Capítulo:11

¿Desde cuándo todo empezó mal? Se suponía que debía casarme con la persona que mis padres habían elegido. Pero sin darme cuando estaba en una mansión con un padre y una persona que me había obligado a convertirme en su mujer para obtener venganza. Solamente estaban reunidos cinco personas, dos testigos y algunos trabajadores de la mansión encargados en que nada malo suceda o que yo no intentara escapar.

-Ahórrese todos los procedimientos. Solamente diga lo último.

-¿Qué? Pero.

-Hágalo.

-Entiendo. Alexander Dante White. ¿Recibe usted a esta mujer para ser su esposa, para vivir juntos en sagrado matrimonio, para amarla, honrarla, consolarla y cuidarla, en la salud y en enfermedad, guardándole fidelidad, durante el tiempo que duren sus vidas?

-Sí. Acepto.

-Bien, y usted. Kristine Anabelle Bonaparte.

¿Recibe usted a este hombre para ser su esposo, para vivir juntos en sagrado matrimonio, para amarlo, honrarlo, consolarlo y cuidarlo, en la salud y en enfermedad, guardándole fidelidad, durante el tiempo que duren sus vidas?

Estaba rígida por la pregunta que el cura me había dicho. Me estaba casando con mi propio vestido de novia, el día de mi boda con una persona que no amaba y que no conocía. ¿No se supone que este día debió ser el mejor? ¿Por qué todo no está sucediendo como lo planee?

-¿Señorita Kristine Bonaparte? ¿Aceptas? ¿Usted a este hombre para ser su esposo, para vivir juntos en sagrado matrimonio, para amarlo, honrarlo, consolarlo y cuidarlo, en la salud y en enfermedad, guardándole fidelidad, durante el tiempo que duren sus vidas?

Después de nuevamente permanecer en silencio, sentí como Alexander apretó mi mano con fuerza. Suspiré hondo y aparté cautelosamente mi mano de la de aquel hombre que en un simple: “sí” se convertiría en mi esposo.

-Sí. Acepto.

-En virtud de la autoridad que me conceden las leyes, los declaro marido y mujer.

-Puede besar a la novia.

Cerré con fuerza mis ojos y sentí como los labios de Alexander acariciaban los míos.

Legalmente, me había casado, estoy segura de que muchas personas pensarían que me escapé de la boda, que abandoné el país o que abandoné a mi prometido por otro hombre.

Una hermosa habitación blanca, una isla desconocida, guardias que recorrían la mansión adentro y afuera. Por lo que acababa de ver Alexander White no era una persona normal a la que debía desafiar.

Mientras observaba cada lugar antes de entrar en esta habitación intenté escapar, pero unos guardias estaban con unos pitbulls y me fue difícil hacerlo, no tuve más elección de regresar y cumplir con lo que se supone que debe ser mi deber como ahora esposa de aquel hombre peligroso.

-Así que eres Kristine. Perdón, quiero decir White.

Elizabeth es la hija de un socio de Alexander, estaba enamorada de él. Por las investigaciones que hice ella siempre anheló ser la señora White. A sus 25 años es dueña de una línea de ropa y de maquillaje, aunque salía con grandes estrellas, la única persona que ella deseaba tener era al dueño de esta gran isla.

-Hmm. Pensaba que eras alguien importante, pero simplemente eres una pobre mujer, bueno. Como sea. ¿Cuánto quieres para que te separes de Alexander?

-¿Me estás ofreciendo separarme de mi esposo?

-¿Dos millones? ¿Qué te parece 500 millones? Con esa cantidad podrás vivir una buena vida.

-¡Por, favor!. He visto cantidades más grandes. ¿Piensas que nunca la he visto? Soy Kristine Bonaparte, la cantidad que me estás ofreciendo es la que ganaba mi familia semanal haciendo negocios. Esa cantidad es insignificante.

-¿Qué dices? ¿Cómo tienes pensamientos en estar con Alex? Una persona como tú no puede tener esos pensamientos, eres simplemente una sucia y repugnante mujer que no conoce su lugar. ¿Crees que Alex te ama? Él solo está jugando contigo, después de un tiempo se cansará de ti y luego lamentarás no tener el dinero o aceptar el dinero que te estaba ofreciendo.

-¿Amar? ¿Crees que deseo que ese hombre me ame? Siendo sincera no deseo su amor.

Posiblemente, se canse de mí, pero hemos tenido un año de matrimonio y él no lo ha hecho, ¿Por qué piensas que no lo ha hecho? ¿Qué pasaría si descubres que Alexander me ama? Escuché que tú, Alex, Héctor y Susie crecieron juntos, pero. ¿Por qué nunca te pidió matrimonio aun sabiendo que no se había comprometido con Susie? Será porque nunca significaste nada. Es chistoso, yo soy una persona extraña y aun así hice más de lo que has hecho todo tu vida siendo amiga de la infancia de él.

