Rueda de la fortuna 2.

Todo el día fue llevado en juegos, ya para la tarde nos habíamos subido en todos los juegos a excepción de la rueda de fortuna. Ambos caminamos hasta ella y nos detuvimos unos minutos para mirarla -Creo que este es el juego menos divertido de todos.- Randall murmuro en voz baja mientras la miraba con seriedad.

Su tamaño era inmenso y parecía ser la atracción más alta y grande de todas, de cierto modo, la más llamativa.

No pude evitar asentir a las palabras de Randall pero para mí, resultaba increíblemente romántico. En este momento, ya había anochecido y las estrellas ya se divisan con gran facilidad en el cielo abierto, en cuanto a la luna, apenas comenzaba a salir detrás de las montañas.

Arrastre a Randall hasta uno de los gabinetes y ambos nos sentamos uno delante del otro. No pude evitar mirar a Randall, parecía serio e indiferente, pero podía imaginar que su expresión cambiaría cuando la máquina comenzará a moverse.

-La Luna ya salió por completo.- dijo Randall en voz baja mirando la luna que ya había salido, sus ojos negros parecían gemas relucientes bajo la noche brillante.

De alguna manera, ese rostro bajó la luz lunar y las estrellas, me resultó más atractivo que de lo normal, sus labios delgados se levantaron en una pequeña sonrisa.

-Hoy me divertí bastante, es bueno salir así de vez en cuando.- La voz de Randall sonó con calidez, haciéndome levantar una ceja, sonreí con cierta sorpresa. Su mirada se volvió hacia mí con un brillo sincero -Se siente bien pasar tiempo contigo.- Dijo él con gentileza.

El 'pum-pum' resonó en mi corazón, latiendo con gran fuerza, mi rostro ardió mientras lo miraba. Esos ojos negros parecían abismos sin fin que podían absorberme en cualquier momento.

-¿Sabes? Me he preguntado incontables veces estos últimos tres días si esto no es más que un sueño, me pregunto si estoy en alguna cama de algún hospital, inconsiente. Son cambios tan grandes que... Sí es así, me gustaría quedarme inconsiente para toda la vida.- Una ligera risa escapo de la boca de Randall cuando terminó de hablar, su mano derecha cayó sobre su nuca mientras frotaba de forma nerviosa y tímida con la cabeza algo baja.

Tal vez por los nervios o la timidez, no me miro directamente, por lo que no se como se siente en este momento. Aunque yo también me siento tímida y nerviosa, no puedo dejar que se me note en el rostro, vamos, hay que actuar de forma desvergonzada.

-Más te vale, si te atreves a despertar, haré que vuelvas a quedar inconsiente.- Dije con seriedad asintiendo con la cabeza, aunque trate de sonar indiferente, la calidez en mi voz no disminuyó.

Randall sonrió divertido y me miró con diversión, negó con la cabeza y sus ojos brillaron con impotencia -Quién te tenga como esposa sin duda sufrirá.- Dijo él. De algún modo, cuando dijo esas palabras, parecía sentirse triste. Él volvió la mirada hacia la luna y ya no dijo nada, pero aún así, no pude evitar hundirme en la contemplación.

¿Qué quiso decir con qué sufrirá?¿Él cree que va a sufrir a mi lado? Mi expresión se oscureció un poco pero no dije nada para replicarlo, me puse de pie y estaba a punto de sentarme a su lado cuando la máquina finalmente se movió -¡Harley, no te levan...!- La voz de Randall no termino de caer cuando se sacudió el gabinete con algo de fuerza. Sin poder mantener el equilibrio, caí sobre Randall, haciendo que golpeara su cabeza contra la maya de protección que rodea el gabinete.

-Auch, eso dolió.- Murmuró Randall sobando su cabeza con una expresión divertida mientras abrazaba mi cintura con la otra mano. Rápidamente me senté a su lado y me disculpe apresuradamente -¡Lo siento, yo... Fui muy descuidada, no lo hice a propósito!

Lleve mi mano detrás de su cabeza y frote el lugar golpeado para tratar de alivianar el dolor, pero él solo apartó mi mano con suavidad y soltó una ligera carcajada -No te preocupes, estoy bien.- Él envolvió mis manos con las suyas y se quedó en silencio sin mirarme.

