- Se desata el infierno -

Estaba una concentrada Anastasia muy bien instalada en la oficina de Niqui revisando unos documentos, cundo le hacen una video llamada ella logra identifica que se trata de Tadeo así que responde sin apartar la vista de los documentos.

- Dime hermoso Tadeo tanta falta te hago que no dejas de llamarme o es que me llamas por el chisme de mi cita por que si ese el motivo ya te había dicho que te cuento todo cuando llegue a mi casa y este en la comodidad de mi cama.

- Anastasia podrías dejar de ver los malditos documentos que tienes al frente y mirar la pantalla del celular por favor.

Cuando Anastasia alzo la vista se encontró no solo a Tadeo en la pantalla sino también a Niqui.

- De que me perdí, porque los dos están juntos, tu amiga no estabas en ciudad YEL que haces en ciudad NEO.

- Bueno amiga por dónde empezar, a ya se, bueno empecemos por decirte que yo tu amiga hoy descubrí que tengo más cachos que una estampida de impalas, que me vieron la cara por mas de año y medio es decir que cuando me propusieron matrimonio ya tenia cuernos de a metro.

- Espera me estas diciendo que el carbón de Alessandro te traiciono y quien fue la zorra que se metió entre ustedes, por que es una zorra, ya que el noviazgo de ustedes era mas mostrado que una mala noticia estaba en todas las revistas y plataformas, es imposible que no supiera que el imbécil tenía una novia oficial.

- Cállate y deja que Niqui te cuente toda la historia para que así te puedas desmayar a gusto.

- Bueno te sigo contando la amante de Alessandro no era nada mas y nada menos que su primita Maite.

- Me cago en su madre, como puede ser posible, pero esa es mucha asolapada la mustia esa.

Una herida Niqui volvió a contar todo lo sucedido en ese departamento para poner en contesto a una molesta Anastasia claro esta que su amigo Tadeo la interrumpía para poder madrear a gusto al causante del mal rato que estaba viviendo su amiga.

Mientras tanto tres hombres endiablados tocaban la puerta de la familia Greco y antes que la empleada que atendió el llamado de la puerta pudiera anunciarlos, esos hombres entraron invadiendo la vivienda como si se tratase de su propia casa.

Antonio ya presentía que su amigo Gregorio llegaría a su casa, lo conocía también y no lo culpaba ya que el y su esposa habían visto crecer a Niqui y si no se tratara del tarado de su hijo ayudaría con gusto a esos tres a matar al que se atrevió a romper el corazón de la pequeña Niqui, pero ese era el punto, era su hijo, el causante de ese dolor.

- Donde esta tu hijo Antonio necesito hablar con él.

- Ya me imagino de que forma vas hablar con mi hijo, solo te quiero pedir un favor y es que no lo mates.

- No te preocupes mis hijos y yo te lo dejaremos respirando, no respirara muy bien, pero lo hara.

Catalina les indico que el se encontraba en el estudio, pues desde que llego estaba tratando de comunicarse con Niqui y ellos habían tenido que amenazarlo para que no saliera detrás de Niqui.

Sin esperar los tres Santoro ingresaron a donde Catalina les había indicado y se desato el infierno en ese estudio y antes que Alessandro pudiera reaccionar, Gregorio dio un certero derechazo seguido de una serie de golpes hasta que como él lo había prometido sus manos sangraron, le dio el turno a cada uno de sus hijos, pero esta ves la pelea fue mas justa ya que Alessandro devolvió varios golpes que le dieron los mellizos, en ese lugar solo se escuchaba insultos y maldiciones.

Cuando los esposos Greco escucharon un silencio absoluto, una curiosa Catalina ingreso al estudio y lo que vio la dejo impactada y triste pero sabia que su hijo se había buscado todo esto. Ella estaba convencida que cada acto tiene consecuencias y de las personas dependen que sean buenas o malas y en estos momentos su hijo estaba viviendo unas consecuencias muy malas.

Cuando los tres Santoro salieron al encuentro con Antonio le hicieron saber que Alessandro aun respiraba.

- Te agradezco Gregorio que no lo hubieras matado.

- No lo hice por él, si no por ustedes, solo espero que deje a mi hija en paz.

- De eso quería hablar Alessandro está en la negación total, no quiere aceptar que el destruyo su noviazgo y en su cabeza cree que el enojo a Niqui se le pasará y volverá a su lado.

- Pues te recomiendo amigo mío que le pongas un psicólogo para que le ayude a entender la situación porque al lado de mi hija no lo quiero ver.

- Gregorio también quisiera darle una compensación económica a Niqui, pues, aunque ella solo le dijo a mi hijo que quería la mitad de lo que costo el departamento que compraron los dos, siento que esto es lo mínimo que podemos hacer.

- Déjate de eso, si Niqui solo pidió lo que invirtió en el departamento consígnenle solo eso, puedes estar mas que seguro que no te va a recibir ninguna compensación tú la conoces ella no se mueve por el dinero.

Aclarando ese asunto los tres Santoro se dispusieron a ir a ciudad ZION, mientras que Catalina le pedía a los de seguridad llevar a su hijo a la recamara que ocupaba cuando esta en su casa y a una de las chicas del servicio llamar al medico de la familia para que revisara a su hijo.

Cuando el medico reviso a Alessandro sus ojos no salían de su asombro era como si un camión le hubiera pasado por encima.

- Cata que le paso a tu muchacho.

- Hay Valentín se le cayeron todas sus mentiras en cima y lo dejaron en ese estado.

- Pero déjame decirte que a esas mentiras les pesaban la mano.

- Si creo que sí, pero a ver si así aprende a no mentir.

Después de esa charle su médico le confirmo que su hijo tenía 5 costillas rotas y varias lesiones en su rostro les dio medicamento para el dolor y un somnífero muy fuerte para que pudiera dormir y le indico que al siguiente día quería verlo en la clínica para hacer todos los exámenes y las placas correspondientes y así tener mejor claridad de que tratamiento debía seguir a su violento accidente.

Por otro lado, Antonio se disponía a hablar con su hermano Leonel Greco acerca de su hija que a consideración de su hermano era un ángel, pero para el en esos momentos que había descubierto su verdadera cara no era un ángel sino más bien un demonio completo con cachos y cola.

Antonio Greco 46 años

Catalina de Greco 43 Años

Maite Greco 23 años

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