-¡Cómo te atreves hablarme así! ¡No sabes quién soy!

-Realmente no deseo saberlo. Porque sería una pérdida de mi valioso tiempo y siendo sincera una vaca es mucho más entretenida que tú.

-Soy invitada de Alex.

-Entonces, deberías comportarte como tal y dejar de actuar como una niña caprichosa, incluso los mismos animales tienen mucha más educación que tú. Creo que deberías aprender un poco más de ellos si lo haces estoy segura de que quizás mi esposo puede que te tome en cuenta, posiblemente te siga considerando una buena amiga.

Aunque con ese horrible comportamiento y persiguiendo un hombre casado lo dudo mucho. Espero que para la próxima nos veamos y cambie esa personalidad terrible que tienes.

Todo el mundo conocía a Elizabeth y la trataban como una joven señorita… Ya que Susie no estaba, el único objetivo de ellos era que la cuarta integrante del grupo se case con Alexander. Era difícil fingir que los empleados no quisieran a aquella joven chica, para ellos la única persona que ahora podía tomar el puesto de: “señora White” es Elizabeth.

“Sinceramente, nunca imaginé que tendría una discusión sobre el hombre que me secuestró y obligó a casarme”.

Elizabeth sujetó un frasco de agua y me la arrojó. ¿Acaso esa mujer acaba de arrojarme agua sucia? ¿Se volvió loca?.

¿Quién demonios se cree ella? ¿Es qué ella desea morir? Supongo que ella desea morir, es cierto que soy arrogante, pero nunca imaginé que me arrojarían agua sucia y de cerdo.

Caminé donde se encontraba un frasco un poco más grande de agua de cerco, no lo pensé dos veces y lo arrojé al rostro de la joven chica quien me miraba sorprendida por lo que acababa de suceder. Esta mujer no iba a rendirse en conquistar a Alexander y yo no iba a permitir que una mujer que esté enamorada de aquel hombre me esté humillando aun sabiendo que soy la señora de este lugar.

“¿Crees que te tengo miedo? No me hagas reír”

-¿Cómo te atreves? ¿No sabes quién soy? ¿Haré que te arrodilles por lo que acabas de hacer?

-La que no sabe quién soy eres tú. No tienes educación y te crees que poder ser amiga de mi esposo puedes hacer lo que quieras, debes saber distinguir entre la amistad y el amor, en este caso simplemente debes tener amistad y no ilusionarte por un hombre casado.

-¡Tú!

Héctor se acercó con rapidez cuando observaba como nosotras nos encontrábamos empapada de agua sucia.

Acababa de suceder una gran pelea y estaba seguro de que la única persona responsable es su amiga de la infancia al ella querer preguntar por la nueva esposa de su amigo, conocía a Elizabeth y sabía la clase de persona que era cuando se trataba de Alexander, ella era capaz de hacer lo que sea para ganarse el amor, atención y aprecio de Alexander.

Más de 10 personas se encontraban reunidas en el dónde Elizabeth y yo acabábamos de tener problemas. Todos nos miraban sorprendidos por lo que acababa de suceder, nos encontrábamos empapada y con un fuerte olor a estiércol de Cerdo. Alexander me miraba con una mirada fría y con enojo las personas a la que considera “familia” acababa de estar involucrado en un problema y la única persona responsable era yo ante los ojos de él.

-¿Qué diablos pasó?

-Esa misma pregunta te hago yo Alexander.

-Encontré este problema mientras terminaba de alimentar los caballos.

-¡Oh, Alex! De verdad lo lamento mucho, yo deseaba conocer a tu esposa, pero no imaginé que ella me fuera a recibir, de esta forma nos conocemos desde la infancia y sabes que no haría nada malo.

Fue entonces cuando Alexander nos miraba con dureza. Era lógico que él hubiera tomado una decisión basada en lo que acababa de suceder, suspiró hondo y no podía entender como una persona no era capaz de escuchar el otro problema de lo que sucedió con Elizabeth y conmigo.

-Desde hace tiempo ustedes siempre fueron vistos por familia y lo seguirán siendo.

Mi corazón se aceleró y mi cuerpo quedó inmóvil al escuchar la decisión de aquel hombre. ¿Quiere que me disculpe sin escuchar mi explicación? ¿Es broma? ¿Por qué haría eso? Sabes muy bien que yo no hice eso y aún quieres que baje la cabeza y asuma una culpa que no es mía. ¿Quién te crees que eres, Alexander White?

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play