trata de conquistar a una mujer,

Dos le puso los cuernos y quiere que lo perdonen.

Y la primera opción no es.

No respondo.

Me entrega unas sandalias. Me quedan, un poco grande, pero es mejor a andar descalza, hasta mientras consigo un par nuevo.

A por cierto tu secreto está a salvo.

Solo recuerda, querida niña. Dice mientras se carcajea.

Sarna con gusto no pica. 😁 😁 😁 😁

Y me guiña un ojo.

Gracias, por las chanclas digo, ¿Dónde se la dejó al regresar?

Con el recepcionista.

Me quedó pensando en la frase tan pintoresca. ¿Qué habrá querido decir?

Supongo que se aplica el ojo por ojo y diente por diente. 😁 😁 😁 Me río sola ahora.

Mi teléfono me avisa qué me ha llegado un correo

Notificación de transferencia $3.000 dólares. A eso cuesta mi perdón. Pienso sarcásticamente.

Eso es como quitarle un pelo a un buey.

Me compró, las sandalias, algo de ropa que me ha gustado para mi y veo ropa que le puede encantar a los niños, los voy a ver y traerles para que escojan lo que les gusta. Me llevo un para de vestidos y un traje de baño, tiro alto no quiero que se me vaya a ver algo más sonrió al recordar.

Voy distraída y de pronto todo lo que llevo alguien me lo ha tirado, ya que me ha chocado.

Joder

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