Mi Sábanas, Mis Reglas

-Conteo regresivo-

Soy Niquia Bianchi tengo 22 años soy la hija adoptiva de Gregorio Santoro él era el esposo de la socia de mis padres lamentable mente ella falleció en el mismo accidente que mis queridos padres, con su perdía no solo estábamos desbastados papá y yo si no también los mellizos hijos de mi padre Gregorio y Anna de Santoro, recuerdo que mi madre y mi padre celebraban su aniversario ese día y Anna quedo de pasar por ellos para que se pudieran divertir, como una celebración se convirtió en el peor desastre para dos familias. Como se apagaron los sueños y ilusiones de personas tan jóvenes por culpa de un conductor ebrio.

Pero no todo fue malo fui acogida en casa de papá y mis hermanos Dante y Mateo dos chicos fabulosos que se encargaron de hacer de mi vida algo mejor. Mis tres hombres me aman incondicional mente y me hacen sentir querida. Hoy que estoy en los preparativos de mi boda con Alessandro Greco, valoro cada momento que paso con los míos ya que mi prometido y yo decidimos vivir en ciudad YEL que queda a 2 hora de donde vivimos actual mente que es ciudad ZION y aunque mi Discoteca llamada Delirius está aquí, sé que cuento con el mejor equipo de trabajo para que me apoye después miro si me expando en YEL.

Por el factor económico no me preocupo ni siquiera he tocado ni el seguro ni la herencia que me dejaron mis padres Calisto y Martha Bianchi, por que papá me da todo al igual que a los mellizos, siempre me dice tu dinero ahorrarlo ya que no lo necesitas porque tú eres la niña de mis ojos. Ese amor que me da papá siempre me hace sentir que mis hermanos y yo somos lo mas importante de su vida. Salgo de mis pensamientos cuando siento que tocan la puerta de mi oficina.

- Adelante puede pasar.

- Hola Niqui, quería decirte que el pedido de insumos ya llego y el chico nuevo también si quieres puedes vamos y recibimos juntas a nuevo barman.

- Hola Anastasia, por que estas tan sexy hoy cuéntame quien te tiene marcando territorio.

- ¡Pero que cosas dices!, se nota mucho que me arregle, si es así dime y me cambio.

- Claro que no, quédate así estas hermosa, pero dime con quien vas a verte o es que le aceptaste la invitación a mi papi.

- Mmmm…mmmm

- ¡Oh por Dios! es con mi papi que vas a salir amiga, sabes que te envidio si el no fuera mi papá también saldría con el solo porque es un caballero, pero tengo mi leve sospecha de es un animal en la cama jajajaja.

- Niqui, déjate de bromas ponte seria, pero en verdad dime que no te molesta que yo salga con tu papá.

- Claro que no, el mereces ser feliz a demás así lo distraes, con el tema de que me caso esta como muy sentimental, no me gusta verlo de ese modo.

- Pero dime Niqui, me veo bien o me veo indecente, de verdad no quiero que crea que me lo quiero llevar a la cama, aunque siendo honesta si quiero.

- Hay pillina quien te viera, pero contestando a tu pregunta te vez muy bien si fuera lesbiana hace rato serias mía Jajajajaja.

- No se si amarte o odiarte cuando no te pones seria, pero dale bajemos y revisamos todo juntas acuérdate que tengo una cita con tu sexy padre.

Las chicas se dedicaron a conocer a el nuevo barman y pedirle cócteles con vodka porsupuesto. cuando se felicitaron mutuamente por haber contratado al Dios griego que estaría detrás de la barra cada una termino de hacer sus pendientes. Hoy la discoteca estaba llena y la rumba estaba en lo mejor de lo mejor, Delirius se caracterizaba por dejar que el lugar fuera siempre el mas deseado para jóvenes, empresarios y aquel que hiba de conquista a pasar la mejor de las noche de su vida.

Después de que una Feliz Anastasia se marchara nuestra Niqui se quedó viendo decoraciones para su nuevo departamento en ciudad YEL, pues ya hace dos meses lo habían comprado y aunque Alessandro lo ocupaba ella quería darle el toque hogareño para su nidito de amor como ella misma lo llamaba. Después de su elección y dando sus últimos ok, se dispuso a irse pues Fabio y Joaquín eran los encargados de cerrar Delirius, en los días que Anastasia y Niqui no lo hacían. sin más se despidió y partió a su departamento a descansar por qué el conteo regresivo para su matrimonio estaba ya en números rojos sentía la bella Niqui. Que por más ayude de su suegra y la organizadora de bodas le daban ella sentía que faltaban mil y una cosas que hacer.