Pulceras VIP.

Llegamos a la Villa Chen más rápido de lo esperado. En mi vida pasada, la villa familiar Chen era esta, pero a los pocos meses de que conociera a Maxwell, la Tía Lisa se mudo con Randall a otra parte de la cuidad, aun así, Randall venía a visitarme muy seguido.

Pará esta edad, si mal no recuerdo, aún no le caigo tan mal a la tía Lisa como para que se muden, por lo que ahora, supongo, se quedarán a vivir aquí.

Cuando llegamos, vimos a Randall de pie al lado de la tía Chen, él la ayudó como todo un caballero para que subiera al asiento del copiloto, en cuanto a Randall, subió a mi lado.

-¡Hola, Tía Lisa! ¿Cómo estás?- Salude inmediatamente apenas ella subió al coche, no pude evitar mostrarle una gran sonrisa mientras la miraba. Ella se volvió hacia mí y me devolvió la sonrisa, aunque no tan exagerada como la mía -Estoy bien, linda, pareces muy animada.- Dijo ella en voz baja con curiosidad.

-Por supuesto, saldré con ustedes, es suficiente para sentirme bien.- Dije con seriedad mientras levantaba una ceja. Ella entrecerro los ojos hacia mí y asintió con seriedad, luego se acomodo y ya no me miró más. Bien, al menos me presta algo de atención, eso es bueno.

-Tía Lisa, deberíamos salir de comprar tu y yo un día de estos, no tengo amigas y no hay quien me acompañe a hacer compras ¿Podríamos ir juntas?- Me pegue al asiento del copiloto e hice ojos de cachorrito mientras miraba a la tía Chen, quien sonrió con impotencia y por primera vez me miró con cierta calidez -Eres muy traviesa, esta bien pero yo seré la que te diga cuando puede.- Dijo ella con seriedad, volviendo a su expresión sería de siempre.

Asentí repetidas veces con la cabeza. Luego de conversar un poco más con ella, me volví hacia Randall, quien miraba por la ventana en silencio, su expresión era tranquila y sus ojos calmados.

No pude evitar tomarlo de la mano y apartar la mirada hacia la ventana, pero aún así, pude sentir sus ojos cálidos sobre mí.

El viaje tardo al menos hora y media, pues el parque de atracciones se encuentra en una zona un tanto despoblada, por lo que esta a las afueras de la cuidad, así el ruido y las luces no molestaran a las familias circundantes.

Cuando llegamos, yo fui la primera en bajar del coche, ayude a la tía Chen a salir y la sostuve del brazo con suavidad. Para mi sorpresa, ella palmeo mi mano con calidez y me sonrió con cariño, por un momento, no pude evitar sentirme tocada ¿Ella me esta aceptando?

Cientos de personas caminaban de un lado a otro en los alrededores, algunas incluso tenían sus ropas mojadas o manchadas de algún tipo de comida, pero lo que todos tenían de igual eran rostros llenos de alegría y suspenso, sus ojos brillaban.

Eso llamó mi atención ¿Tan divertido es? Parece que sí, de alguna forma, me sentí estimulada y me permití actuar como una joven de mi edad. Salte hacia mi padre y lo sostuve del brazo, tirando de él hacia el interior para que se apresurara.

-¡Rápido, padre, nos quedaremos sin espacio!- Dije emocionada y preocupada, sin embargo, las tres personas se rieron ligeramente de mí.

-No te preocupes, este parque de atracciones pertenece a mi familia.- La voz cálida de la Tía Chen fue la primera en sonar, mis ojos brillaron al escuchar sus palabras ¡Eso quiere decir, que tenemos privilegios! Jejeje, esta si es una buena suegra.

Solté a mi padre y me acerque a Randall, sosteniendo su mano con suavidad, tire de él hacia el interior del lugar. En cuanto a mi padre y la tía Chen, caminaron detrás de nosotros.

Al llegar al puesto de atención, una dama vestida con un traje llamativo nos atendió -El costo de boleto es de 30 yuanes por persona.- Dijo con voz gentil pero a la vez profesional. Randall sacó su billetera y de ella sacó una tarjeta dorada, recuerdo haberla visto en mi vida pasada, si no me equivoco, solo las tres familias más poderosas del continente las tienen. Una está en manos de mi padre, la otra en manos de la familia Chen y la última con la familia Yan.

Los ojos de la mujer se abrieron de golpe y estaba a punto de tomar la tarjeta con las manos temblorosas cuando yo le sonreí y aparte la mano de Randall con la tarjeta. Saque mi propia tarjeta y se la entregue con seriedad -Cuatro pases con el paquete VIP, por favor.- Le dije con cierta gentileza.

La dama Asintió apresuradamente y tomó mi tarjeta, la pasó por el escaner y luego me la devolvió, me entregó cuatro pulceras de color negro, lo que llamó mi atención. En ella tenía unas cuantas palabras que decían "Invitado VIP, exclusivo para cualquier juego."

-¿Para que es esto?- Pregunte luego de que la tarjeta fue devuelta, mis ojos cayeron sobre Randall, quien se estaba colocando su propia pulsera en la muñeca.

