Rueda de la fortuna.

Un fuerte pitido resonó en el lugar cuando el carro de juego comenzó a moverse hacia arriba, una sensación extraña brotó en mi estómago, muy parecida a cuando subía al yet privado en mi vida pasada. Creo que es... exactamente la misma.

Mi expresión era indiferente mientras más subíamos pero no me sentí tranquila, no pude evitar mirar a Randall. Los ojos del joven estaban cerrados y su expresión parecía sería mientras avanzábamos, eramos los primeros en la fila ¿Porque no veía para disfrutar más de la sensación?

Mis ojos cayeron en sus manos, las cuales, sostenían con fuerza esos agarraderos de protección mientras temblaban ligeramente. No sabía porque actuaba de esa forma ¿Es miedo o nerviosismo?

-Randall, dame la mano.- Le ordene en voz baja mientras lo miraba, él abrió los ojos y me miró, me dio su mano izquierda sin decir nada. Sus ojos se quedaron fijos al frente.

Talvez, en esta vida, Randall aún no a subido a un avión o un helicóptero. La mayoría de las veces, ese tipo de experiencias se disfrutan cuando se es mayor de edad...

-Randall yo.... - ¡AHHHHHHHHHH....! De repente, los gritos resonaron por todo el lugar cuando el carro de juego llegó hasta la cima y se dejó caer de golpe.

Las vueltas, subidas y bajadas son tantas y el carro tiene que seguir cada una de ellas.

Mis ojos se cerraron con fuerza ante aquella sensación tan horrible pero a la vez increíble que brotó en mi estómago, el silbido del bueno sonó con suavidad en mis oídos cada vez que quedábamos de cabeza, haciendo el mi cuerpo se separara del asiento por unos segundos.

¡Que terrible! No pude evitar soltar un grito cada vez que aquello pasaba, era como si me fuese a caer del carro en cualquier momento. El dolor en el estómago, la sensación de estar batida hasta la médula, el amargo sabor en la garganta y el horrible dolor en la cabeza... ¡NO DEBÍ MONTARME EN ESTA COSA!

Estaba estresada mientras pensaba detenidamente en lo mala que fue la idea de subirme en este juego, apreté la mano de Randall con fuerza. Fue solo en ese momento que escuche la ligera risa que sonaba a mi lado, tal vez por el viento, no la había notado.

Cuando volví la mirada, pude ver a Randall con seriedad. Los ojos del joven estaban bien abiertos mientras miraba al frente con emoción, su risa también era contagiosa pero también parecía nervioso y a la vez emocionado, tal vez por sus mejillas sonrojadas.

No pude evitar mirar atrás, en la siguiente fila. El rostro de mi padre parecía temeroso mientras se sortenia con fuerza al protector, sus ojos estaban cerrados y su mandíbula apretada con fuerza. En cuanto a la Tía Lisa, su expresión era toda risas, su rostro estaba rojo mientras se reía con las manos levantadas y su cabello volando por todos lados, sin duda, ambas terminaríamos todas despeinadas.

No sé cuántas veces grite a causa de ese juego, pero si se que casi me dieron ganas de besar el suelo cuando me baje. Mi estómago dolió y la amargura en mi garganta se hizo más fuerte, las náuseas llegaron con más fuerza. Salí corriendo hasta el baño más cercano para mujeres y finalmente dejé salir el pequeño arcoiris que pedía escapar desde mi estimado. Bueno, juegos de ese tipo, me hicieron vomitar ¡Que cosa más fea!

-¡Harley, cariño! ¿Estas bien?- La voz de la tía Chen vino desde afuera con pasos apresurados. Levante un poco la cabeza y dije en voz alta -Sí, Tía Chen, estoy bien, no te... Huaaahhhh...- El arcoiris salió una vez más de mi boca, esta vez con más fuerza.

Pronto, escuche los pequeños golpecitos en la puerta del baño junto con la voz preocupada de la Tía Chen -¿Realmente te sientes bien?- me pregunto con seriedad y preocupación.

Asentí con la cabeza y suspiré cuando finalmente me sentí mejor, fue entonces que recordé que aún no había desayunado bien, pues solo me comí un pastelillo pequeño.

Aún así, no pude evitar sentirme avergonzada, de los Cuatro ¿Yo fui la única que se sintió mal? Varios minutos después, salí del baño, encontrándome con el rostro preocupado de la tía Lisa, ella me entregó un pañuelo y una botella de agua fría.

Le agradecí rápidamente y me lave rápidamente, luego saqué una menta y comencé a mascar.

-Tía Lisa, no he desayunado, no me siento bien ¿Podríamos comer antes de seguir en los juegos?- Pregunté con los ojos llorosos, mi estómago se siente mal y mi cabecita da vueltas.

