Capítulo 5 NO ME DIGAS ASÍ

...NARRADORA...

Ciro era realmente un adolescente centrado para su edad, alguien que no demostraba por completo sus sentimientos ni lo que pensaba.

Su pasión siguieron siendo los barcos pero no por navegar descuidaba sus obligaciones de estudio. Su abuelo le estaba haciendo estudiar economía para ayudarlo más adelante porque Ciro no deseaba ir a la universidad pero tendría que ir de todos modos, al menos le resultaría pan comido después.

Milena y Michael estaban más que orgullosos del hijo que tenían, bueno, inteligente, aplicado, con amistades tranquilas. Nunca lo vieron consumir alcohol ni tampoco fumar un cigarrillo, eran realmente afortunados.

En casa de los Miller todo era distinto, Kendra no se estaba quieta y quién pagaba las consecuencias era su hermano, resultando los dos castigados.

-Y tu querías tener más hijos- Brittany le decía a Brian y negaba, hubiera enloquecido si tenía más hijos definitivamente

-Kendra es mi ángel, Bastian es tu preferido lo dices por eso- la regañó Brian

-Ya cállate, no se puede hablar contigo- ella enfadada dejó a su esposo en el comedor

Kendra era una pequeña diablilla y cuando estaba aburrida su hermano pagaba las consecuencias, el problema era cuando él se enojaba y sacaba su travieso interior, se metían en serios problemas. Nada que un buen castigo no los calmara por un tiempo al menos.

A Bastian quitarle su Playstation era como sentenciarlo a muerte mientras que a Kendra prohibirle ir a visitar a Ciro y su familia le resultaba más que doloroso.

Entre regaños y castigos por mala conducta crecía Kendra mientras que Ciro jamás había sido castigado ni regañado de gran manera.

Kendra cumplió sus once años y allí aceptó que Ciro jamás sería visto como su hermano, que él se refiriera a ella como su hermanita le resultaba doloroso y molesto, ella no era su hermana.

Llegado el día de su cumpleaños la familia Park fue así como varios invitados más al salón que había sido alquilado para el festejo. Con un jardín en remodelaciones no podrían festejar en casa para su mala suerte.

-Hermanita feliz cumpleaños- Ciro le dió un abrazo y un beso en la frente a la pequeña que lo miró con molestia

-Si de verdad me quieres un poquito no me digas más así- la niña fue lo suficientemente directa para que sus padres y los Park se quedaran estáticos en su sitio con la boca abierta

-Pero siempre te dije así, eres como mi hermanita- Ciro la miró con confusión y ella solo negó apartandose de él, corriendo hacia sus amigas que la miraban confundidas

El joven de diecisiete años no entendía que le había pasado a Kendra, nunca le había molestado que la llame de esa forma pero ahora sí. Tal vez era porque estaba con sus amigas, si seguro era eso.

-¿Piensas lo mismo que yo?- Milena le preguntó a su esposo que permanecía callado

-Lo que yo creo es que mi ahijada será bastante difícil- Kevin apareció y con una gran sonrisa fue a ver a la cumpleañera quien lo abrazó con absoluta adoración

-A Kendra le gusta nuestro hijo, seguro se le pasará pronto- Michael sonrió retomando la conversación con su esposa

-No estaría tan segura de eso pero solo nos queda esperar unos siete años más- aquel comentario desconcertó a Michael pero él se fue con su hijo menor a jugar y ya dejó de pensar en ello

Así fue que empezaron algunas diferencias entre los niños pero jamás se distanciaron a fin de cuentas. Siempre la niña le mostraba una radiante sonrisa a Ciro quien si la llamaba hermanita cambiaba su expresión así que comenzó a intentar llamarla por su nombre.

A Kendra sus padres se negaban a regalarle un teléfono celular porque era muy chica aún pero Ciro si tenía así que cuando iba a su casa aveces el le dejaba jugar con él hasta que una notificación de mensaje llegó mientras la menor lo tenía entre sus manos.

📨Me gustaría volver a verte, quiero otro beso tuyo- Era el mensaje de una tal Pamela

Allí se dió cuenta la pequeña que Ciro era más grande y hacia cosas de personas más grandes pero ella cuando creciera se casaría con él. No tenía pruebas pero tampoco dudas.

Ese día sintió aquella fea sensación llamada celos pero se los reservó para ella; solo se fue a su casa antes de tiempo y no volvió por varios días a visitar a su amor imposible.

Ciro no le puso importancia a lo que pasó, ni cuenta se dió. Cuando tomó su teléfono le respondió a Pamela y acordó verla el fin de semana con una sonrisa. Él ya estaba experimentando muchas cosas, los besos con la rubia no eran más que el inicio de algo mucho mejor que no incluía ropa. No era su novia, era una amiga con quién experimentar cosas nuevas ya que también ansiaba ese tipo de experiencias.

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