Y sumemos en esta vida un momento más lleno de bochorno...
Marcador 0 - 3 o era ¿4? No lo sé muy bien, pero por lo que estoy intuyendo se agregaran muchos más...
Alzo la vista a su cara después de un minuto más que me perdí en su pecho, puedo notar el sonrojo en sus mejillas y su boca entreabierta, pero no parece de sorpresa, más bien es un gesto que me resulta muy erótico, uno que me llena de ganas de morder esos labios ávidamente, sus ojos diciéndome que su deseo es exactamente el mismo que el mío, su nariz toma más aire del normal, evidente muestra de que esta respirando hondo para calmarse... Creo que todo lo estoy viendo en pausa, porque pasa muy lento el tiempo y cuando caigo en cuenta estoy tan cerca de ella que tan solo agacharme podría hacer míos esos labios, bajar por su cuello y llegar a esos rozados botones que en inicio provocaron esta eclosión de sentimientos y deseos casi incontrolables...
Una de mis manos ya esta en su mejilla acariciando suavemente, la otra está agarrando posesivamente su cadera, acercándola más a mi, demostrando esta rigidez que me ha provocado, su mirada se desvía, su rostro queda de lado y despierto de mi encantamiento, beso su mejilla en lugar de lo que deseaba, la iluminación ya es mejor pues ella había encendido el foco cuando fue a abrir la puerta, es por esa razón que puedo ver cada uno de sus gestos, su nerviosismo, ese primer detonante para llegar aquí...
El silencio persiste por unos minutos mas, recuerdo esas palabras de mi padre, del de Ailsa, ellos siempre solían decirme que un caballero sabe esperar a una dama, que siempre habrá momentos en donde caigas en esa tormenta llamada deseo, que abruma tus sentidos y te hace perder toda noción de ti mismo, pero que debes encontrar esa calma que te haga recuperarlos y no dejarte llevar por ella, porque en la mayoría de las veces termina en destrozos y causa un desastre, fue por esas palabras que en mi otra vida pudieron engañarme tan fácilmente pues quien desataba la tormenta era yo mismo por lo que me habían dado, dándome esa calma pues Mòrag siempre actuando recatada yo según la esperaba...
- Tranquila no haré nada, ten claro que respeto tu decisión y que también quiero cumplir esa promesa hecha a tu padre - En un susurro le hablo, mientras suelto mi agarre y vuelvo a besar su mejilla
Ella suspira con cierto alivio, puedo saber que estaba en una contradicción, que la tormenta era por ambos bandos... Suspira nuevamente y dice en un susurro...
- Lo siento, de verdad te deseo, pero tampoco quiero fallarle a mi padre, sé que ya no está vivo en cuerpo, pero su recuerdo, sus enseñanzas, esas promesas que le hice lo mantienen vivo en mi corazón y me hacen sentir está opresión cuando mi deseo aumenta y tengo esa necesidad que casi logra que la rompa... - Y suena realmente angustiada, yo solo puedo darle la razón, porque yo les hice la promesa a los míos de seguir sus enseñanzas y aún muertos he estado tratando de cumplirla...
- Tranquila en serio no pasa nada, te entiendo, vamos a dormir un rato, será un día largo - Le menciono tratando de desviar un poco el tema - Yo pienso que ya puedes volver al cuarto que te asignaron, no creo que venga de nuevo esa chica - Comento divertido intentando aligerar el ambiente y funciona pues ella se ríe levemente, mientras va por su bata, me da un beso rápido en los labios y sale del cuarto literal corriendo...
Y yo me quedo aquí sonriendo como idi*ta sin realmente poder dormir, cuando llega el amanecer solo puedo en automático levantarme, darme una ducha, colocarme ese dispositivo tipo espía en el oído que quedamos de acuerdo para poder darnos la señal de que iniciará la "redada" Miró en el espejo mis enormes ojeras, que al salir por el llamado de la servidumbre que ha venido para llevarnos al desayuno, me puedo percatar que no soy el único que las tiene...
Ailsa tiene puesta su armadura, yo no puedo usarla por obvias razones, solo tengo una percha por debajo de la camisa y una espada en la cintura, que de hecho por protección siempre cargo, creo que debo aclararles algo que talvez muchos ya se lo pregunten, como es que en la era moderna usamos estás cosas, pues en mi reino desde pequeños nos entrenan en estás artes de guerra, pero el meollo del asunto radica en que están prohibidas las armas de fuego, desde hace aproximadamente 10 años es así, por eso es que mi guardia está como en la era medieval usando armaduras y espadas, arcos y flechas, dagas, lanzas y combate cuerpo a cuerpo, fue una gran lucha por erradicarlas, por qué no pasen de manera ilegal, de hecho ya no existen quienes las fabriquen, por lo menos en este continente no y para transportar y comercializar aunque sea en el mercado negro es algo sumamente difícil, algo que llevó años poder arraigar por entero, pero fue posible y por ello es que somos el primer reino en el mundo que lo logró...