La tía Lisa asintió con la cabeza y sonrió antes de frotar mi cabello con una mano. Ambas salimos una al lado de la otra. Cuando vi a mi padre, me acerque a él y sostuve su brazo con fuerza mientras apoyaba mi cabeza en su brazo, pues aún no soy tan alta como para alcanzar su hombro, claro, a menos que este sentado.

-Deberíamos llevar a los chicos a comer algo, Harley acaba de vomitar todo y tampoco ha comido bien.- La voz de mi padre fue la primera en sonar, por lo que asentí rápidamente con la cabeza, aún me sentía mal.

-¿Te duele algo?- Randall se acercó a mí y preguntó con preocupación, su rostro ya no estaba sonrojado y la emoción ya había desaparecido. A causa de su preocupación, toda la diversión que había disfrutado hace unos momentos... se perdió por mi culpa.

Baje la cabeza sintiéndome culpable, apreté mi puño con fuerza y me mordí el labio inferior ¿Porqué siempre lo arruinó todo? Se estaba divirtiendo en la montaña rusa pero yo ya lo estropie con mi tonto dolor de estómago.

Nuestros padres eligieron un restaurante de comida rápida para desayunar, mi padre se sentó conmigo y la tía Chen con Randall, ambos conversaban alegremente de como se sintieron mientras estaban en la montaña rusa, en cuanto a Randall y yo, simplemente comimos en silencio.

Luego de la comida, fuimos a otros juegos y esta vez, ya no vomite. Randall y yo subíamos juntos a cada juego, mientras que nuestros padres nos esperaban en la zona de descanso.

Mantuve la mano de Randall sostenida con mi mano en todo momento, pues las personas eran tantas que podía ser fácil que nos perdiéramos o separarnos. Además, habían más de dos chicas que les agrado físicamente mi novio, varias de ellas fueron lo suficientemente atrevidas como para pedir su número de WeChat, pero para mi gran alegría, todas y cada una de ellas fueron ignoradas por Randall.

De forma extraña, él simplemente me empujaba hacia adelante y me ponía como un tipo de escudo humano, no sé si es su manera de decir 'tengo novia' o solo como un 'protegeme'. No les dice nada, solo hace eso, aunque es extraño, me resultó divertido.

Randall es sin la menor duda, todo lo opuesto de Maxwell, quien en su lugar, abrazaría a las chicas y con todo el gusto les entregaría su número sin titubear. Realmente me alegra haber regresado al pasado y recibido esta segunda oportunidad, Randall ciertamente es alguien especial.

-Harley ¿Qué te parece ese juego?- De repente, la voz de Randall me sacó de mis pensamientos, mire el lugar que él veía y vi una gigante torre de quien sabe cuántos metros de largo, bueno, puede ser que mida hasta un kilómetro.

El juego era como un tipo de martillo, este subía lentamente hasta la cima y luego bajaba de golpe con toda su velocidad, los gritos resonaron en el aire hasta que la máquina finalmente se detenía en el suelo.

-Está bien, vamos.- Asentí de acuerdo, él sonrió y ambos caminamos hacia el juego, gracias a nuestras pulceras VIP, subimos de forma inmediata. Los mismos protectores de antes de colocaron sobre nosotros, pero esta vez, con una par de cinturones que tenían que ir amarrados a nuestra cintura y piernas.

Randall rápidamente me ayudó a atar el mío y por último ató el suyo, sus movimientos fueron rápidos y elegantes.

Cuando ese pitido familiar sonó, la fila de asientos comenzó a subir lentamente, cuánto más subía, más amplia era la vista que daba. Sosteniendo la mano de Randall con fuerza, no pude evitar sonreír.

-Esto será divertido...- Murmuró Randall con cierta emoción en su voz. Lo mire y reí un poco -Parece que te gustan mucho estos juegos, podríamos venir más seguido si así quieres.- Le dije con gentileza mientras lo miraba.

Su expresión se volvió seria y me miró antes negar con la cabeza -No son los juegos los que me emocionan, lo que realmente me hace sentir feliz y animado, es que tu estas conmigo, eres mi mejor amiga y ahora mi novia, esta es la primera vez que salimos como novios, lo cual me emociona, por eso, Harley, yo... - Su voz se detuvo abruptamente cuando la máquina cayó de golpe hacia abajo.

Ambos soltamos un fuerte grito mientras caímos, mi trasero ni siquiera tocaba el asiento, casi pude sentir mi estómago llegar hasta mi boca... Y nuevamente, la posi le confesión de Randall, otra vez fue interrumpida ¡Qué frustrante!