...NARRADORA...
Los dos matrimonios eran muy unidos. Brittany y Brian eran los padrinos de Ciro por lo cual siempre estaban lo más cerca que sus vidas y agendas permitían, así sea por video llamada veían al niño encantador que tenían de ahijado cuando superaban las dos semanas sin verse, algo que poco ocurría.
Ciro daba sus primeros pasos y Brittany veía lo enamorado que estaba Brian de la idea de tener un pequeño finalmente ellos. Eso dió paso a la llegada de su hijo Bastian para cuando su ahijado tenía sus dos años.
Ciro era un niño que poseía todo lo que pudiera necesitar. Tener un padre que ayude en escenografía y un abuelo dueño de una compañía de cine le daba varios gustos así como cosas usadas en alguna película. Su fascinación eran los autos por lo que tenía un montón de distintos colores, tamaños y formas.
Al crecer un poco más su fascinación por los autos también lo hizo y ya con cuatro años tenía algunos en los que montarse que lo llevaban a baja velocidad por el amplio jardín de su casa. Aunque era un niño pequeño tenía precaución y rara vez se lastimaba, lo contrario a Bastian que era más bien torpe y aunque caminaba vivía más en el piso que de pie por ser bastante distraído.
Brian había esperado tanto para ser papá que ya pensaba en ampliar más su familia pero Brittany prefería esperar un poco más a que su hijo al menos dejara de usar pañales. Así fue que a los tres años de Bastian comenzaron a buscar un niño más que por advertencia de Brittany sería el último.
Ellos tenían tantas ocupaciones que tener varios hijos haría que no pudieran disfrutarlos. Las giras de Brian lo alejaban de casa pero ella tenía canciones con él así que eso sería alejarla de sus niños.
Mientras Ciro seguía siendo hijo único ya el matrimonio Miller tenía en camino un bebé más. Ciro a meses de cumplir sus seis años miraba como el vientre de su madrina crecía y esperaba con ansiedad la llegada del nuevo bebé que sería como su hermanito, un amiguito más con el que jugar. Los adultos creían que iba a desilusionarse porque hasta que el bebé jugara pasaría mucho tiempo y para cuando lo hiciera él ya sería más grande y estaría interesado en actividades con niños de su edad.
Meses después llegó Kendra finalmente al mundo, una niña hermosa que al abrir sus ojos se robó el corazón de su padre.
Bastian estaba un poco celoso por dejar de ser el pequeño pero Ciro estaba más que impaciente por ir a conocer a la bebé y llevarle un regalo.
-Hijo ella es una niña, ¿Aún quieres regalarle un autito?- preguntó Milena, su madre mirándolo con dulzura, era tan tranquilo como su padre, una belleza de niño
-Mami le compraremos un autito rosa, seguro le va a gustar y cuando crezca va a jugar con él- afirmó el pequeño con seguridad
-Está bien hijo- aceptaron sus padres y lo llevaron a la jugueteria para que eligiera el autito que quisiera para la niña, además aprovecharían a llevarle un obsequio a Bastian para que no se sintiera tan mal por la llegada de la pequeña y la falta de atención, después de todo eran sus padrinos
El auto que Ciro eligió era precioso, lleno de detalles muy lindos. Él estaba seguro de que a la pequeña le iba a encantar y de que sería su juguete favorito en el mundo.
-Madrina, le traje un obsequio a Kendra, ella va a ser como mi hermanita y la voy a querer mucho- comentó el pequeño mirando a la niña con ternura para después besar despacio su cabecita
-Seguro lo va a amar campeón, ¿No hay saludo para tu padrino?- le preguntó Brian y Ciro corrió a abrazarlo
-Kendra es muy linda pero con ropa de autitos se vería más linda todavía- sugirió Ciro haciendo reír a los adultos, su fanatismo por los autos era enorme
Todos decían que la etapa de jugar con autos pasaría pero para Ciro iba de mal en peor, cada vez coleccionaba más y quería tener más. Incluso su cama tenía forma de auto, con luces y todo.
Con frecuencia se visitaban ambas familias y Ciro veía como crecía la pequeña niña a quien seguía regalandole autos, algunos de felpa para que no se hiciera daño. Ya Kendra tenía una pequeña colección. Para Ciro quien quería tener hermanos, la pequeñita no era más que una hermanita para él y la adoraba.
Kendra comenzó a sonreír y con los meses a estirar sus bracitos para ser cargada. Ella miraba a Ciro y siempre sonreía pidiendo ser cargada por él. Los dos se llevaban seis años así que con mucho cuidado dejaban que él sostuviera a la pequeña siempre con ayuda para que no ocurrieran accidentes.
No había dudas de que la niña quería más a Ciro que a su propio hermanito.
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Comments
Meli_33608✨🙈🇩🇴♌
que ternurita 🤗
2024-04-02
3
Elvira Fretes
que dulce😍
2023-12-02
4
Saray Sarabia
que ternura jajaja
2023-10-12
0