Otra oportunidad

Ailsa... Que tonto he sido, en ese momento más caía en cuenta de ello, comencé a recordar todo, ella se había convertido en mi confidente, en mi compañera de juegos infantiles y al crecer en mi compañera de entrenamiento no solo en armas como la espada, sino también en lanza y arco, además de equitación, su padre había sido el anterior general y mejor amigo de mis padres y yo siendo el mayor tan solo por tres meses, prácticamente todo lo hicimos juntos, hasta gatear al parecer, que idi*ta había sido, ese mismo día volvía a repetirme una y otra vez, después de escuchar como mi esposa y hermano decían también que habían utilizado una droga que logró que ella fuera atractiva para mí, ahora es que todo tenía sentido, desde esas contradicciones en mis sentimientos, hasta esos toques raros que había tenido conmigo...

Sentí tanta impotencia y coraje al escuchar como también se burlaban de que hacían el amor a escondidas en la misma habitación que su esposo y hermano, al que ellos mismos tenían al borde de la muerte por un veneno llamado "Ipsion" el cual era casi imperceptible con las pruebas estándar, solo una en específico podía detectarlo y por lo raro y escaso que era, no se conocía mucho, ni los efectos que causaba, por ello ni siquiera fue algo que se pensara, obviamente solo alguien que estudiara sobre ello podría saberlo y fue por esa razón que mi hermano murió sin causa aparente y sin una cura, ya que nunca se supo que le administraban ese veneno que aunque difícil de conseguir también tenía un antídoto, ese día lloré amargamente al darme cuenta de lo que la ambición de mi hermano había ocasionado...

La preciosa Ailsa vino a verme al día siguiente; quería decirle tantas cosas... Y, sin embargo, yo solo pude escuchar su confesión...

- Hola tu - Comenzó a saludar como solía, sentándose a mi lado, pasando los dedos entre mi cabello - No sabes como me duele verte así, daría mi vida porque tú estuvieras sano, porque esta rara enfermedad se te quitara, porque te levantaras de esta cama, porque seas feliz aunque sea con esa mujer que no me gusta de nada, con tu bebé aunque yo no sea la madre de él o ella... - Al ir hablando sollozaba y gruesas lágrimas salían de sus ojos, surcaban sus mejillas, llegaban a su cuello, perdiéndose es su pecho - Ahora que sé que está enfermedad sin cura te llevará a la muerte daría todo lo que soy y tengo para regresar el tiempo y atreverme a decirte que desde hace mucho te he amado, me lanzaría a besar tus labios, a tratar de conquistarte, para que cuando ya me ames, casarnos y hacer el amor, teniendo a nuestros hijos, si no hubiera sido tan cobarde ya cuanto tiempo tendríamos juntos o tal vez solo me habrías dicho que no sientes lo mismo - Soltó un suspiro - Siendo honesta lo segundo era mas factible, pero aun así daría todo porque te curaras, por haberte dicho esto no estando postrado en esta cama... Te amo Jordán...

A la par que ella hablaba yo pensaba que también daría todo por regresar el tiempo y volver a esos años en que aún vivía mi hermano Serguei, para poder detener esta horrible tragedia provocada por Gustav, para hacerle pagar por esta traición y desgracia, poder volver antes de que Mòrag llegara a nuestras vidas y también pensaba en el hecho de que si tuviera otra oportunidad de vivir lo haría con ella, con mi Ailsa, con mi preciosa compañera a la que volvería de vida, que bobo pensé, morir así luego de una gran confesión, de darme cuenta que mis sentimientos hacia ella no solo eran de amigos, si tan solo pudiera corresponderle como se merece, darle ese beso que sería su primero, hacer el amor por primera vez... Ahora estaba sucio, esa mujer ya había recibido todo eso, entonces así como mi hermano pedí con todo mi corazón en mi mente un último deseo:

"Por favor solo pido otra oportunidad para hacer las cosas diferentes, para amar, para ser feliz, para que nada de esto vuelve a ocurrir, para vengarme de todo lo que que planearon durante años, para hacerlos pagar por todo el mal que han hecho y que claramente intentarán hacer"

Y entonces ese te amo de Ailsa fue lo último que escuché, lo último que sentí fueron sus labios contra los míos en un tierno y amoroso beso, uno que me supo a Gloria, que no quería terminara y... La obscuridad me envolvió, recuerdo que un frío caló cada parte de mí, mi cansado cuerpo se relajó, dándome una paz indescriptible, sintiéndome tranquilo, solo dejándome llevar por este sentimiento y de pronto me sentí mojado, sí el agua fría llenaba mi nariz y boca tragando un poco, de nuevo sentí esa angustia de la muerte; sin embargo, esta vez por inercia moví mis extremidades, abriendo mis ojos viéndome rodeado del vital líquido, empecé a nadar hacia lo que parecía ser la superficie... Llegué a ella, sí, eso es lo que era, saqué mi cabeza y entonces el aire llenó mis pulmones... ¿Qué estaba pasando? ¿Esto era posible? ¿Así era el infierno o el paraíso? Tosí, porque como mencioné el agua había llenado por un instante mi nariz y boca, mientras me mantenía a flote, mis ojos acostumbrándose al nuevo entorno, mis oídos llenándose del ruido exterior, escuchando los gritos aterrados pidiendo ayuda de una voz ya conocida, la última voz que había escuchado antes de sucumbir a la oscuridad y que no era otra que la misma que gritaba en esta nueva luz que me deslumbraba...

- ¡Alguien venga! ¡Jordan! ¿Estás bien? - Preguntó Ailsa muy cerca de mí, justo detrás de hecho, yo aún desorientado no respondí nada, solo escuchaba sus brazadas de que nadaba...

Voltee hacia donde la escuchaba y la miré, era ella, mi mejor y bella amiga, estábamos en el lago que se encontraba en los terrenos del castillo... Pero ¿Qué caraj*s? ¿Qué estaba pasando? Y en un segundo lo recordé ese día de cuando tenía casi 21 años, había ido con Ailsa y Gustav, una de esas salidas a distraernos de lo que pasaba con Serguei y yo había caído al lago mientras jugueteaba con Gustav, todo pasó tan rápido que ni siquiera había reaccionado tomando agua, sintiéndome morir, hacía tres días le había prometido a Serguei ser su sucesor y de hecho ahora que caía en cuenta más o menos en dos meses moría...

Y mientras yo estaba distraído en todo esto, una fuerte chica ya me estaba jalando hacia la orilla, varios guardias y Gustav ya estaban haciendo acto de presencia, entonces noté algo que ahora que razonaba probablemente había pasado igual en mi otra vida...

Mi amado hermano me miraba como diciendo porque no te moriste, bueno querido, sigo vivo y tengo los recuerdos de un futuro que definitivamente no pienso reanudar...