Baje la cabeza sintiéndome mal ¿Es a este tipo de cosas que se refiere cuando dijo que quien fuese mi esposo sufriría? No pude evitar apretar los dientes, últimamente he tratado de esforzarme para que todo salga bien, por tratar de hacer que cambie de opinión sobre mí pero en su lugar, parece que lo estoy arruinando.

¿Mis esfuerzos son pocos o el trabajo que hago es escaso? Él es mi prometido, entonces ¿Él piensa que sufrirá a mi lado?

La presión que sentía en mi pecho, la que no había sentido desde la noche anterior, finalmente brotó una vez más, llena de inseguridades, preocupaciones y pensamientos negativos ¿Dónde se había ido toda aquella confianza que siempre llevaba conmigo en mi vida pasada? Ciertamente, ya no soy como en mi vida pasada pero ¿Porqué he dejado que todas esas cosas negativas llenen mi mente y corazón?

-Randall ¿Tú...?- Mis puños se apretaron con fuerza, apreté los dientes con la cabeza baja ¿Te sientes mal si te casas conmigo, Randall? Eso era lo que quería preguntar, pero... la pregunta no salió de mis labios.

-¿Mmm?- Pude sentir la mirada de Randall sobre mí cuando él dio su contestación.

-¿Tú... crees que sufrirás si te casas conmigo? Eres mi prometido... por lo que serás mi esposo en unos años... Entonces...- Ya no pude continuar, tango tantos temores que me es difícil llevar a cabo todos mis pensamientos.

A pesar de saber que le hice de todo en mi vida pasada, a pesar de saber cuanto sufrimiento le cause, él aún me siguió amando hasta el último de sus días pero ¿Porqué esta vez me da miedo que cambie de opinión?¿Será por su hermana?

Mis ojos se abrieron de repente, dándome cuenta de que la presencia de la chica me había afectado en gran medida, antes de conocerla... todo estaba bien pero ahora ¿Me siento inferior a ella?

-Harley, eres una chica tonta.- La voz seria de Randall sonó a un lado, no pude evitar mirarlo sin saber lo que quería decir. Los ojos del joven estaban puestos en la luna a la distancia, su expresión era incluso más seria que antes.

-No deberías ser tú la que se sienta mal en estas circunstancias. Debería ser yo el que se sienta frustrado, confundido y triste, soy yo el que corre el riesgo de terminar ilusionado y destruido.- Aquellas palabras sonaron como bombas en mis oídos, mis labios temblaron involuntariamente y mis puños se apretaron cada vez más.

-Nunca he esperado nada de nadie, nunca he querido algo de alguien, tampoco he sido exigente pero, no sé porque, el día en que vi a aquella niña acostada en la cama con el rostro pálido y las manos temblorosas mientras estaba inconsiente en la cama. Recuerdo que escuchaba a los doctores decir con urgencia "¡Se esta muriendo, necesitamos una transfusión de sangre!" me puse a llorar cuando vi a tus padres llorar. Todo era un caos pero yo solo podía ver a la niña en la cama siendo reanimada por los doctores... - La voz de Randall se detuvo abruptamente, pero sonrió y volvió su mirada hacia mí.

Mis ojos llorosos se encontraron con sus ojos serios, él soltó una de mis manos y limpio con sus nudillos la pequeña lágrima que se deslizaba por mi mejilla con una calidez y suavidad increíble. Esa sonrisa ligeramente triste en su rostro se volvió brillante y llena de cariño.

-Unos segundos después, los doctores se detuvieron, estabas muerta. Los gritos de tu madre resonaron por toda la sala, todos en la sala lloraban, fue solo entonces que comprendí lo sucedido "tal vez nunca volvería a ver al angelito de sonrisas brillantes", eso era lo que me decía. Mi cuerpo se movió involuntariamente cuando corrí hacia la sala y tomé tu mano, en mi mente solo pensaba que nunca más volvería a verte. No supe ni como lo hice, pero arranque una de las agujas conectadas al suero intravenosa y lo metí en mi brazo, sobre una de mis venas... Fue estúpido pero lo hice...- Randall se rió un poco y frotó mi cabello cuando dijo su última oración.

-Los doctores trataron de detenerme pero temían lastimarme con la aguja incrustada en mi cuerpo, increíblemente, la máquina sonó una vez más y tu te sentaste de golpe, me miraste y me sonreiste antes de caer inconsiente una vez más. Realmente nunca supe lo sucedido pero eso es todo lo que recuerdo. En ese momento, cuando vi tu sonrisa, pensé de todo corazón "Quiero que siempre sonría así".- Inevitablemente, las lágrimas caían de mis ojos como pequeños arroyos de forma involuntaria, es una molestia.