Dirán que cómo es posible erradicar las armas de fuego, pero no el tráfico de personas y es porque son cosas completamente distintas, un arma puede detectarse con diferentes dispositivos, un esclavo es infundido con miedo o amenazas que surten efecto y es muy difícil saber que son abusados y/o fueron vendidos, que han sido secuestrados y traídos al reino bajo coerción, algunas veces hablan y podemos ayudarles, pero la mayoría de las veces como ahora los rescatamos bajo una exhausta investigación o simplemente no sabemos qué pasó...
Además como les mencionaba también hace unos 7 u 8 años atrás es que comenzó a surgir el rumor de que había personas que poseían magia, poder que supuestamente estaba extinto y en algunos lugares solo era una leyenda, pero todo estaba siendo muy real y como en todo habiendo dos lados de la moneda, la delincuencia también tiene magos de su bando los cuales son de bastante ayuda para ocultar a una persona o también callarlas un tiempo, mientras pasan las revisiones que siempre estan en aduanas, aeropuertos y puntos así, ni que decir de los papeles oficiales que también se está teniendo problemas para identificar los falsos, en serio se esmeran con ello...
En fin, estamos a la mesa cuando los chicos nos dicen que ya están cerca de la puerta del lugar donde tienen a las víctimas, esa es nuestra señal, mientras ellos entran a rescatar a esas personas, nosotros tomaremos la mansión con otro grupo que ya está preparado para apoyarnos...
- Y bien Conde ¿Cuánto dinero ha ganado con su "negocio"? - Pregunto entrecomillando y haciendo énfasis en la palabra negocio, lo veo tragar grueso y estoy seguro que sabe a qué me refiero, pero es muy obvio que no me dirá sobre eso, así que responde con una sonrisa falsa que le va más o menos
- No pues yo pensé que le iba mejor, pero déjeme decirle que aunque haya disfrutado de grandes riquezas eso se acaba hoy
- De que habla su majestad, no lo entendemos - Dice su esposa nerviosamente
- Ah no señora me entienden muy bien, sobre todo su esposo, creo que al único que podemos salvar de toda la mi*rda que han hecho ustedes es a su hijo, ese pequeño sí que no entiende nada, pero ustedes - Dije señalando tanto a ellos, como a su hija mayor - Sí, adelante chicos los quiero a todos bajo arresto - Grité y al mismo tiempo algunos guardias que habían llegado con nosotros entraron con espadas en mano, los gritos de sorpresa de muchos resonaron, el Conde tomó su espada y se abalanzó contra mí, yo rápidamente saqué la mía y contrareste su ataque, después de unos cuantos choques, pronto lo tuve en el suelo gritándome improperios y jurando que el verdadero Rey lo salvaría y me mataría...
- El único y verdadero Rey soy yo y tanto el que proclama como rey y usted terminarán en la guillotina - Dije con enfado
Miré a mi alrededor, Ailsa tenía esposada a la hija y otro guardia tenía a la esposa, el hijo del Conde estaba temblando en su silla y los sirvientes también estaban siendo arrestados, como le había dicho a esa mujer probablemente de todos los presentes ese niño sería el único limpio, igual algunos sirvientes, ya saldría todo en el juicio y me daba un poco de pesar ese pequeño, no tenía la culpa de tener un padre así, aunque por otro lado me alegraba porque ya no crecería para ser como él o por lo menos eso esperaba...
En el comunicador de mi oído avisaron que ya tenían a las víctimas, que habían acabado con algunos guardias y que de hecho habíamos tenido unas bajas y algunos heridos, eso también me causaba tristeza, pues teníamos que avisar a sus familiares, se les daba una pensión, pero eso nunca les regresaría a sus seres queridos...
- Vamos chicos, regresemos al castillo para poner a éstos en la cárcel a que esperen su juicio - Dí la orden para todos y así emprendimos el viaje de regreso, el Condado quedó al cuidado de uno de mis hombres de confianza, porque a pesar de todo lo legal del territorio estaba en buen estado, así que era rescatable...
El día del juicio podía sentir esa mirada de Gustav y aunque lo busqué entre los asistentes supo esconderse muy bien, la sentencia fue dada, revocando el título al hombre, además de la guillotina por el testimonio de algunas víctimas de haber participado en la matanza de unas de las personas que nunca llegaron a su territorio, su esposa al demostrarse que era cómplice junto a su hija se les dió como sentencia el encarcelamiento por 15 años y su hijo menor de tan solo 8 años se le dió la oportunidad de seguir siendo educado en la academia donde estaba hasta su mayoría de edad y pudiera entonces decidir si quería retomar el título de Conde, definitivamente bajo supervisión de que no regresaría a los pasos de sus padres...
Y así fue que nos deshicimos del primer estorbo, pero aún faltaban unos cuantos más, no descansaría hasta que Gustav ya no tuviera la cabeza sobre el cuello...
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