Me dispongo a salir de la habitación, cuando la señorita Craig me detiene tomándome de manera no solo abrupta, sino con demasiada confianza de la mano, es ahí que siento algo extraño como si una "energía pesada" me recorriera desde donde me tocó hasta mi corazón, me suelto de golpe; sin embargo, esa pesadez se queda conmigo de manera persistente, mi corazón latiendo velozmente, llevo mi mano derecha al pecho sintiendo el rápido palpitar, a la par que la mano izquierda que es la que ha tocado, la sacudo queriendo deshacerme de esa energía que aún siento en ella, mi mente queriendo razonar el porqué de esta sensación...
Y ni como saberlo en ese momento, lo peor es que solo lo dejé pasar...
- Lo siento (dice nerviosamente la chica, pero otro detalle que dejé de lado es que su sonrisa era como si acabara de ganar algo) No quise ofenderlo su majestad
- Claro, solo tenga en cuenta que este tipo de confianzas no son propios de una dama, tal vez crea exagerada mi reacción, pero este tipo de acercamientos no me gustan, si me permiten tengo otros asuntos que tratar
- De nuevo una disculpa su majestad, es solo que lo vi tan apresurado que no pensé, solo reaccioné a detenerle, pues quiero preguntarle sobre el recorrido que el príncipe nos comentó que usted haría con nosotros
Me quedé un momento razonando sus palabras y entonces caí en cuenta de que no sólo mi hermano había hecho que tuviera una reunión con ellos, sino que además me había comprometido a llevarlos a un recorrido, pensando en no dejarlo mal contesté:
- Sí, disculpe señorita, pero ese recorrido no podrá ser hoy, es que tengo unos compromisos previos que no puedo cancelar, será en otra ocasión, ahora me retiro, tengan un lindo día
- Entendemos su majestad (respondió el Duque) lindo día para usted también
Me pareció ver un gesto de enfadado en ella, pero fue tan sutil que solo pensé lo había imaginado, reparando en ello después ¿Por qué estaría enfadada? Era únicamente que sus planes se estaban alargando más...
Salí de ahí todavía sintiéndome extraño, esa pequeña opresión en el pecho, mi cabeza llena de la imagen de esa mujer que había dejado en ese salón, intentando dejar de lado todo eso y sin darle más vueltas, camine hacia mí despacho, encontrándome con Ailsa, ella no sólo era mi amiga, era mi confidente, no lo he mencionado, pero también es quien dirige el ejército de nuestro país, siendo la "Temible General" habíamos crecido juntos, como lo mencioné teníamos nuestras luchas que no eran otra cosa que entrenamientos, además también era mi fiel guardiana y compañera de viajes oficiales, una gran mujer que yo no vi, ni valoré por idi*ta, preciosa en verdad no solo físicamente con esos ojos profundos de color gris claro enmarcados en unas rizadas pestañas y cejas medio pobladas, tez blanca, cabello entre naranja y rojizo, justo como el amanecer, sus labios medio gruesos y enrojecidos naturalmente junto con sus mejillas, nariz medio afilada, todo en conjunto con su cara ovalada, del cuerpo uff ahora es que caigo en cuenta de que siempre ha tenido un buen cuerpo moldeado por los entrenamientos, fuerte y sexy y que decir de su personalidad, una chica graciosa, inteligente, audaz, valiente, con una tenacidad muy palpable, teniendo un honor intachable, un sentido enorme de justicia y de ayudar a los menos afortunados y que decir de esa alegría y luz que irradia, en fin, una joya preciosa en verdad que por imbécil no vi y dejé pasar la oportunidad con ella en esta vida...
- Hola tú
Saludó como siempre lo hacía, con esa espléndida sonrisa, una que denotaba amor...
- Hola tú
Respondí
- ¿Qué tienes?
Preguntó con verdadera preocupación
- Nada, solo estoy cansado
Contesté, aunque por un momento pensé en decirle lo extraño que me sentía... No lo hice, todo lo guardé, ojalá no lo hubiera hecho tal vez ella mi mejor amiga habría notado todo, tal vez me podría haber alejado de ese cruel destino, aunque reflexionándolo bien, tal vez todo debió haber sido de esa manera, para que yo pudiera cambiarlo en esa segunda oportunidad...
- Bueno deberías descansar, no te sobre esfuerces
- Claro, nos vemos debo ir a revisar unos papeles
Y dicho esto retomé mi camino, llegando saqué justamente la pila de documentos que tenía que revisar, suspiré y me detuve un momento mirando los papeles... De pronto llego la idea de que debería tener una reina para que me ayudase, imaginando a Mòrag...
- ¡Pero que diantres!
Grité a la nada, porque definitivamente me estaba volviendo loco, esa mujer es guapa, sí, pero no me terminaba de convencer para una relación formal... Intentando quitarme estas ideas de la cabeza mejor me dediqué a trabajar en los documentos por el resto del día...
Pero no pude concentrarme al 100% fue realmente incómodo, aunque ignoré el hecho que desde que ella tomó mi mano fue que empecé a sentirme extrañamente atraído hacia esa mujer, no es que no me haya atraído desde que la vi, es solo que desde ese toque fue todo muy diferente... Como si una obsesión se hubiese instalado en mí por ella... Y entonces yo bien estúpid* nada más lo dejé pasar... Después me arrepentiría de esa decisión, posteriormente saldría a la luz el por qué de ese comportamiento y sentimiento extraño...
Debo confesar que cierto enfado acompañaba al encanto que sentía por esa mujer, mis días se fueron tornando pesados a causa de ello, mis noches se llenaron de sueños húmedos donde los protagonistas éramos justamente Mòrag y yo, eso me trajo como consecuencia más enfado por el insomnio provocado, era frustrante tener esos sueños porque ni en mi adolescencia me pasó esto...
- Te ves fatal (me dijo uno de esos días Ailsa) ¿Todo bien?
Y yo en lugar de hablarlo solo le contesté que no había podido dormir bien por el trabajo
- Ya te dije que deberías descansar, además sabes que puedo ayudarte cuando quieras, porque ahora no me has llamado, a ver, además ¿Has comido como debes? O también eso has dejado de hacer, debes de pensar en tu salud antes del país...
Me dijo enojada, sabía que si estaba molesta y que esto era un regaño, nunca le había gustado que me descuidara, tampoco que dejara de dormir o comer, me lo merecía; sin embargo, respondí de la peor manera
- ¡Ya deja de regañarme como si fueras mi madre! ¡¿Quieres?! ¡No soy un niño pequeño al que puedes mandar! ¡¿Sabes?! ¡Así que déjame tranquilo que suficiente tengo con lo que me pasa, nos vemos luego!
Y salí enfurruñado de ahí, para luego darme cuenta que ella no merecía esa respuesta, ella solo estaba queriendo lo mejor para mí y yo... Yo comportándome como un idi*ta... Cuando quise ir a disculparme Ailsa solamente dijo que estaba bien, que tenía razón y ella no era nadie para andarme regañando como lo hizo, después de ese día Ailsa y yo comenzamos a alejarnos cada vez más y me dolía, solo que nunca se lo dije... Bien tonto en mi primera vida ¿Cierto?
Y el inevitable final de ésta apenas comenzaba, terminando de cavar mi tumba cuando a la semana y media de toda esta locura, mi hermano entró a mi despacho, cosa rara pues él casi no me visitaba, otro detalle más que deje pasar y que me costó caro...
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 56 Episodes
Comments
Car KLove
crónica de una muerte anunciada ! Todo te indica que algo pasa, pero lo d3jas pasar y después pasa lo que tenía que pasar.
2023-05-13
4