He llorado en tres días lo que he llorado en toda mi vida pasada, es molesto.

Randall me envolvió en sus brazos, impidiendo que viera su sonrisa una vez más, pero su voz continuó -Es por ello que lo único que he anhelado y deseado en esta vida es a ti. No deseo nada más que una vida a tu lado, por muy triste y dolorosa que sea, siento en mi corazón, que sufrire cuando sea tu esposo pero... estoy dispuesto a sufrir si puedo estar a tu lado.- Pude sentir el cuerpo de Randall temblar un poco cuando dijo sus últimas palabras.

Fue hasta entonces que comprendí a que se refería, era por su enfermedad ¿No es así?¿Pero porque lo dijo de otra manera antes?

Levante la cabeza y coloque mis manos en las mejillas de Randall, obligándolo a mirarme, sonreí brillantemente a pesar de las lágrimas ante su confesión -¡En esta vida, yo soy la única que puede estar a tu lado, Randall, yo soy la persona que te hará feliz y te dará dolores de cabeza por el resto de tu vida!¡Por favor, cuida de mi hasta nuestro cabello este blanco y nuestros pies ya no caminen!- Dije en voz alta antes de darle un pequeño beso en los labios.

Cerré los ojos mientras sentía su cuerpo rígido y paralizado, parecía no saber que hacer. Cuando lo solté, su rostro estaba rojo y sus orejas parecían echar humo, me pareció tan lindo que no pude evitar reír.

Sin embargo, una mano cayó sobre mi rostro, bloqueando mi vista.

-Últimamente haces esto muy seguido...- Murmuró Randall con timidez, pude imaginar su rostro al rojo carmesí. Agite las manos en señal de rendición y sonreí -Es que te ves tan lindo siendo tímido, me robe tu primer beso y seré la única que robe el segundo, el tercero y hasta el último beso que des, Randall.- Me lami los labios de forma pervertida y dije apartando su mano con lentitud.

Los labios del chico se crisparon y le dio un leve tic en el ojo, él aparto la mirada y tosio un par de veces -Harley, eres una chica pervertida.- Dijo en voz baja con impotencia.

-Y tu eres un chico muy tímido.- Sonreí con diversión, haciendo que sus mejillas se pusieran más rojas.

Ambos nos reímos ante nuestras palabras.

Luego de dar varias vueltas, la rueda de la fortuna finalmente se detuvo, ambos bajamos y volvimos con nuestros padres, los cuales, se encontraban en un restaurante mientras conversaban sobre algunas cosas para la boda entre ellos.

Sosteniendo nuestras manos, caminamos hacia ellos.

-Oh, chicos, finamente llegaron, acabamos de pedir la cena, vamos a comer.- La voz de mi padre fue la primera en sonar, parecía algo entusiasmado, lo cual me sorprendió. Ambos nos sentamos al lado de nuestros padres.

-¿Aún no volveremos a casa?- No pude evitar preguntar, a lo que mi padre negó con la cabeza, él sonrió y dijo -La hermana Lisa es la dueña del parque de atracciones, resulta que el gerente la reconoció y nos insistió para quedarnos a dormir en el hotel privado del parque de atracciones. Estuvimos de acuerdo, nuestras habitaciones ya están listas y preparadas, podremos ir a descansar luego de la cena.

Sus palabras, además de sorprenderme, me tranquilizaron un poco. Mi padre ya debe estar cansado, no sería bueno que condujera en ese estado.

-Me parece bien.- Antes de que yo dijese algo, la voz de Randall sonó primero. Lo miré y le sonreí, él también me devolvió la sonrisa.

Luego de una cena a todo dar, fuimos llevados al hotel privado del parque de atracciones. Para mi sorpresa y mala suerte, habían muñecos y estatuas 'divertidas' por doquier. Bien, se entiende que por ser un parque de atracciones tengan este tipo de muñecos y estatuas agradables para los niños, pero ¿Porqué tienen que ponerlos también en las habitaciones?

Mi padre palmeo mi hombro y sonrió en forma de consuelo -Tendrás que soportarlo solo por hoy.- Me dijo con tristeza antes de irse silbando a la habitación de al lado con las manos en los bolsillos.