-Esto permite que te subas al juego que tu quieras, tampoco necesitas hacer fila como los demás, puedes comer en el puesto de comida que tu queras y, si no me equivoco, tienes permitido jugar cuantas veces quieras el mismo juego.- Explicó Randall con calma, él tomó una pulsera y me la colocó en la muñeca con gentileza, luego le ayudo a su madre y a mi padre respectivamente.

¡Mi bebé es tan gentil!

-¡Mira ese chico de allí!¡Es tan guapo! ¿Crees que sea algún actor juvenil?

-Solo fijate en su porte, esta ayudando a sus padres a ponerse sus pulseras ¡Qué caballeroso!

En ese momento, escuche varias voces femeninas. No pude evitar mirar a un grupo de chicas que estaban haciendo fila para pagar los tickets, los rostros de las tres chicas eran tímidos mientras miraban a Randall con corazones en los ojos ¡Lo miraban sin ningún descaro!

En mi vida pasada, sin alguien miraba a Maxwell de ese modo, yo no podía hacer absolutamente nada, es más, incluso me sentía orgullosa de sentirme la dueña de él, a pesar de que muy pocos conocían mi relación con él.

Sí alguna fan le pedía un beso y un abrazo, simplemente veía como eso sucedía con los puños apretados y el rostro frío, claro, me dolía ver eso cada vez pero no podía hacer nada. No reclamos, no quejas, no regaños, no pleitos y no celos. Aunque los celos me mataban por dentro...

Una de las jóvenes empujó a la otra y le susurro algo en voz baja, la chica asintio con la cabeza y camino hacia Randall con el rostro sonrojado.

Randall se quedó de pie al lado de mi padre hablando algo con él, no sé qué decían pero sus rostros eran serios.

-Disculpe, joven...- La voz gentil y tímida de la chica sonó, ella tocó con suavidad la manga de la camisa de Randall para llamar su atención, no pude evitar levantar una ceja ante tal acto descarado, pero...no me atreví a intervenir.

Randall dejó de hablar con mi padre y frunció el ceño con frialdad, sus ojos serios cayeron sobre la chica, haciendo que mi corazón casi se detuviera ¿La verá bonita?

-Joven...yo...yo ¡Tu me gustas!¿Puedes darme tu número de WeChat?- La chica tartamudeo, al escuchar sus palabras, casi pude sentir mi sangre hervir, sentí la fuerte necesidad de golpearla.

Randall levantó una ceja y volvió su mirada hacia mí padre antes de sonreírle a él -Suegro ¿Qué crees que debería hacer?- Le preguntó a mí padre con seriedad, dejando un significado oculto en sus palabras.

Mi rostro brillo con satisfacción cuando escuché como Randall se dirigía a mi padre, no pude evitar mirar a la chica con una ceja levantada. El rostro de la joven se puso pálido y el pánico y la vergüenza brotó en su rostro -¡Yo... Yo lo siento, no lo sabia...!- Exclamó avergonzada con el rostro extremadamente rojo, ella cubrió su rostro con sus manos y volvió con sus amigas.

Pero... la sensación de regocijo que esperaba no llegó, los ojos de la niña estaban rojos y sus labios temblaban ¿Estaba llorando? Me sentí mal por ella pero...

En ese momento, sentí una mano cálida rodear mi mano con firmeza, cuando levante la vista, me encontré con un hermoso par de ojos negros, haciéndome sonreír.

-Vamos.- Dijo él tirando de mi mano con suavidad.

Cuando finalmente ingresamos, mis ojos brillaron al ver la gigante montaña rusa en la distancia, los puestos de comida rápida y restaurantes pequeños abundaban en cada esquina y lugar. También puestos que vendían algodón de azúcar y cosas dulces.

Desde la entrada, se podían ver tan sólo cinco juegos pero todos se veían increíbles y llamativos.

-¿A cuál iremos primero?- Preguntó mi padre con curiosidad, su rostro parecía un tanto curioso mientras miraba, bueno, parece que tampoco había venido al parque de diversiones antes ¿O sí?

-Han habido algunas renovaciones, también hay juegos nuevos, parecen interesantes.- Dijo mi padre en voz baja, volviéndose hacia la Tía Chen con una sonrisa.

Ella asintió con la cabeza y sonrió -Estas en lo correcto, después de la muerte de mi Branth, ordene hacer algunas renovaciones.- Explicó ella con una luz cálida en sus ojos. No pude evitar levantar una ceja con curiosidad.

Randall tiro de mi mano y camino conmigo a la montaña rusa, nuestros padres nos siguieron. Tan solo bastó que enseñaramos nuestras pulseras para que nos dejaran pasar directamente, yo me subí con Randall y mi padre con la Tía Chen.

El agarradero bajó sobre nosotros y presionó nuestros cuerpos al asiento cuando este fue bajado, aunque no apretó con mucha fuerza. Lo sacudi un poco para asegurarme de que no se abriera de repente, bueno, hay que ser precavidos ¿Qué pasa si me caigo desde arriba?