Capítulo 7 CRECER

...NARRADORA...

Kendra está en la adolescencia y su etapa de rebeldía aunque piensa demasiado algunas cosas que tal vez no debería de pensar. Su frustración porque Ciro no la mire diferente es grande pero que la considere como ella a su hermano Bastian es aún peor.

Una idea comienza a formarse en su mente y solo espera que Ciro no deje su pasión por navegar por los restantes años.

Le gustaría escaparse con el pero sabe que no la llevaría; ya se había dado cuenta de que él evitaba tocar el tema pero como para ella no hay imposibles cuando se propone algo sabe que la única forma de ir con él es una... que el no lo sepa hasta después de alejarse de tierra firme.

Lo único malo es que debe esperar a su mayoría de edad y eso significa cuatro años más.

Mira las fotos junto a Ciro y recuerda cuando siempre estaban juntos pero ahora la ignora podría decir. Ve como el sonreía pero ya no lo hace de ese modo y por momentos siente que jamás podrá conquistarlo.

Si imagina un futuro es con él pero sabe que será muy difícil y para colmo de males Bastian es más cercano que ella a Ciro. No entiende por qué pero así es.

El día anterior a su cumpleaños número 15 estaba decaída, sabía que Ciro no estaría en su fiesta. Por la madrugada él iría a navegar y lo peor es que lo escuchó por una conversación de Bastian. Ella siempre estuvo en sus cumpleaños pero no recibirá lo mismo y es allí cuando más se reprocha por no ser lo suficientemente importante para él.

Con amargura hornea las galletas con forma de barcos como a él le gustaban pero que luego ya dejó de lado así como otras formas y se sienta a beber un vaso de jugo.

El aroma a galletas se siente en la cocina y la sala pero está sola en casa. Su familia está preparando cosas para la fiesta que darán al día siguiente y ella debería estar igual de animada.

El timbre anuncia que alguien llegó y para su sorpresa es Ciro pero no está solo. Su mejor amigo Luciano Velázquez lo acompaña.

Luciano al menos la hace reír aveces y siente que es él quien más valora lo que ella hace.

-¿Hiciste galletas Kendy?- pregunta contento Luciano

-Si, están en la cocina, ¿Quieres comer conmigo?- le pregunta y ve de reojo a Ciro quien está inmerso en su teléfono ajeno de todo

-Vamos señorita- le toma el brazo en un gesto gracioso y se va con ella a la cocina- Tus galletas son las mejores, tendré que visitarte más seguido- dice comiendo con todo gusto

-Puedes venir cuando quieras, puedo enseñarte a hacerlas si quieres, no son difíciles- ella propone y cree que Luciano no llegaría sólo sino que Ciro vendría con él

-¿Estas las hiciste por Ciro?- le pregunta de repente sosteniendo una con forma de barco y se pone nerviosa

-Siempre le hacía esas, es la costumbre- sonríe esperando que el no note sus nervios pero lo hace

Kendra le inspira ternura y no puede negar que es una chica muy hermosa, cada año aún más. Sabe que Ciro no la nota pero que ella suspira por él. Solo espera que crezca y ya no sienta eso porque sabe que a su amigo nadie le importa demasiado.

Pasan unos cuantos minutos cuando Ciro ingresa a la cocina y se sienta aún con su teléfono en la mano, mira las galletas y toma la primera que toca mientras textea sin parar. Luciano observa todo en silencio y busca animar a Kendra quien se ve algo decaída.

-¿Tienes muchos invitados para tu fiesta?- pregunta y ella lo mira

-Uhmmm no, solo amigos y amigas, mis padres invitan más gente ya sabes- dijo algo desinteresada

-Ya veo, si no quieres una gran fiesta a los 15 imagino que si a los 16

-No, lo que quiero celebrar son mis 18. Esos son los que más me importan- ella sonríe y lo mira con seguridad

-Imagino que me vas a invitar- bromeó y ella asintió con una sonrisa

Ciro estuvo tan ocupado con su teléfono que hasta olvidó el propósito de su visita que era desearle un feliz cumpleaños adelantado pero Luciano no lo olvidó y le dijo que de todos modos iría a darle un regalo mientras Ciro lo esperaba en el auto.

Kendra se quedó bastante triste porque no obtuvo atención, conforme crecía ella obtenía menos y eso le dolía en el alma pero que el olvidara su cumpleaños le causó más dolor.

-Algún día me amarás. Yo se que cuando crezca haré que tus ojos solo sean para mí- se dijo con total seguridad y fue a la cocina a limpiar lo que había ensuciado

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