! Ya no te amo¡

...José...

Escuché como se abre la puerta del apartamento, me quedó en silencio, escuchando qué harán, solo escuchó unos pasos, no el alboroto de los niños. Algo esta mal.

Lorena no confía a sus hijos con nadie, ha puesto las llaves encima de la mesa del comedor. Se dirige a la habitación.

En silencio, salgo sin alertarla de mi presencia. Tomó las llaves y me las guardó en el bolsillo.

¿Qué haces? Preguntó, parado sobre el marco de la puerta.

¿Dónde dejaste los niños? Trato de sonar preocupado.

¿Por qué no contestas mis llamadas?

Estoy tratando de sonar lo más tranquilo.

Ella sigue sacando sus pertenencias del closet. No me mira.

Lorena, mi amor, necesitamos hablar. Me acercó tratando de buscar un poco de contacto.

Trato de acercarla a mi.

¡No me toques!

¿Es que no ves? Me largo.

Quiero el divorcio. Me dice mientras cierra una maleta.

Me empuja hacia un lado. Y sale.

Deja la maleta en la sala y se dirige al cuarto de los niños. La he seguido, viendo como camina rápidamente, buscando algo de aplomo en sus pasos, pero esta con miedo.

Si, así quieres jugar, pues juguemos. Al cabo de unos diez minutos sale. Con dos maletas más.

He asegurado la puerta. No te irás de mi lado, cariño.

Esta petrificada, se toca los bolsillos del pantalón, le muestro las llaves en mi mano.

¿Buscabas esto mi amor? Digo con sorna.

Puedo ver el miedo en su mirada, respira y suelta el aire qué ha estado conteniendo, arrastra las maletas hacia la puerta y dice:

¡Ábreme la puerta! Entiende me largo.

Tú no me amas, me engañas con esa Zorra, quiero el divorcio, sé feliz.

Te dejo.

¡Ya no te amo! Grita, mientras sus lágrimas caen por las mejillas.

Suelto una carcajada 🤭 🤭 🤭 y aplaudo.

¡Qué bonito discurso, cariño.! Casi me conmueves.

Le agarro por el brazo y la tiró en el sofá. La miró a los ojos y digo.

-primero muerta antes que permitir que te divorcies de mi... Ya he cargado contigo demasiado tiempo, entiende, te irás de mi lado, sobre mi cadáver.

Y ahora me dirás ¿Dónde están los malditos mocosos?

-Nunca. - Me dice, mientras trata de soltarse.

Los voy a buscar y ten por seguro que me los llevaré lejos donde no los vuelvas a ver, sino haces lo que te digo. La arrastró del pelo y la llevó a nuestra habitación.

¡Suéltame!, por favor para.

No hago caso a sus gritos.

La tiró a la cama, y busco algo con que amarrarla. Lo único a la vista son unas corbatas, me servirán.

Patalea y grita, pero yo soy más fuerte.

La muy perra me muerde. Eso me ha sacado de mis casillas, le doy una bofetada qué queda inconsciente.

-Perra, le digo, pero eso me facilita amarrarla.

Dentro de un rato empieza a despertar, un hilo de sangre le baja por el labio y empieza a ponerse morado.

La miró como contorsiona la cara del dolor.

Mira a su alrededor, esta vez no dice nada.

-Parece que has aprendido quién manda aquí, amorcito.

Te voy a explicar, querida para que sepas, ¿por qué no te irás, nunca de mi lado?

¿Qué tal si viajamos a hace un poco más de ocho años atrás? 🤔